Riesgo coronario en la hipertensión arterial
sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes.
Hospital Nacional PNP “Luis N. Sáenz”
Coronary risk in hypertension systolic blood associated
with prevalent risk factors. National Hospital PNP “Luis N. Sáenz
Recibido: enero 20 de 2016 | Revisado: marzo 22 de 2016 |
Aceptado: mayo 23 de 2016
Daniel Reyes Tamara1,2 Arnaldo Geldres Echeverria3 Juan Rivera Vizcarra4
Ab s t r act
Estimate the risk of coronary heart disease is
possible with the use of tools such as the
Framingham score. Systolic hypertension
according to the guidelines of the current Clinical
Practice Guidelines constitutes a valid starting
point for the investigation of coronary disease
associated with its prevalent risk factors such as
diabetes Mellitus, dyslipidemia and smoking. The
goal of this research was to determine the coronary
risk in people with isolated systolic hypertension or
associated with prevalent cardiovascular risk
factors. Relevant data was collected from 1469
users in the Department of Cardiology National of
the PNP Hospital “Luis N. Sáenz” during the 2012-
2013 period, estimating the probability of coronary
disease and identifying the high intermediate risk
profile. From those 1469 users, 706 (48.06%) were
male and 763 (51.94%) of female gender; 65.49%
of them between 60 and 79 years. Diabetes
Mellitus Type 2 was identified in 365 (24.85%)
patients, obesity in 387 (26.34%) and dyslipidemia
in 768 (52.28%). The coronary risk according to
the Framingham score, resulted in low risk at
36.76%, moderate for 30.50% and high and very
high at 32.74%. The high coronary risk is very high
and most often presented between 70 and 79 years
old. Arterial hypertension alone or associated with
other cardiovascular risk factors increases coronary
risk. Other factors associated with high risk are
chronic kidney disease having a previous stroke.
The Framingham score has proven useful in the
calculation of coronary risk.
Keywords: Coronary Risk, Systolic blood
pressure, Framingham score
Re su m e n
Estimar el riesgo de padecer una enfermedad coronaria
es posible con el uso de herramientas como el score
Framingham. La hipertensión arterial sistólica de
acuerdo a los lineamientos de las Guías de Práctica
Clínica vigentes constituye un punto inicial valido para
la investigación de enfermedad coronaria asociada a sus
factores de riesgo prevalentes como son diabetes
Mellitus, dislipidemia y tabaquismo. El objetivo de esta
investigación fue determinar el riesgo coronario en la
población con hipertensión arterial sistólica aislada o
asociada a factores de riesgo cardiovasculares
prevalentes. Se recolectaron los datos pertinentes de
1469 usuarios del Departamento de Cardiología del
Hospital Nacional PNP “Luis N. Sáenz” durante el año
2012-2013, estimando la probabilidad de enfermedad
coronaria e identificando el perfil de riesgo intermedio
alto. De 1469 usuarios, 706 (48.06%) de género
masculino y 763 (51.94%) de género femenino; el
65.49% se ubica entre los 60 y 79 años. La diabetes
Mellitus tipo 2 se identificó en 365 (24.85%) pacientes,
obesidad en 387 (26.34%), dislipidemia en 768
(52.28%). El riesgo coronario según el score
Framingham, resultó en bajo riesgo en 36.76%,
moderado en 30.50% y alto y muy alto en 32.74%. El
riesgo coronario alto y muy alto tiene mayor frecuencia
entre los 70 y 79 años de edad. La hipertensión arterial
sola o asociada con otros factores de riesgo
cardiovasculares incrementa el riesgo coronario. Otros
factores asociados a riesgo alto son la enfermedad renal
crónica e infarto cerebral previo. El score Framingham
tiene utilidad demostrada en el cálculo del riesgo
coronario.
Palabras clave: riesgo coronario, hipertensión
arterial sistólica, score Framingham
1 Hospital Nacional PNP “Luis N. Sáenz”
2 E-mail: alucardmrt@hotmail.com
3 arnaldo_geldres@hotmail.com
4 jmriverav@hotmail.com
| Cátedra Villarreal | Lima, perú | V. 4 | N. 1 | PP. 35-56| enero-junio | 2016 | issn 2310-4767 35
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
INTRODUCCIÓN
En el campo de la cardiología preventiva
se desarrollan investigaciones que tienen
por objeto identificar métodos válidos,
pragmáticos, costo - efectivos (Pletcher
et al., 2009; Sorensen, Frick, Wade,
Simko & Burge, 2009) para estimar el
riesgo de padecer una enfermedad
coronaria en una población determinada.
