conchas del caracol adulto, además del desarrollo
posterior del mesentoblasto (William, 1987;
Masanori et al., 2014). Dicho desarrollo en los
espiralados, ocasiona que no existan cavidades
blastocélicas evidentes, tales como en
Echinodermatha o Amphibia (Celoblastulas o
Anfiblastulas). En gasterópodos aparece un tipo de
blástula típica denominada estereoblástula. La
estereoblástula del caracol es relativamente
pequeña, no posee cavidad blastocélica evidente,
es decir es virtual (Verdonk & van den Biggelaar,
1983; Shibazaki et al., 2004; Masanori et al.,
2014), y sus destinos celulares ya han sido
determinados por la serie “D” de las macrómeras,
además la disposición y orientación de las mismas
van a generar la configuración dextral o levógira de
la concha del caracol (Kuroda et al., 2009). Por su
parte, la segmentación meroblástica da lugar a
veces a una “capucha” o disco de células en el polo
animal, sobre una masa de vitelo sin segmentar.
Esta disposición se conoce como discoblástula
(Williams, 1987; Masanori et al., 2014), tal cual se
logró observar en los estadios de gástrula del
caracol P. cubensis.
La gastrulación se lleva a cabo gracias a la epibolia,
por la cual las micrómeras se multiplican y cubren a
las macrómeras vegetales para posteriormente
cubrir el embrión en su totalidad, esto provoca una
pequeña hendidura en el polo vegetal; ésta
hendidura fue identificada cuando los huevos de P.
cubensis fueron analizados al microscopio, de
igual forma, ésta hendidura permite identificar con
facilidad cuando se trata de una gástrula (Williams,
1987).
Las dos primeras segmentaciones del embrión, son
casi meridionales y producen cuatro grandes
macrómeras (marcadas A, B, C y D). En muchas
especies estas cuatro blastómeras tienen diferentes
tamaños (D es la más grande), cada cuarteto
sucesivo de micrómeras es desplazado a la derecha
o a la izquierda de una macrómera hermana
creando el patrón espiral característico. Cuando no
se desarrollan dichas blastómeras de manera
normal y adecuada, los planos y orientación de los
embriones se verán afectados, ocasionando en los
caracoles adultos malformaciones e inviabilidad
embrionaria (Shibazaki et al., 2004; Kuroda et al.,
2009; Masanori et al., 2014). Respecto a la
literatura citada, en P. cubensis fue posible la
identificación de las macrómeras (A, B, C y D) en
todos los clivajes observados, sin embargo,
específicamente en este molusco, la blastómera D
no presenta mayor tamaño respecto a las demás,
por otra parte, tiene un papel fundamental en el
desarrollo embrionario del caracol, puesto que es la
encargada de direccionar los planos de desarrollo
de caracol, en ella se expresan proteínas como la
Nodal (Masanori et al., 2014). Por otra parte, el
proceso de espiralización fue evidente, el cual en P.
cubensis se caracteriza por un enrollamiento hacia
la izquierda.
La larva trocófora nadadora solo se observa en los
arqueogasterópodos, en los pulmonados acuáticos
el estado de larva trocófora tiene lugar antes de la
eclosión, la cual desarrolla los esbozos de los
primeros órganos (corazón, músculo retractor del
pie, vísceras y concha) (Shibazaki et al., 2004;
Kuroda et al., 2009; Masanori et al., 2014). Se
evidencia que el segundo cuarteto de micrómeras
generalmente contribuye al manto formador de la
concha, el velo, la boca y el corazón. El tercer
cuarteto de macrómeras genera grandes regiones
del pie, del velo, del esófago y del corazón. La
célula 4d -el mesentoblasto- contribuye con el
riñón larval,el corazón,los músculos elevadores y
el intestino (Masanori et al., 2014). En contraste
con la literatura citada la larva trocófora de P.
cubensis fue identificada antes de la eclosión
presentando el músculo retractor del pie, vísceras y
una concha sin desarrollar; sin embargo la
visualización del corazón no se logró. La larva
veliger de casi todos los prosobranquios
dulceacuícolas y la mayoría de los pulmonados
carecen de larva veliger de vida libre, esto quiere
decir que una vez se da la eclosión sale un caracol
ya completo diminuto (desarrollo directo), esta
larva se caracteriza por presentar órganos
desarrollados (corazón, pie, concha, tentáculos y
manchas oculares). Gracias al estudio de los
estadíos embrionarios de P. cubensis se pudo
identificar la larva veliger antes de la eclosión,
además de ello, se logró evidenciar el latido del
corazón; fenómeno característico en este estadío
larval (Masanori et al., 2014).
Lo más característico de la larva velígera es el
órgano que posee para la natación y la
alimentación, el velo, que consiste en grandes
lóbulos ciliados (Shibazaki et al., 2004; Kuroda et
al., 2009), sin embargo, en el estadio larval de
veliger en P. cubensis no existe la presencia de
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Embryonary development of Physa
The Biologist (Lima). Vol. 17, Nº1, ene - jun 2019