común entre aislados dentro de áreas endémicas,
así también la bióloga Ortega fue la descubridora
de C. cayetanesis (Guo et al., 2018).
E l b i ó l o g o p e r u a n o Jo s e p h Pi n t o en
investigaciones en diagnóstico de cáncer a partir
del reconocimiento del gen DDIT4 que codifica
una proteína cuya acción principal es inhibir
mTOR bajo condiciones de estrés, sugiriendo
estudios in vitro que su expresión favorece la
progresión del cáncer, lo presentan como un
biomarcador pronóstico potencial en varios tipos
de cáncer (Pinto et al., 2017).
Es de recalcar de los trabajos arriba citados la
importancia de la investigación interdisciplinaria,
en un mundo globalizado (Reichardt, 2018).
Brechas y oportunidades para el biólogo
peruano en la Salud Publica
La investigación biomédica constituye el quehacer
científico con el deseo más noble cual es aliviar, o,
de ser el caso, revertir la enfermedad, sufrimiento y
muerte en humanos (Pons & Adam, 2018). En los
últimos 20 años ha habido un crecimiento
explosivo en la investigación biomédica en el Perú,
siendo la mayor proporción en ecología y
enferme dades emergentes, seguida por
epidemiología general, y VIH SIDA y otras
infecciones de transmisión sexual (La & Sk, 2017) .
Nuestro país, como un país de ingresos medios, ha
de apostar por formar y retener talento humano en
Ciencias Biológicas como impulsor del desarrollo
y mejora de la calidad de vida de la población
vinculando los servicios de salud a la industria
biomédica (Glass et al., 2018).
La salud pública en una resultante del aporte e
interacción de varios determinantes: biológicos
(Ferranti et al., 2017); sociales, económicos,
ocupacionales (Stellman, 2013), ambientales
(Peters et al., 2017), siendo en estos últimos muy
relevante el rol del biólogo a través de la utilización
del enfoque de riesgo para la delimitación,
caracterización y contención de áreas y
condiciones de riesgo para los grupos o
poblaciones expuestas. Esta consideración va
desde los más elementales componentes de la salud
ambiental tales como la ecología y protección del
ambiente, higiene alimentaria y zoonosis, salud
ocupacional, y saneamiento básico (Novotný et al.,
2018) hasta su participación en la epidemiología de
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campo haciendo uso de la teledetección, sistemas
de información geográfica, bioindicadores, etc., en
s u ap r o x i m a c i ó n a l a s an t r o p o n o s i s ,
zooantroponosis antropozoonosis, anfixenosis, y
sapronosis (Novotný et al., 2018).
Aspectos a considerar incluyen la participación del
biólogo en el monitoreo ambiental en salud, así
como en la evaluación y gestión del riesgo asociado
a la emergencia y reemergencia de enfermedades,
monitoreo biológico de la biodiversidad con
impacto en salud pública, vigilancia y control de
vectores, exposición ocupacional y no ocupacional
a patógenos, xenobióticos y genotóxicos, intrusión
de hábitat, traslocación de hospedero (spillover)
considerando además el concepto de nidalidad
geográfica, entre otros. El párrafo anterior denota
una brecha que cubrir por parte de biólogos que
conecta la ecología, etología, bionomía y la salud
pública. Otra brecha que el profesional biólogo
debe cubrir es su experticia en la evaluación de
biomarcadores de exposición y biomarcadores de
efectos en la salud, con énfasis en la identificación
de efectos sutiles, agudos y crónicos de los
disruptores endocrinos y otros xenobióticos
emergentes. Se entiende entonces que el rol del
biólogo en salud pública no se limita al quehacer
laboratorial sino no se complementa con el
accionar en la caracterización y delimitación de
zonas de riesgo para enfermedades y daños, dentro
de la vigilancia epidemiológica activa
considerando al cambio climático como la
principal variable interviniente en la salud pública
a nivel mundial. Mención aparte lo constituye el
hecho de que el biólogo debe incorporar en su labor
profesional los conocimientos, actitudes, prácticas
y comportamientos asociados a la administración y
gestión pública, políticas públicas en salud,
sostenibilidad ambiental y estilos de vida no
ún ic am e nt e as oc ia da s a en fe rm ed a de s
transmisibles sino también a enfermedades no
transmisibles '' (Graham & White, 2016). Es de
suma importancia que el biólogo sea formado en el
eje transversal de la investigación, dejando de
realizar labores rutinarias meramente técnicas de
forma automatizada que no está vinculado a un
proceso analítico y de aporte de nuevo
conocimiento (Eberbach & Crowley, 2008;
Ishiyama, 2014; Spike, 2018; Teive, 2016) Es
importante asumir la responsabilidad de ser
biólogos, conociendo claramente que el progreso
de las naciones está vinculado al trabajo de los
The Biologist (Lima). Vol. 18, Nº1, jan - jun 2020
Rojas-Jaimes & Correa-Nuñez