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Este estudio permitió ampliar el conocimiento de
los rodales de P. raimondii del distrito de
Huarochirí, adicionándose nuevas zonas de
distribución de la especie para la Región de Lima
sumado a los ya reportados por Vadillo et al. (2007)
en Canta y el INRENA (2006) y Vadillo et al.
(2007) en Yauyos.
Puya raimondii es una planta que puede vivir entre
40 y 100 años, sin embargo una vez que fructifica
muere (Rivera, 1985). El crecimiento de su
inflorescencia puede durar alrededor de tres meses
abriendo sus primeras flores a principios de julio y
terminando su ciclo hasta julio del siguiente año
(Hartmann, 1981; Rivera, 1985), así mismo es
común observar que en los rodales ocurren
crecimientos de inflorescencias de varias plantas a
la vez, lo que está estrechamente relacionado con el
clima (Rivera, 1985). Por ello la floración llevada a
cabo en los rodales del distrito de Huarochirí en el
año 2016, así como en rodales ubicados en otras
partes del país, se debieron principalmente a los
factores propios de la madurez fisiológica de la
Puya, asociados con factores ambientales como la
temperatura y la humedad relativa, los cuales
ocasionan las condiciones óptimas para el
desarrollo de la floración (Suni et al., 2002; Salazar
& Villasante, 2012).
Del inventario se registró un total de 11600
individuos de P. raimondii distribuidos en cinco
localidades, datos comparables con los resultados
de Villiger (1981) quien estimo el tamaño
poblacional del rodal de Huajlasana en cerca de
4000 individuos y el rodal de Cerro piño en 125
individuos, entre ejemplares tiernos, jóvenes y
adultos, siendo superados considerablemente por
este estudio. Estos resultados evidencian que las
poblaciones de P. raimondii aún se encuentran en
proceso de reproducción y propagación. El rodal de
Huajlasana albergó el 47% del total de individuos
censados y a la vez es el rodal de mayor área y con
una alta densidad poblacional, caso contrario
sucede con el rodal de Cerro piño que albergó el 4%
del total, este pequeño tamaño poblacional puede
deberse al bajo porcentaje de individuos tiernos
que posee (Salazar & Villasante, 2012) o que en
esta área las semillas no cuentan con las
condiciones adecuadas de luz y humedad para
germinar (Vadillo et al., 2004).
Con respecto al estado reproductivo, tres rodales
presentaron altos porcentajes de individuos adultos
en floración y/o fructificación: Huajlasana con el
53%, Huaquinanchi con el 42% y Pacchapuquio
con el 38%, por lo que se puede considerar que en
los siguientes años estos rodales tendrían una alta
regeneración en sus poblaciones, ya que estos
individuos se encargarían de formar las semillas de
las siguientes progenies, lo que incrementaría la
probabilidad de sobrevivencia de los rodales
(Salazar & Villasante, 2012). Sin embargo, según
Odum & Barrett (2006) el alto porcentaje de
individuos adultos evidencian una población en
declinación, debido a la baja natalidad (individuos
tiernos) de sus poblaciones. Esto es similar a los
resultados de Salazar & Villasante (2012) para seis
rodales de P. raimondii en Arequipa, quien reportó
altos porcentajes de individuos adultos y pirámides
poblacionales en colapso, y caso similar a los
resultados de Montesinos (2014) para rodales en
Moquegua con bajos porcentajes de individuos
tiernos, lo que indicaría que las poblaciones de P.
raimondii tendrían bajas posibilidades de
sobrevivir (Odum & Barrett, 2006).
Estudios realizados por Vadillo et al. (2007) y
Sgorbati et al. (2004) indican la baja variabilidad
genética de las poblaciones de P. raimondii, esta
condición podría afectar seriamente a esta especie,
al no adaptarse a los cambios climáticos y acción
antrópica que se vienen aconteciendo en los
últimos años, conduciéndola a la extinción por lo
que urge la necesidad de tomar medidas inmediatas
para minimizar este riesgo.
Adicional al estudio poblacional, se registró
vegetación asociada compuesta principalmente por
especies de los géneros Stipa, Festuca,
Calamagrostis, Senecio, Baccharis, Chuquiraga,
Werneria y Lupinus. Dentro de la fauna
circundante se avistaron especies como: Patagona
gigas (Vieillot, 1824) “picaflor gigante”,
Nothoprocta perdicaria (Kittlitz, 1830) “perdiz”,
Vanellus resplendens (Tschudi, 1843) “avefría”,
Colaptes rupícola (D'Orbigny, 1840) “carpintero
andino” y también a Geranoaetus polyosoma
(Quoy & Gaimard, 1824) “aguilucho” y Vultur
gryphus (Linnaeus, 1758) “cóndor” volando por el
área; se observaron mamíferos como Lagidium
peruanum (Molina, 1782) y fecas de Lycalopex
DISCUSIÓN
Distribution of Puya raimondii
The Biologist (Lima). Vol. 16, Nº1, ene - jun 2018