Estos métodos suelen ser clínicos y se
aplican en el primer nivel de atención en
salud; es decir, basados casi
exclusivamente en la información
vertida en la historia clínica y exámenes
de laboratorio sencillos y accesibles.
Los llamados “Factores de riesgo
para enfermedad coronaria”, dentro de
los cuales se encuentran la hipertensión
arterial; además del tabaquismo,
dislipidemia y diabetes Mellitus en
orden de prevalencia (Ali, Narayan
& Tandom, 2010; Kannel & Higgins,
1999; Khan, 2009; Mancia et al., 2007;
Toth, Zarotsky, Sullivan & Laitinen,
2009; Zosi, Di Maria & Acuña, 2006)
han motivado investigaciones variadas y
de diferente magnitud, resultando en la
confección de “Scores de Riesgo” que
asocian su presencia a probabilidad de
enfermedad coronaria (Greenland et al.,
2010; Lee & Hlatky, 2009).
Esta investigación tiene por
objeto describir en un paciente
diagnosticado de hipertensión arterial
la probabilidad de presentar
enfermedad coronaria aguda en un
tiempo determinado (Kim et al., 2004),
basados en la severidad y control de su
presión arterial, y la suma de factores
de riesgo epidemiológicamente
relacionados (Toth et al., 2009; World
Health Organization [WHO], 2007),
como son el tabaquismo, dislipidemia
y diabetes Mellitus.
Para tal fin, se utilizó como
instrumento para estimar el riesgo de
enfermedad coronaria el Score de
Framingham; descrito en el informe
del ATP III (Adult Treatment Panel
III) actualizado al año 2004 (Expert
Panel on Detection, Evaluation and
Treatment of High Blood Cholesterol
in Adults, 2001; National Institute of
Health, 2002); cuya consistencia
demostrada y utilidad recomendada
por las Sociedades de Cardiología que
establecen las Guías de diagnóstico y
tratamiento; constituyen a este método
un instrumento válido y aplicable para
el objetivo de estudio (Mosca et al.,
2011).
Con los resultados obtenidos,
analizados y organizados en relación
a nuestros objetivos, se introduce el
concepto de probabilidad de
enfermedadcoronariaaguda(entendido
como evento final) a partir del análisis
de la hipertensión arterial (factor
inicial más prevalente y significativo);
y en segundo lugar se practica el
concepto de enfoque clínico integral
(riesgo coronario) al considerar que la
multi-causalidad por enfermedades que
no es patrimonio de la especialidad de
cardiología (dislipidemia, diabetes
Mellitus, tabaquismo).
El alcance de la investigación tiene
impacto definitivo en general sobre el
Nivel de Programas de Salud en
Atención Primaria (Bosomworth,
2011; D’Agostino et al., 2008),
destacando lo que ello significa en
términos de Salud Preventiva y
Economía de la Salud; y en específico
sobre la institución en la cual se realizó
por proveer información actualizada de
interés multidisciplinario, un enfoque
sistematizado para establecer riesgos
y constituir una iniciativa a la que
sucederán investigaciones en el
campo de la cardiología preventiva.
36 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
Antecedentes
En Ginebra, en el año 2008, la
Organización Mundial de la Salud
confeccionó un documento para la
prevención de enfermedades
cardiovasculares. Refería que estas son
la causa más importante de
discapacidad y muerte prematura en
todo el mundo; cuyo sustrato es la
ateroesclerosis (Ridker, Genest &
Libby, 2001). Esta guía está enfocada
en la detección de factores de riesgo en
pacientes con la finalidad de intervenir
en Prevención Primaria o Secundaria
(Bosomworth, 2011; D’Agostino et
al., 2008; Deedwania, 2005; Gaziano,
Nabson & Ridker, 2001).
La utilización de las guías para la
detección de factores de riesgo
coronario (Framingham) ha permitido
la publicación de numerosas
investigaciones; definidas por edad
(Alayón et al., 2010; Bustos, Amigo,
Arteaga, Acosta & Rona, 2003;
Greenland et al., 2010) o género (Lee
& Hlatky, 2009; Mosca et al., 2011), en
áreas urbanas (Banegas, Villar y
Rodríguez, 1996; López-Bescós et al.,
1999), en el primer nivel de atención
(Grundy et al., 1998), correlacionado
con evidencia angiográfica (L.R.
Llerena, Llerena & Rodríguez-Nande,
2001; Waters et al., 1996), en el tiempo
(Kannel, Dawber, Kagan, Revotskie &
Stokes, 1961), entre otros (WHO, 2007).
Lavicoli refiere que la reducción de la
presión arterial en pacientes hipertensos
está asociada a disminución en la
enfermedad cardiovascular (Khan,
2009); sin embargo, por el solo hecho de
ser hipertenso a pesar del buen control,
se mantiene un riesgo de 30% mayor al
normotenso.
