derivados del uso de lámparas para observarlas en
las playas de desove, iluminación artificial de
playas, flash de las cámaras fotográficas, bloqueo o
modificación del tránsito del organismo, contacto
directo con su cuerpo, manipulación de nidos,
huevos y crías, exposición a ruido, abandono del
proceso de anidamiento por perturbación, la
sombra que proporcionan los edificios en las
playas de desove y sus implicaciones en la
anidación de los huevos, etc. (Jacobson & López,
1994; Tisdell & Wilson, 2000; Lorne & Salmon,
2007; Landry & Taggart, 2010; Popper et al., 2014;
Dimitriadis et al., 2018; Vandersteen et al., 2020).
Dado que las tortugas buscan playas abiertas de
poca pendiente, libre de vegetación y sin
obstáculos (Márquez, 1976; Moreno-Casasola et
al., 2006), con frecuencia anidan en sitios turísticos
o playas usadas para este propósito (Vargas del Río
( Brenner, 2013; Mendes et al., 2019).
El desarrollo costero turístico como la
construcción de estructuras para la protección de
las playas ante la erosión, la localización de zonas o
estructuras urbanas (paseos marítimos, hoteles,
restaurantes, entro otros), limpieza de playas
pueden afectar negativamente a las tortugas
marinas en sus zonas de puesta, por ejemplo, si no
se identifica la presencia de nidos, la maquinaria
utilizada, uso y tránsito de otros vehículos como
motos o kayaks, lanchas y personas pueden
compactar la arena e inviabilizar el nacimiento de
las crías, la construcción de diques para la
contención de la erosión de playas por medio de
estructuras artificiales puede suponer un obstáculo
para el acceso de las tortugas a las partes altas de la
playa, interfiriendo en la elaboración de nidos
(Moreno-Casasola et al., 2006).
Existen casos específicos de estos impactos
negativos del turismo en la conservación de las
tortugas marinas en México (de la Esperanza et al.,
2017) donde se identifican al menos tres impactos
significativamente detrimentales: 1) los muebles
de playa que bloquean el movimiento de las crías o
hembras, 2) la presión directa de los turistas y 3) la
iluminación artificial frente a la playa que puede
engañar a las crías o hembras. Además de tomar en
cuenta estos impactos negativos y directos del
turismo sobre las tortugas, no debemos perder de
vista las condiciones con las que debe contar la
playa para maximizar el éxito de la nidada, como lo
son el albedo de la arena (Hays et al., 2001), la
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The Biologist (Lima). Vol. 20, Nº2, jul - dic 2022
contaminación por residuos sólidos (Triessnig et
al., 2012; Fujisaki & Lamont, 2016), el clima en
general (Pike, 2013) y la expansión de la franja
urbana sobre las playas (Fish et al., 2008; Mazaris
et al., 2009; Silva et al., 2020). Sumado a los
efectos antropogénicos directos tanto a los
organismos como a las playas y mares donde se
distribuyen las tortugas, resulta de especial interés
el vertiginoso ascenso en el turismo que visita
Sinaloa (4,7 millones de personas en 2019, 20%
más que en 2018 (Toledo, 2020) y que el 70% de
éste se concentra en Mazatlán. De la mano con la
visitación, el crecimiento en infraestructura
turística sin planeación a largo plazo y carente de
criterios de sostenibilidad (Rodríguez & Valiente,
2019) amenazan la conservación de las playas y de
las tortugas marinas que las ocupan. Ante este
constante crecimiento de infraestructura turística e
índices de visitación, cabe mencionar que estas
especias de reptiles muestran una alta fidelidad a
sus sitios de anidación, esto quiere decir que una
misma hembra puede llegar a desovar varias veces
en la misma playa de donde eclosionó. Esta
fidelidad por una playa específica se transmitirá de
generación en generación (Bowen et al., 2004;
Broderick et al., 2007; Evans et al., 2019; Shimada
et al., 2020). Este desarrollo de infraestructura
turística modificará las playas de desove de las
tortugas y tiene un efecto directo en la
supervivencia de estas especies bajo alguna
categoría de riesgo (Silva et al., 2020).
El manejo adecuado de vida silvestre se consigue
con la participación de los diferentes actores
involucrados, quienes deberán adoptar una
evaluación científica, tomando en cuenta el
bienestar animal, aplicar conocimientos básicos,
tradicionales y acatar la legislación vigente
(Hernández-Silva et al., 2018). En este contexto,
Grano-Maldonado et al. (2020) sugieren investigar
de forma regional, tomando en cuenta el factor
sociocultural y comparar los casos de proyectos
turísticos ligados a las tortugas marinas desde una
perspectiva multidisciplinaria, ya que, sin el
manejo adecuado, pueden producir impactos
negativos sobre dichas especies y su ecosistema,
poniendo en riesgo este valioso atractivo turístico
como lo han mencionado otros autores (Frazier,
2005; Wilson & Tisdell, 2001, 2003; Mazaris et al.,
2017; Madden Hof et al., 2019; Read et al., 2019;
Metcalfe et al., 2020).
Conservation of the Pacific Ridley Sea Turtle