321
la última respuesta de las aves a una
competencia muy intensa con la pesca. Se han
observado abandonos, pero este proceso debe
ser cuantificado y analizado en el futuro.
En el período 2013–2014, previo a la campaña
de recolección de guano 2014, el guanay
registro dos picos reproductivos al igual que el
piquero, lográndose con ambas especies la
culminación de su etapa reproductiva. Es así,
que la población de aves guaneras para el mes
de febrero 2014, en la isla Guañape Norte
registró un total de 216166 aves no
reproductivas (68661 guanayes, 142300
piqueros y 13204 alcatraces). Solo así, se hizo
el ingreso con el personal de campaña,
respetando de esta manera la etapa
reproductiva de la población de aves guaneras,
evitando lo mencionado por Carney &
Sydeman (1999), donde señalan que la
presencia humana puede eliminar los nidos de
aves marinas que anidan en el suelo, en
particular los Pelecaniformes, láridos y
Charadriformes, que a su vez pueden lesionar a
los pollos y huevos, dejar el nido vulnerables a
la depredación por gaviotas y córvidos, o
expuestos a los elementos (por ejemplo, el
enfriamiento de los huevos incubados o
polluelo que lleva a debilidad o muerte). Esto
también conllevaría al abandono del nido o, en
el caso de la prospección, que significa que no
se asientan en el primer lugar. Los efectos
negativos de la remoción del guano como
sustrato para la anidación ha sido demostrado
en el pingüino de Humboldt (Spheniscus
humboldti Meyen, 1834) (Paredes & Zavalaga
2001) y en épocas reproductivas (Holmes et al.
2005). Simmons et al. (1998), mencionan que
la recolección imprudente del guano origina la
degradación del hábitat y la perturbación de las
aves de cría, agravando la disminución de las
poblaciones, tal como lo que sucedió en las
islas de Namibia (África del Sur).
Por observaciones personales en campo, se ha
visto que en la isla Chincha Centro, durante la
campaña de recolección de guano en el año
por parte de los pichones a medida que crecen,
y (2) mayor dificultad para conseguir una
cantidad comparable de presas. Para este
periodo de actividad extractiva de guano, las
condiciones oceanográficas frente a la costa
peruana presentaron serias alteraciones
relacionadas con la variabilidad atmosférica. A
mediados del 2007, se presentó el evento La
Niña que fue el más intenso de los últimos 20
años, y duró hasta el 2009, siendo considerada
una Niña moderada (Sánchez et al. 2010).
En el año 2008 la etapa reproductiva se dio
entre setiembre 2008 a julio 2009, donde el
piquero y el guanay registraron dos etapas
reproductivas. Vogt (1942) mencionó que esto
se puede deber a que en algún lugar su
anidación había sido interrumpida, y que por lo
tanto sólo llegaban a la isla a completar su
anidación, poniendo sus huevos al cabo de
pocos días, sin el período normal de celo.
La composición poblacional por especie en la
isla Guañape Norte para el año 2014 fue de
68,5% para el piquero, 31,5% para el guanay y
0,05% para el pelícano o alcatraz, asimismo se
observó en el periodo estudiado (2007–2014)
que el piquero es la especie predominante en
esta isla (Figueroa & Suazo 2012).
En las temporadas reproductivas del
2011–2012, y 2012–2013, se registraron
abandonos en los dos intentos reproductivos
del guanay y del piquero, especialmente en los
momentos de cortejo y formación de nidos y
cuando presentaban huevos. Las aves pueden
mitigar la competencia con la pesca hasta
cierto punto, sin embargo, las aves en
reproducción enfrentan a la vez un alto
requerimiento energético para alimentar a los
pichones, es así que estos abandonos pueden
darse por las distancias largas y el tiempo para
requerir de su alimento, viéndose obligadas a
forrajear más lejos o quedándose más tiempo
en el mar. Esto se corrobora con lo que
menciona Bertrand et al. (2010), que el
abandono del nido constituye probablemente
The Biologist (Lima). Vol. 14, Nº2, jul-dec 2016
Population dynamics of sea birds