La diabetes Mellitus y la dislipidemia
están íntimamente relacionadas (Ali,
Narayan & Tandon, 2010; Toth et al.,
2009; U.S. Preventive Services Task
Force, 2009), de tal forma que la
diabetes predispone a la “dislipidemia
aterogénica caracterizada por niveles
elevados de triglicéridos, niveles
menores de HDLc y LDLc pequeñas y
densas (Assman, 1988; Keevil, Cullen,
Gangnon, McBride & Stein, 2007).
Según la National Colesterol Education
Program’s Adult Treatment Panel III
(NCEP ATP III), la prevalencia de
síndrome metabólico (incluye a estas
dos variables importantes) va desde el
20.2% hasta el 35.3% según la OMS.
El tabaquismo tiene una alta
prevalencia global (20 a 35%) para
Europa, Asia y América, contrastado
entre valores extremos como en Etiopía
(3%) y China (67%); que constituye un
importante problema de salud pública,
siendo factor de riesgo independiente del
30% de muertes por enfermedad
coronaria, 50% de los accidentes cerebro
vasculares, 30% de las defunciones por
causa de cáncer y 82% de las muertes
por bronquitis crónica y enfisema
(Kannel & Higgins, 1999; Jacob, Thun
& Apicella, 1999; Rigotti & Pasternak,
1996). El riesgo atribuido al consumo de
tabaco es directamente proporcional al
número de cigarrillos diarios (efecto
dosis dependiente), profundidad de la
inhalación y edad de iniciación (Rigotti
& Pasternak, 1996) y reduce la
expectativa de vida en por lo menos 10
años en relación a los no fumadores
(English, Willius & Berkson, 1940). Se
configura como factor de riesgo a partir
del estudio Framingham y Minnesota
Business Men Study en 1961, donde se
demuestra que el consumo de 10
cigarrillos por día aumenta en 18% la
mortalidad en hombres y 31% en
mujeres (Keys et al., 1963; McGovern et
al., 1996; Waters et al., 1996).
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 37
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
La reducción de los otros factores de
riesgo modificables tiene impacto
directo sobre la aparición de enfermedad
coronaria (Gould, Lansley, Brown,
Forbes & Martin, 1998; Rubinstein et
al., 2010; Vijan & Hayward, 2003;
WHO, 2007), según se demuestra con
una reducción de 30% en personas con
actividad física superior a seis METS,
explicado por el acondicionamiento
cardiovascular (Morris, Paffenbarger,
Blair); en FRICAS (Ciruzzi et al., 1996)
se evidenció que 88% de pacientes con
infarto de miocardio eran sedentarios;
así mismo la mayor actividad física
estaba relacionada a mejor calidad de
vida. Berenztein argumenta que la
hiperhomocisteinemia es un factor de
riesgo en enfermedad coronaria aguda y
crónica. El efecto sinérgico de los
factores de riesgo en relación
a la mortalidad cardiovascular está
demostrado en estudios como el
INTERHEART y el Multiple Risk
Factor Intervention Trial (Anonymous,
1982; Neaton & Wentworth, 1992).
La aplicación de métodos de
detección de factores de riesgo como
los Scores del ATP III (Score
Framingham), ha tenido una amplia
aceptación y posee una sensibilidad y
especificidad del 46 y 90% en adultos
mayores de 30 años en comparación a
los criterios de la OMS y European
Group for the Study of Insulin
Resistance (EGIR) que tienen 78 y
81%, 73 y 95% respectivamente
(Castillo et al., 2010; WHO, 2007).
Estudios prospectivos demuestran
que en algunas situaciones la
intervención sobre los factores de
riesgo disminuye su incidencia.
Vartiainen observa una disminución
del 15% de los valores de colesterol
en 20 años, y del 10% en la presión
diastólica (Leonetti & Cuspidi, 2008).
MÉTODO
El estudio es descriptivo,
transversal, prospectivo,
observacional y cuantitativo. La
investigación pretende estimar y
describir el riesgo de enfermedad
coronaria a partir de la hipertensión
arterial asociada a otros factores de
riesgo prevalentes. La población que
participó en esta investigación estuvo
constituida por todos los pacientes
inscritos y en condición de
continuador, usuarios del Programa
de Hipertensión Arterial del Hospital
Nacional PNP “Luis N. Sáenz”.
Técnica y Método del Trabajo
El desarrollo del estudio estuvo
basado en métodos y técnicas
cuantitativas. Se utilizaron los pasos
del método científico para el
desarrollo de la investigación (uso
de un protocolo, una ficha y un plan
de análisis), con las técnicas
cuantitativas de recolección, análisis
y publicación de datos.
