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probióticas que ayudan en la salud de los peces. Las
especies de V. anguillarum, V. salmonicida y Vibrio
vulnificus (Farmer, 1980), son los principales
patógenos bacterianos en invertebrados marinos y
peces. Afectan comúnmente a las larvas y pueden
llegar a causar muertes repentinas e importantes en
la industria. Por otro lado, se tiene la hipótesis de
que muchas especies de Vibrio no son verdaderos
patógenos, sino patógenos con factor oportunista, y
esta virulencia se acentúa en condiciones de
acuicultura intensiva. Por ejemplo, Vibrio
Alginolyticus (Sakazaki, 1968), ha demostrado en
vivo su buen funcionamiento como probiótico para
el salmón del Atlántico, protegiéndolo contra A.
salmonicida, V. anguillarum y Vibrio ordalii (Trust
& Crosa, 1981) (Egerton et al., 2018).
Existen diferencias entre la microbiota de
herbívoros y otras dietas, en los estudios
publicados trabajaron con una gran variedad de
especies como, el pie espinal con manchas
marrones (Siganus stellatus) (Forsskål, 1775), pez
mantequilla (Odax pullus) (Forster, 1801), pez loro
margarita (Chlorurus sordidus) (Forsskål, 1775),
pez loro oscuro (Scarus niger) (Forsskål, 1775, pez
mármol (Aplodactylus arctidens) (Richardson,
1839) y zebra-perch (Hermosilla azureus) (Jenkins
& Evermann, 1889), obteniendo una alta
microbiota intestinal dominada por Firmicutes. Sin
embargo, las especies de agua dulce bentívoras y
planctívoras tienen comunidades bacterianas
intestinales únicas. En general, las Proteobacterias
son el nivel trófico dominante no herbívoro, y las
Vibrionaceae, Aeromonas y Pseudomonas se
reportan con frecuencia en carnívoros, omnívoros
y planctívoros (Egerton et al., 2018).
Larsen et al. (2001) demostraron que las bacterias
intestinales de peces sintetizan ácido graso
antimicrobiano. En el caso de la trucha arcoiris O.
mykiss algunas muestran actividad antifúngica, ya
que las bacterias del género Vibrio como V.
anguillarum es altamente quimiotáctica para
mucosidad procedente de branquias, piel, e
intestino, con mayor respuesta en el intestino y piel.
Esta bacteria puede penetrar en la capa protectora
usando la mucosa intestinal como fuente de
nutrientes (datos no específicos). Sin embargo,
esto nos podría decir que la mucosidad es un foco
atrayente, y que V. anguillarum tiene diferentes
preferencias quimiotácticas, por lo tanto sin el
correcto funcionamiento intestinal, el organismo
podría sufrir una fuerte infección patológica.
Existen enfermedades como la enteritis
(inflamación intestinal), la cual se han vuelto un
problema en cultivos del salmón del Atlántico
(Salmo salar) (Linnaeus, 1758), el pez cebra
(Danio rerio) (Hamilton, 1822), el rodaballo
(Scophthalmus maximus) (Linnaeus, 1758), el jurel
de cola amarilla (Seriola lalandi) (Valenciennes,
1833), mero genciano perlado (Epinephelus sp.) y
la carpa común (Cyprinus carpio) (Linnaeus,
1758). Por factores alimenticios (pienso con harina
de soja), por patógenos como Aeromonas
hydrophila (Chester, 1901) o parasitarios (Legrand
et al., 2020). Por ende, la microbiota específica en
la piel y en el intestino juega un rol determinante en
el inicio de la inflamación. En peces sanos la
microbiota intestinal está dominada por
Mycoplasmataceae (54% de abundancia relativa),
Aliivibrio, Photobacterium y Brevinema; en la piel
se encuentran Flavobacteriales (46%),
Alteromonodales (10%), Rhodobacterales (9%),
Oceanospirillales (5%) y Synechococcales (3%),
pero que estas se empiezan a perder en avance con
la inflamación. Demostrando que la microbiota en
la piel es más sensible al medio ambiente, y esta
pérdida de diversidad y uniformidad se caracteriza
por una menor capacidad funcional y resiliencia, lo
que nos indica que la microbiota cutánea e
intestinal de los peces enfermos podría perder
funciones importantes, como la resistencia a
patógenos oportunistas (Legrand et al., 2020).
Givens et al. (2015) utilizaron pirosecuenciación
para comparar la comunidad microbiana
procedente del intestino de doce peces óseos y tres
especies de tiburones, residentes principalmente en
estuarios y ambientes marinos,donde encontraron
una alta dominancia de Proteobacterias (98%), en
peces suelen encontrarse Aeromonas sp.,
E s c h e r i c h i a c o l i ( E s c h e r i c h , 1 8 8 5 ) ,
Photobacterium sp., Pseudomonas sp. y Vibrio
sp., seguido de Firmicutes en un 45%, estas son
típicamente aerobias o anaerobias facultativas. En
tiburones al tener un intestino corto con una válvula
en espiral la cual aumenta la superficie intestinal y
la absorción, también se encontró Photobacterium
sp. de forma predominante, seguido de
Actinobacterias, Firmicutes (Clostridium sp.),
Fusobacterias (Cetobacterium sp.) entre otras
Proteobacterias como Campylobacter sp. y Vibrio
sp., concluyendo que las funciones intestinales,
The Biologist (Lima). Vol. 19, Nº2, jul - dic 2021
Vidal-Márquez