Estilos de vida en estudiantes de una universidad pública
adolescencia y la juventud, ofrece
una importante perspectiva de la
transición epidemiológica en la
segunda década de vida, en respuesta
a la adopción individual de estilos de
vida, lo que sucede en los primeros
años afecta a la salud y desarrollo de
los adolescentes, adultos jóvenes, e
inclusive en el desarrollo de la
siguiente generación (OMS, 2014).
La universidad desempeña un papel
protagónico en nuestra sociedad,
promoviendo liderazgos, el desarrollo
del conocimiento, escenarios de
formación profesional, la
investigación, en los diversos espacios
nacionales e internacionales. En otras
palabras, estar en la universidad
implica no solo participar de los
procesos de ciencia, cultura, arte, sino
el de promover estilos de vidas
saludables en nuestros estudiantes.
Surge una segunda condición en la
universidad, que se refiere al concepto
de promoción de la salud, lo que ha
quedado sólidamente implementado en
diversos ámbitos nacionales, tales como
las escuelas, las municipalidades, las
regiones, los ministerios, entre
otros,debido a los lineamientos
desarrollados tanto en América Latina
como en el mundo, tales como, la
Declaración de Alma Ata 1978 (Costa,
2004), la Carta de Ottawa 1986 (Ottawa
Charter for Health Promotion, 1986), la
Conferencia de Adelaida, Australia 1988
(Toledo, Vázquez & Coello, 2005), la
Declaración de Promoción de Salud en
América Latina 1992 (Organización
Panamericana de la Salud, Organización
Mundial de la Salud & Ministerio de
Salud de Colombia, 1992), la
Conferencia de Trinidad y Tobago 1993
(como se citó en Arroyo, 2010), la
Declaración de Yakarta 1997 (OMS,
1997), la Resolución de la Asamblea
Mundial de la Salud 1998 (como se citó
en la Organización Panamericana de la
Salud [OPS], 2002), la Declaración de
Medellín, Colombia (OPS, 1999), el
Foro Nacional de El Salvador (OPS,
2002), la Resolución de Copán Ruinas,
Honduras 2001 (OPS, 2002), el Informe
Final de Managua, Nicaragua 2001
(OPS, 2002), el Foro de Chile en 2002
(Muñoz & Cabieses, 2008), la
Conferencia de Bangkok 2005 (Toledo,
Lidia & Coello, 2005) y el Foro de Río
de Janeiro 2006 (OPS, 2006).
Si bien la universidad no asumió este
desafío de manera inmediata, tanto la
Organización Panamericana de la Salud
(OPS, 2002) como la Organización
Mundial de la Salud (OMS, 2005) han
reconocido la relevancia de promover
estilos de vida saludables.
En el Perú, las políticas sobre salud,
las establece el Ministerio de Salud
(MINSA). Así, en el año 2010 emitió el
Documento Técnico “Promoviendo
universidades saludables” el cual entre
sus acciones inmediatas fija “elaborar
una línea de base (diagnóstico) para
identificar las necesidades de promoción
de la salud de las comunidades
universitarias” (MINSA, 2010).
Una universidad promotora de la
saludesaquellaqueincorporaelfomento
de la salud y mejora la calidad de vida
de quienes allí estudian o trabajan. De
esta manera, promueve conocimientos,
habilidades y destrezas para el propio
cuidado y para la implantación de
estilos de vida saludables en la
comunidad universitaria.
Los jóvenes universitarios se
encuentran en una etapa del ciclo
vital clave para la adopción de estilos
de vida que luego practicarán en el
ámbito familiar, social y laboral.
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 59