Criterios de inclusión
1. Diagnóstico de hipertensión
arterial con antigüedad mayor
a un año.
2. Edad adulta, mayor a los 20
años de edad.
3. Ambos géneros
4. Sujeto a tratamiento
farmacológico controlado
5. Controles de laboratorio
menores a un mes
6. Consentimiento para la
investigación
Criterios de exclusión
1. Enfermedad crónica no
coronaria incapacitante.
2. Diagnóstico de cardiopatía
coronaria previa.
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Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
3. Comorbilidad que interfiera
con las variables estudiadas.
4. Sometidos a regímenes
dietéticos, farmacológicos
que alteren las variables.
5. Factores de riesgo asociados a
enfermedad coronaria
diferentes a los estudiados.
6. Interferencia en el tratamiento
por terceros.
7. Datos recogidos no confiables.
8. Ausencia de consentimiento
Definición operacional de las
variables de estudio
Hipertensión arterial sistólica
Presión arterial sistólica con
registro mayor a 140mmHg o
mayor a 130mmHg en pacientes
diabéticos o con enfermedad
renal. Se define controlada
o no de acuerdo a la carga
hipertensiva circadiana, a pesar
de tratamiento farmacológico y
no farmacológico.
Riesgo de enfermedad coronaria
Probabilidad de desarrollar
enfermedad coronaria con
manifestaciones clínicas de la
misma, en relación a la presencia
de sus factores de riesgo. Un
factor de riesgo es cualquier
condición o característica, propia
o adquirida relacionada con la
patogenia y desarrollo de
enfermedad coronaria.
Para la medición de esta
probabilidad de utilizan los
scores de riesgo coronario
(Framingham), los cuales son
mediciones cuantitativas en
base al análisis de los factores
de riesgo.
Diabetes Mellitus
Se diagnostica con un valor
de glucosa plasmática basal
mayor a 126mg/dL, un test de
tolerancia a la glucosa mayor
a 200mg/dL, o hemoglobina
glicosilada mayor a 6.5%.
Dislipidemia
En relación a riesgo coronario
se define la Dislipidemia
aterogénica como el valor del
Colesterol
LDL
de
acuerdo
al riesgo
cardiovascular. La
recomendación
para
el valor
máximo se propone de la
siguiente manera:
Muy alto riesgo: 70mg/dL
Alto riesgo: 100mg/dL
Moderado riesgo: 115mg/dL
Así mismo, el valor recomendando
para los triglicéridos es de 150mg/dL.
Tabaquismo
Hábito de consumo de tabaco en
forma de cigarrillos, valorado
de acuerdo a la dosis, frecuencia
y tiempo de consumo
RESULTADOS
Durante la investigación se evaluaron en
el Hospital Central PNP Luis N. Sáenz
a 1469 pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial que cumplieron los
requisitos de inclusión para el presente
reporte. Se exclua 57 pacientes debido
a antecedentes de cardiopatía coronaria
crónica no revascularizada (n = 24),
valvulopatía no reparada con situación
clínica inestable (n = 11), hipertensión
secundaria y atrógena (n = 8),
limitaciones para su control continuo (n =
14). Los 1469 pacientes fueron evaluados
según la metodología
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 39
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
descrita y se recogieron los datos en
el formulario diseñado para esta
investigación.
Características generales
De un total de 1 469 pacientes, 706
(48.06%) fueron de género masculino
y 763 (51.94%) de género femenino;
concentrándose la mayor parte de los
mismo en el segmento comprendido
entre los 60 y 79 años (65.49% del
total) siendo la distribución similar
por género y grupo etáreo (Tabla 1).
El tiempo de años de diagnóstico de
hipertensión arterial fue mayor dentro
Tabla 1
Distribución por grupo etáreo y género
de los últimos diez años (61.60% del
total), evidenciando una prevalencia
importante en los últimos cinco años.
Los pacientes fueron clasificados
respecto a la hipertensión arterial de
acuerdo a los criterios contenidos en el
JNC VII actualizados al 2003.
Resultaron 834 (56.77%) pacientes
fuera del rango de control en presión
arterial sistólica y 152 (10.35%) fuera
del rango de control en presión arterial
diastólica (Tabla 2). Dentro del rango
de control para la presión sistólica 488
(33.22%) corresponden a la categoría
de Prehipertensión (Figura 1).
