The Biologist (Lima). Vol. 15, Nº1, jan - jun 2017
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Gómez et al.
caso de Kammann et al. (2015) en la que la
pérdida de nitrógeno por lixiviación se redujo
considerablemente al incorporar biocarbón al
sistema. Por ello sería recomendable realizar una
prueba de columnas para profundizar en la
lixiviación del metal en los sistemas.
Asimismo, el efecto observado puede deberse al
aumento de CE en los suelos. Luego del análisis de
correlación de variables respecto al BAC, en el cual
se evaluaron las siguientes variables de la
caracterización final del suelo: pH, conductividad
eléctrica (CE), porcentaje de CaCO , porcentaje de
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materia orgánica (MO) y capacidad de intercambio
catiónico (CIC), se obtuvo que la CE fue el
parámetro que presentó significancia relevante. En
la Figura 3 se observa que el BAC tiene tendencia a
incrementar conforme aumenta la CE del suelo.
Esto significa que hay una relación directa entre la
cantidad de mercurio bioacumulado en las hojas de
lechuga y la CE del suelo. La CE es una variable
que influye directamente con la movilidad del
mercurio en suelo, en la medida que la presencia de
sales como el cloruro es un factor clave en la
especiación de este metal, junto con el pH y el
potencial REDOX (Steinnes, 2013). En la Tabla 1
se observan los valores de CE en la caracterización
inicial, y en la Tabla 2 los correspondientes a la
ca r ac t er i za c ió n fi n al . A l i n ic i o d e l a
experimentación, el blanco presenta los mayores
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valores de CE (7,9 dS·m ), mientras que al final de
la experimentación es el que cuenta, en promedio
-1
de todas sus repeticiones, la menor CE (2 dS·m ).
Por su parte, los 4 tratamientos aumentan su CE,
-1
pasando de un rango de 2,5 a 2,4 dS·m , a un rango
-1
de 3,9 a 8 dS·m . El aumento de la CE puede ser
consecuencia de mayor presencia de iones solubles
disponibles en el suelo a raíz de la actividad
microbiana que mineraliza los nutrientes del suelo.
Además, mayor cantidad de iones solubles en el
suelo significa más competencia entre estos y el Hg
por ser adsorbidos por el biocarbón.
Si bien la tasa de aplicación del biocarbón en este
experimento no fue una variable entre los
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tratamientos sino una condición fija (5 ton·ha ) se
puede decir que es una tasa dentro del rango
recomendado de aplicación, el cual va de 5 a 50
toneladas de biocarbón por ha (Major, 2010). Si
bien se trata de un rango amplio, son las tasas de
aplicación más altas las que muestran mejores
resultados (Chan et al., 2007; 2008; Major et al.,
biocarbón (BAC promedio=2,14), se nota que el
blanco fue el que presentó una mayor fracción del
metal en el suelo que en la planta, mientras que
todas las muestras con biocarbón presentaron una
concentración mayor de Hg en las hojas de
lechuga que en el suelo. Este resultado contradice
lo esperado pues se pretendía retener más metal en
los suelos con biocarbón, lo que parece indicar
que los diferentes tipos de biocarbón más el
compostaje facilitaron la absorción de Hg a través
de las raíces de la lechuga para su translocación
hasta las hojas, especialmente aquellos tipos de
biocarbón generados a baja temperatura (300°C).
Cuando se comparan los suelos con biocarbón
activado con H PO se observa que no hubo
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diferencia significativa con los otros suelos con
biocarbón sin ácido fosfórico y con el blanco.
La mayor extracción de Hg por las lechugas de los
tratamientos con biocarbón puede ser debido a la
estimulación de la microbiota del suelo que pudo
haber conducido a la metilación del mercurio, lo
cual lo vuelve más biodisponible para las plantas.
Según Liu et al. (2014), la reducción del mercurio
en el sistema con biocarbón aplicado y alta
actividad microbiana no fue observada hasta
después de un largo periodo de tiempo, por lo que
los resultados obtenidos podrían variar en un
mayor plazo de evaluación. Por otro lado, Shu et
al. (2016) obtuvieron una alta inmovilización del
mercurio en el suelo con biocarbón aplicado
atribuido probablemente a los microorganismos,
por lo que se podría pensar que el tipo de suelo
también es un factor que ha podido influir en los
resultados obtenidos. La bioquímica del mercurio
está asociada principalmente a la transformación
biológica de sus compuestos (Kabata-Pendias,
2011). Los microorganismos producen metil
mercurio con el propósito de detoxificar el metal,
pero al mismo tiempo, el metil mercurio es
altamente tóxico ya que está listo para ser
absorbido por las membranas celulares (Kabata-
Pendias, 2011).
Estos resultados también pueden ser explicados
por una posible lixiviación del metal producido en
el sistema blanco, lo cual pudo ser prevenido por
el biocarbón presente en los demás tratamientos
(Kammann et al., 2015). En este sentido, el
biocarbón pudo haber mejorado la estructura del
suelo, incrementando su consistencia y
previniendo la lixiviación del metal, como fue el