sus significaciones (Rojas, 1999). El gran dilema que se
anuncia es qué clase de signos son, es decir, según la
matriz tipológica pertinente.
entre ellas el triángulo y los cuadrados en las pununas
huancabambinas. (Figura 1). Son figuras geométricas
que han estado en el mundo andino, en la sierra de
piurana, desde tiempos inmemoriales, elaboradas por
mujeres llamadas mamacónas, que encontraron los
europeos en 1532 en Caxas:
La Chacana era un soporte de la cultura
Chavín, pero también de otras culturas en el mundo
andino prehispánico (Figura 2). Los estudiosos de ella
(
1
Campana, 2015), (Estermann, 2006), (Lumbreras,
989) le atribuyen una antigüedad de 3500 años y su
En el pueblo había dos casas llenas de calzado
y panes de sal, así como un manjar que parecía
albóndiga. Eran depósitos para las huestes de
Atabalipa. Mena añade que en unas casas altas
hallaron los españoles mucho maíz y en otras de
mucha lana. Más de quinientas mujeres no hacían
cosa, sino ropa y vino de maíz para la gente de
guerra. Jerez describe la casa grande, fuerte y
cerrada por tapias, con puertas donde estaban
estas mujeres hilando y tejiendo para la gente
de Atabalipa. No había hombres, más los que
guardaban. Unos hombres ahorcados de los pies
que los españoles vieron a la entrada del pueblo
eran los porteros de esta casa. Atabalipa los había
mandado a matar. Porque uno de ellos se había
entrado a dormir con una mujer. (Hocquenghem,
1989, p. 22)
trayectoria intencional fue creada por el hombre para
tener una connotación sobre ella. Efectivamente, es
una señal arbitraria, es decir, solo concierne a todos los
que viven en el universo andino, o sea es “un objeto
denotado arbitraria o inmotivada cuando entre ambos
no hay una relación formal, ni lógica ni natural” (Rojas,
1
999). Esta figura no tiene parecido a otra ya que es
única, original, pues mantiene su forma primigenia. Ha
transcurrido el tiempo y se mantiene igual. Más bien,
el significado responde a la interpretación hermenéutica
filosófica (De Paz, 2002). Del mismo modo, este signo
es convencional, porque ha nacido en el universo
heredado. Por lo tanto, es parte del pasado vivido en el
presente. En cambio, no es sistemático, ya que no hay
un antes que funcione, ni un después. No depende de
factores culturales. En conclusión, según los criterios del
tipo de signos, tenemos que es intencional, arbitrario,
convencional y no sistemático. Por lo tanto, se puede
colegir que es una señal. De igual manera, el runa (ser
humano), según Estermann (2006), es una Chacana,
un puente cósmico, cuya función de mediación puede
usar su racionalidad para reflejarse en ella: el universo
y la naturaleza. Un runa, es una Chacana, un intérprete
del todo. Por eso el andino, presenta sus signos más
representativos en figuras, en ceremonias rituales (vivir)
festejar simbólicamente la vida. Una fiesta constante
en celebrar el orden cósmico, significa conocerlo y
conservarlo.
El triángulo o pirámide, figura geométrica
que está en la tradición milenaria de la sierra piurana,
en los mantos o pununas hechas por las mamaconas
(Arrieta, 2021) es evidencia histórica que no nos
desampara en lo afirmado. Profunda conexión con el
universo (Figura 1) es la medida que forma el triángulo,
tan antigua para entender la complejidad del universo
y de lo que aún resulta misterioso. Realmente, es la
figura que demanda investigaciones futuras pertinentes.
Por hoy nos queda decir que tenemos la confianza de
seguir con una investigación de largo aliento. (Arrieta,
2021). Triangulo misterioso, línea quizá milenaria con
un trazo representativo en su geometría. No sabemos
el sonido fonológico de los idiomas originarios, pero sí
distinguimos su grafía universal indígena prehispánico.
Los caminos hacia la universalización empiezan en el
pasado y están en el presente al servicio del ser humano,
su saber va hacia el infinito, buscando el sentido
cósmico, en toda la ampliación de nuestro universo.
Todo va más allá de la exactitud de la medida (porque
es la medida ideal); equivale y es el misterio mismo.
Entonces, las relaciones geométricas son milenarias,
las de siempre, las medidas perfectas difundida por los
filósofos y matemáticos griegos. La geometría propone
la perfección de este y otros universos, porque tiene una
conexión con el universo como un código de conexión.
La Estela Chavín es una piedra plana donde se
han trazado diseños enigmáticos (“¿planicie sígnica”?)
y que ha sido tomada como insignia por la Universidad
Nacional Federico Villarreal (Figura 3). Su antigüedad
se ha puesto en vigencia, ya que muchos estudiosos
se han ocupado de ella: (Campana, 2015), (Bischof,
1
2
987), (Lumbreras, 1989), (Ravines, 1984) y (Osorio,
015). Ellos han abordado la importancia de estos trazos
en la evolución de la cultura peruana andina. ¿Es una
identidad de siempre que nos recuerda quiénes somos los
peruanos andinos? Por supuesto, el soporte lítico ha sido
usado en forma intencional, arbitraria, convencional.
Entonces, según la tipología, ¿esta imagen de estructuras
tan complejas, que parecen ser grafías líticas: dejaron de
ser semasiográficas para mediante el análisis convertirse
en grafemográficas? Entones, nos acercaría con el mito
fundacional sobre los Chavín (Antúnez,1950).
Gran parte de la discusión, aclaración y
restitución sobre el asunto del signo en la cultura andina,
aparece discutida con mayores esclarecimientos, pero
que seguramente, también generará debate, se hizo una
entrevista al especialista de la semiótica en el 2022 de los
signos y la cultura andina publicado en la revista pueblos
continentes (UPAO, 2022) quien sostiene que los signos
Figuras geométricas prehispánicas: las que
encontró J. C. Tello en Huancabamba en 1916 eran
mantos que envolvían los sarcófagos (Arrieta, 2015),
|
Cátedra Villarreal Posgrado | Lima, Perú | V. 3 | N. 1 | enero - junio | 2024 |
59