FEMENINO
TOTAL
GRUPO ETÁREO
N
(%)
N
(%)
N
(%)
20-29
0
0.00
1
0.07
1
0.07
30-39
1
0.07
2
0.14
3
0.20
40-49
11
0.75
26
1.77
37
2.52
50-59
68
4.63
134
9.12
202
13.75
60-69
206
14.02
235
16.00
441
30.02
70-79
259
17.63
262
17.84
521
35.47
80-89
147
10.01
91
6.19
238
16.20
90-99
14
0.95
12
0.82
26
1.77
TOTAL
706
48.06
763
51.94
1469
100.00
Nota: Información obtenida del análisis del procesamiento de datos.
Figura 1. Hipertensión arterial sistólica por categorías (%).
40 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
La presión de pulso mayor a 65mmHg fue
predominante entre la sexta y novena
década (14.84% entre 60 y 69 años;
22.67% entre 70 y 79 años; 11.98% entre
80 y 89 años). Se evidenció una presión
de pulso elevada en 815 (55.48%)
pacientes en relación a 654
(44.52%) que tuvieron valores
óptimos (Figura 2).
Así mismo, se realizó la distribución
de pacientes hipertensos de acuerdo a
su procedencia según zonas o
distritos en Lima; observándose que
pertenecen en su mayoría al sector
norte con 471 (32.06%) pacientes y
sector centro con 521 (35.47%).
Figura 2. Presión de pulso por grupo etáreo (%).
En el sector norte los distritos con
mayor prevalencia, usuarios del
Programa de Hipertensión Arterial en
el Hospital Central, son San Martín de
Porres (40.98% del sector), Los Olivos
(18.47% del sector) y Comas (19.32%
del sector). En el sector centro los
distritos con mayor prevalencia fueron
Lima Cercado (40.69% del sector) y
San Miguel (8.45% del sector).
En el sector sur fueron Santiago de
Surco (26.45% del sector), San Juan de
Miraflores (20.66% del sector), Villa
María del Triunfo (14.46% del sector) y
Chorrillos (17.77% del sector). Los
distritos que corresponden al sector este
y oeste fueron los menos concurrentes
destacando la prevalencia en San Juan
de Lurigancho (66.48% del sector este)
y el Callao (94.92% del sector oeste)
Los distritos de Ancón, Cieneguilla,
Miraflores, San Isidro, Punta Negra
y San Bartolo fueron los de menor
afluencia al hospital (Tabla 2).
Tabla 2
Distribución por sectores y distritos
SECTOR NORTE
N
(%)
Ancón
6
1.27
Carabayllo
34
7.22
Comas
91
19.32
Independencia
24
5.10
Los Olivos
87
18.47
Puente Piedra
9
1.91
Rímac
27
5.73
San Martín de
193
40.98
Porres
Santa Rosa
0
0.00
Total sector norte
47
1
100.00
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 41
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
SECTOR ESTE
n
(%)
Ate
28
15.91
Chaclacayo
5
2.84
Cieneguilla
0
0.00
La Molina
9
5.11
Lurigancho
8
4.55
San Juan de Lurig-
117
66.48
ancho
Santa Anita
9
5.11
Total sector este
176
100.00
SECTOR CENTRO
n
(%)
Lima
212
40.69
Breña
42
8.06
El Agustino
23
4.41
Jesús María
24
4.61
La Victoria
37
7.10
Lince
15
2.88
Magdalena del mar
20
3.84
Magdalena vieja
36
6.91
Miraflores
8
1.54
San Borja
20
3.84
San Isidro
4
0.77
San Luis
21
4.03
San Miguel
44
8.45
Surquillo
15
2.88
Total sector centro
521
100.00
Tabla 2 (continuación)
SECTOR SUR
n
(%)
Barranco
18
7.44
Chorrillos
43
17.77
Lurín
1
0.41
Pachacámac
5
2.07
Pucusana
0
0.00
Punta Hermosa
1
0.41
Punta Negra
0
0.00
San Bartolo
0
0.00
San Juan de Mira-
50
20.66
flores
Santa María del
1
0.41
Mar
Santiago de Surco
64
26.45
Villa El Salvador
24
9.92
Villa María del Tri-
35
14.46
unfo
Total sector sur
24
2
100.00
SECTOR OESTE
n
(%)
Callao
56
94.92
Bellavista
0
0.00
Carmen de la Legua
0
0.00
La Perla
1
1.69
La Punta
0
0.00
Ventanilla
2
3.39
Total sector oeste
5
9
100.00
Nota: Información obtenida del análisis
del procesamiento de datos
Evaluando las comorbilidades a partir
de la hipertensión arterial destacan
como enfermedades asociadas la
diabetes Mellitus tipo 2 en 365
(24.85%) pacientes, la obesidad en 387
(26.34%), algún trastorno en relación a
dislipidemia en 768 (52.28%) e
hipotiroidismo en 64 (4.36%). Otros
trastornos relacionados a enfermedad
cardiovascular también fueron
detectados, según su frecuencia se
evidenció enfermedad cerebro vascular
por antecedente en 31 (2.11%),
enfermedad renal crónica (GFIII a
GFV) en 576 (39.21%) (Figura 3).
