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e Biologist (Lima). Vol. 21, Nº1, jan - jun 2023
Rivas-Villarreal et al.
programa permanente de protección de tortugas marinas
desde el año 1991, en el puerto y ciudad de turística de
Mazatlán, como una institución pionera en conservación
de la tortuga marina desde hace más de 30 años (Acuario
Mazatlán, 2020), con acciones de captura y resguardo de
huevos de estos reptiles marinos. A esta iniciativa se sumó
el Santuario Tortuguero el verde Camacho. Esta zona fue
decretada como Sitio RAMSAR - no. 1349, el 2 de febrero
de 2004 y el 29 de octubre 1986, por decreto presidencial
se le reconoce como Zona de Reserva y sitio de refugio
para la protección y conservación, repoblación, desarrollo
y control de diversas especies de tortugas marinas. El 26
de abril de 1991, el Gobierno del estado de Sinaloa de
acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CONANP) fue considerado como área de las
islas e islotes del Golfo de California (ANP´s islas e islotes
del Golfo de California, Sesión 29 del patrimonio mundial
de la UNESCO). El campo tortuguero se encuentra al
norte de Mazatlán cerca del Río Quelite y es considerado
una reserva natural de vida salvaje. La playa de 25 km de
longitud es la zona de reproducción más importante de la
tortuga golfina Lepidochelys olivacea (Eschscholtz, 1829)
en el estado de Sinaloa (Golfo de California), donde
llegan a anidar en grupos de 40-50 individuos por noche.
A escala mundial, la tortuga golfina es la tortuga marina
más abundante del mundo; sin embargo, las poblaciones
del Atlántico están severamente agotadas, ocasionando
que no arriben con frecuencia como en el pasado (Böhm
et al., 2013; Alvarado-Díaz et al., 2001; Guzmán &
García, 2016). La cúspide de anidación de estos reptiles
ocurre de abril a agosto y se extiende hasta noviembre, se
colocan uno o dos nidos en intervalos de 17 a 30 días,
y el tamaño medio de la puesta es de 105-115 huevos
por nido. Al eclosionar los huevos, las crías emergen
de la playa después de unos dos meses de incubación
y se orientan instintivamente hacia el mar abierto. La
tortuga carey Eretmochelys imbricata, (Linnaeus, 1766),
la tortuga negra Chelonia agassizi (Bocourt, 1868) y,
esporádicamente, la tortuga laúd Dermochelys coriacea,
(Vandelli, 1761) son consideradas especies en peligro de
extinción y experimentan una notoria disminución en su
número (Tabla 1).
Ante esto, el presente trabajo tuvo como objetivo
determinar la interacción entre el conocimiento biológico
de las tortugas marinas que desovan en las playas turísticas
y el abordaje sobre la educación ambiental como
disciplina, así como su intervención social en el cambio
de actitudes a lo largo de tres décadas de datos biológicos
registrados de arribos de Tortugas Golfinas (L.s olivacea)
en Mazatlán, México.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se utilizaron las bases de datos el Acuario Mazatlán, México.
La presente investigación se basó en un proceso inductivo
para explorar y describir, lo aspectos teóricos de los actores
clave en la educación ambiental regional de acuerdo
con una “perspectiva de representar lo que se observa”
(Esterberg, 2002). Esta investigación es multidisciplinaria
entre las áreas de la biología y la perspectiva social, donde
se emplearon una variedad de formatos para registrar los
resultados como las narraciones y audios interpretativos
hechos por los actores clave derivadas de las entrevistas,
fotografías para la interpretación visual y fragmentos
de textos de noticias relevantes obtenidas de periódicos
locales (Tabla 2) (Hernández-Sampieri et al., 2014).
La investigación es de tipo descriptivo, longitudinal y
cualitativo con representaciones rigurosas de los fenómenos
donde se realiza un seguimiento a la conservación de la
tortuga marina durante un periodo de tres décadas, con
un enfoque en la educación ambiental y una base de datos
de treinta años proporcionado por el Acuario Mazatlán,
donde se reconoce el proceso de educación ambiental
por parte de biólogos en la zona de playa i) al arribar las
tortugas, ii) colectar y resguardar los huevos, iii) liberarlas
observador o turista y residente que vive la experiencia
(Figura 1). Con los datos recabados, se realizó una base de
datos tomando en cuenta el número de tortugas, número
de huevos por nido, crías liberadas y especies registradas.
Este trabajo identificó tres fuentes de información
importantes que realizan programas de conservación
o investigación científica sobre este quelonio marino:
tortugas Laud, Golfinas o Lora, Carey, y Prieta (Acuario
Mazatlán, 2020), El Verde Camacho (CONANP-Federal)
y estrella de Mar (privado) para llevar la comprensión más
robusta del fenómeno. Algunos datos se tomaron del día
mundial de la vida silvestre (Acuario Mazatlán, 2020).
Se consideraron estos componentes: i) los problemas y
deterioro medio ambientales forman parte fundamental de
las agendas internacionales, ii) el turismo como actividad
económica predominante en el puerto sinaloense, que
abarca un escenario complejo donde convergen los intereses
de múltiples actores: i) del sector público, del ii) sector
privado empresariales (hoteles, restaurantes, prestadores
de servicios turísticos), iii) residentes y iv) visitantes del
destino, v) las instituciones públicas, federales y estatales,
así como vi) las instituciones de educación superior y el
inevitable deterioro del medioambiente. La metodología
se abordó en dos etapas: la revisión y análisis bibliográfico
sobre las tortugas con relación a su ciclo de vida (el uso
de playas turísticas para su desove) y entrevistas a actores
clave (trabajadores del Acuario, voluntarios) y el biólogo
responsable del programa de tortugas marinas del Acuario
Mazatlán (AM).