Las arritmias fueron detectadas
en 62 pacientes que correspondían
en frecuencia a arritmia simple
supraventricular y ventricular,
fibrilación auricular y portadores de
marcapaso por bradiarritmia (1.76%,
1.62% y 1.18% respectivamente).
42 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
Figura 3. Distribución de los
factores de riesgo prevalentes (%).
Respecto a la diabetes Mellitus, en
algunos pacientes se hizo la primera
valoración o diagnóstico inicial, en
otros casos ya tenían tratamiento
regular controlado por Endocrinología.
Los valores de glicemia evaluados se
clasificaron de acuerdo a las categorías
dadas por la Asociación Americana de
Diabetes actualizados al año 2010. Se
evidenció que un 17.7% al momento
de la evaluación se encontraba en
rango no controlado.
Para obesidad y sobrepeso se utilizó
la clasificación del NCEP ATP
III y se clasifiademás de acuerdo
al perímetro abdominal, resultando
en una frecuencia de 387 pacientes
(26.34%) con un porcentaje de
sobrepeso de 43.91%. De acuerdo a
la clasificación de obesidad un
19.74% se ubicó en la categoría
OBESIDAD I que constituyó el
74.9% del total de obesos (Figura 4).
De acuerdo al perímetro abdominal se
encontró que un 47.11% se encontraba
por encima del valor de referencia
establecido en el NCEP ATP III; siendo
predominante en el género femenino
(36.15% vs 10.96%) (Figura 5).
Figura 5. Hipertensión arterial y
perímetro abdominal por género (%).
La dislipidemia fue diagnosticada en
relaciónaladefinicióndelNCEPATPIII,
que define la dislipidemia aterogénica
como la elevación del colesterol total,
colesterol LDL, triglicéridos con
disminución del colesterol HDL. De esta
manera, se observó el colesterol alto en
193 (13.14%) de pacientes; con
colesterol LDL alto y muy alto en 156
(10.62%); un colesterol HDL bajo en
171 (11.64%) y triglicéridos en rango
alto y muy alto en 243 (16.54%) (Tabla
3, Figura 6).
El número de pacientes que fue
calificado por tener algún grado de
dislipidemia fue de 768 (52.28% del
total) en los cuales la dislipidemia
aterogénica se redujo a 113 (7.69%)
Figura 4. Hipertensión arterial e índice de
masa corporal (%).
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 43
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
Tabla 3
Distribución de la dislipidemia por categorías
COLESTEROL TOTAL
mg/dl
N
(%)
OPTIMO
(<200)
965
65.69
BORDERLINE
(200-239)
311
21.17
ALTO
(>240)
193
13.14
TOTAL
1469
100.00
COLESTEROL LDL
mg/dl
N
(%)
ÓPTIMO
(<100)
750
51.06
CERCA ÓPTIMO
(100-129)
299
20.35
BORDERLINE
(130-159)
264
17.97
ALTO
(160-189)
112
7.62
MUY ALTO
(>190)
44
3.00
TOTAL
1469
100.00
COLESTEROL HDL
mg/dl
N
(%)
BAJO
(<40)
171
11.64
CERCA ÓPTIMO
(40-59)
1043
71.00
ÓPTIMO
(>60)
255
17.36
TOTAL
1469
100.00
TRIGLICÉRIDOS
mg/dl
N
(%)
ÓPTIMO
(<150)
1018
69.30
BORDERLINE
(150-199)
208
14.16
ALTO
(200-499)
237
16.13
MUY ALTO
(>500)
6
0.41
TOTAL
1469
100.00
Nota: Información obtenida del análisis del procesamiento de datos.
Figura 6. Hipertensión arterial y colesterol LDL (%).
44 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
Se realizaron los cálculos para
estimar el grado de función renal
según la fórmula propuesta por
Crockoft, contenidas en las guías
KDOQUI. Se evidenció que 553
(37.64%) se encontraron en estadio III
y solo 23 (1.57%) entre el estadio IV y
V que corresponden a insuficiencia
renal avanzada y terminal (Tabla 4).
Tabla 4
Distribución de la depuración renal
cal-culada por categorías
ESTADIOS
ml/min
N
(%)
NORMAL
(>90)
271
18.45
LEVE
(60-89)
622
42.34
MODERADO
(30-59)
553
37.64
SEVERO
(15-29)
21
1.43
TERMINAL
(<15)
2
0.14
TOTAL
1469
100.00
Nota: Información obtenida del análisis
del procesamiento de datos.
Finalmente, de acuerdo a los factores
de riesgo, se evaluó el riesgo coronario
según el Score Framingham, resultando
en bajo riesgo en 36.76%, moderado en
30.50% y alto y muy alto en 32.74%
(Figura 7). Cuando se realiza el análisis
por género se evidencia que hasta el
riesgo intermedio el género femenino
sobresale con 16.14%, 6.47% y 2.32%
respectivamente y a partir del riesgo alto
y muy alto el nero masculino
incrementa su prevalencia en 15.86% y
5.17% respectivamente adicional al
riesgo del género femenino (Figura 8).
Figura 8. Riesgo coronario por categoría
y género (%).
En el análisis por grupo etáreo para
el riesgo coronario bajo e intermedio
(67.26% del total de pacientes) se
evidencia mayor frecuencia entre los
60 y 69 años de edad para el riesgo
bajo (43.71% del total) y entre 70 y 79
años para el riesgo moderado (49.77%
del total) con 16.07% para el riesgo
bajo entre 60 y 69 años y 15.18% para
el riesgo moderado entre 70 y 79 años
(Figura 9).
Figura 9. Riesgo bajo e intermedio
por grupo etáreo (%).
Acerca del riesgo coronario alto y
muy alto agrupados se aprecia que
la mayor frecuencia se concentra en
las edades comprendidas entre los
70 y 79 años de manera similar al
riesgo intermedio con 15.93%
(48.65% del total) (Figura 10).
Figura 7. Riesgo coronario según categorías (%).
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 45
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
Figura 10. Distribución del riesgo cardiovascular por grupo etáreo (%).
DISCUSIÓN
De un total de 1526 pacientes
evaluados en el consultorio de
hipertensión arterial del Hospital PNP
“Luis N. Sáenz” durante el periodo
comprendido entre junio 2012 a junio
2013, se incluyó al estudio 1469
pacientes con el diagnóstico de
hipertensión arterial que cumplieron
con los requisitos de selección
La edad promedio de la población
estudiada fue de 69.75 años con mayor
frecuencia de distribución en el grupo
etáreo comprendido entre los 60 y 79
años (65.49% del total) sin diferencias
significativas por género. Así también,
el diagnóstico de hipertensión en un
61.60% del total fue realizado dentro
de los últimos diez años, debiéndose
considerar para nuestro estudio como
59 años de edad, el promedio de inicio
de la hipertensión arterial.
Considerando este factor de riesgo
como el de mayor prevalencia para
enfermedad coronaria a partir de los 60
años de edad (Ali, Narayan & Tandon,
2010; Marma, Berry, Ning, Persell &
Lloyd-Jones, 2010), se resalta la
aparición a edades más tempranas
comprendidas a partir de los 45 años de
edad (Khan, 2009; Martínez et al., s.a.).
De acuerdo al análisis por género no se
evidencia una clara diferencia respecto
al grupo etáreo de manera similar al
estudio TORNASOL (49.5% para
género masculino y 50.5% para género
femenino) (Beard, Kottke, Annengers
& Ballard, 1989), siendo la frecuencia
similar en el grupo etáreo comprendido
entre los 60 y 69 años (14.02% en
género masculino y 16.0% en género
femenino) y entre los 70 y 79 años
(17.63% en género masculino y 17.84%
en género femenino). La frecuencia se
incrementa progresivamente hasta los
79 años a partir de lo cual disminuye.
De acuerdo a las categorías para la
hipertensión según las Guías de
Práctica Clínica vigentes, se evidencia
46 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
que un 56.77% no alcanzan un control
óptimo en su presión sistólica, lo cual
corresponde a una cifra comparada con
el 56.1% del TORNASOL, así también
un 33.22% se encuentra en Pre
Hipertensión, cifra comparada con el
32.4% en el mismo estudio. Los
hipertensión sistólicos ubicados como
Estadio II correspondieron a un 19.81%,
cifra muy elevada en relación al 5.8%
del estudio nacional en referencia.
Acerca del control de la presión
diastólica se aprecia un mejor perfil
obteniendo un 88.65% de no control en
cifras adecuadas (Gamboa & Rospigliosi,
2010; Leonetti & Cuspidi, 2008). Sin
embargo, el análisis de la presión de pulso
evidencia que un 55.48% del total de
pacientes tiene una elevación superior a
65mmHg, siendo superior a partir de la
sexta década, lo cual se ha relacionado
como predictor de eventos coronarios
(Pede & Lombardo, 2001; Strandberg &
Pitkala, 2003; Verdecchia, 2001). El
análisis por género no describe diferencias
significativas. Esta frecuencia elevada
respecto a la presión de pulso se
correlaciona con el análisis por tipo de
hipertensión, destacando que la
hipertensión sistólica aislada tuvo una
frecuencia de 48.60% (22.60% en género
masculino y 26% en género femenino)
cifra muy elevada en comparación al
16.9% del estudio TORNASOL; y su
prevalencia aumento en relación directa
proporcional a la edad. La hipertensión
diastólica aislada se presentó en 2.18% y
la sistodiastólica en 8.17%.
No se realiun análisis respecto
al conocimiento de la hipertensión,
debido a que todos pertenecen a un
programa de atención establecido con
este requisito indispensable para su
admisión al mismo; así mismo todos
reciben terapia no farmacológica y
farmacológica supervisada de
manera multidisciplinaria. Respecto
al parámetro de control para el
momento del corte se mostró un
control eficaz en 53.33% comparable
al TORNASOL (45.1%).
La terapia farmacológica también fue
analizada desde diferentes aspectos; por
ejemplo de acuerdo al número de
fármacos administrados se encontró que
el 48.55% tiene terapia dual, el 36.78%
monoterapia y el 14.26% terapia con
tres fármacos; obteniendo un control
adecuado en monoterapia, de acuerdo al
estándar de 48.75% con los inhibidores
de enzima convertidora de Angiotensina
(IECA), 20.63% con bloqueadores de
canales de calcio (BCC) y 17.50% con
los bloqueadores de receptores de
Angiotensina (BRA); en terapia dual las
combinaciones con mejor control fueron
de IECA-BCC con 25.86%, seguido de
BRA-BCC con 15.21% y BB-BCC con
14.07%. La terapia triple inclu un
diurético en el 71.32% de los casos con
un control adecuado con IECA-BCC-
DIU en 31.91% y IECA-BB-BCC en
23.40%. Los fármacos con mayor
indicación correspondieron al grupo de
los IECA en 63.36%, los BCC en
50.14% y los BRA en 36.65%.
Los datos obtenidos no permiten
realizar un análisis socioeconómico,
geográfico o influenciado por otros
factores como la altitud sobre el nivel
del mar; pero se puede apreciar el área
de influencia para los diferentes distritos
de Lima Metropolitana y el Callao,
evidenciando una asistencia a consulta
predominante en el sector norte con
32.06% y centro con 35.47%.
A partir de la hipertensión arterial
como factor de riesgo prevalente y base
para este estudio se evaluó la
coexistencia con otros factores de riesgo
cardiovascular prevalentes como
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 47
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
son la dislipidemia, diabetes Mellitus,
tabaquismo entre otros (Anonymous,
1982; Neaton & Wentworth, 1992). De
esta manera, en coincidencia con las
series y registros internacionales y
nacionales (Ali, Narayan & Tandon,
2010; Giles, 2006; Marma, Berry, Ning,
Persell & Lloyd-Jones, 2010; Piskorz,
Locatelli, Toni, Gidekei & Girino, 1995)
se encontró una frecuencia de 52.28%
para sislipidemia, 26.34% para obesidad
y 24.85% para diabetes Mellitus. De
acuerdo a los registros nacionales el
estudio RENIMA (2006) la prevalencia
de hipertensión alcanza 60.7%,
dislipidemia en 41.1%, diabetes en
20.3% y tabaquismo en 22.8% a partir
del infarto de miocardio como criterio
principal; el TORNASOL refiere que un
20% correspondería a dislipidemia y un
7% a diabetes, ambas enfermedades
íntimamente relacionadas (Bonora et al.,
1998; M. Goran & Goran, 1999; Hubert,
Feinleib, McNamara & Castelli, 1983).
La dislipidemia puede ser definida
como una alteración en las
concentraciones del perfil lipídico, más
la dislipidemia aterogénica se refiere por
definición al patrón con elevación del
colesterol LDL con bajo HDL (Albrink
et al., 1980; Zhang, Menzin, Friedman,
Korn & Burge, 2008), la cual está
relacionada al proceso de aterogénesis
(Keevil et al., 2007; Zimetbaum et al.,
1992). Esta dislipidemia con capacidad
de perpetuar la ateroesclerosis se
evidenció en un 7.69%, mientras que el
52.28% tuvo algún desorden
dislipidémico.
La diabetes como equivalente
coronario (Giles, 2006) estuvo presente
como diagnóstico previo o de reciente
diagnóstico en un 24.85%, de la cual el
51.78% no poseía los valores de glicemia
controlados; tiene un distribución máxima
entre la sexta y séptima década
(30.02% y 35.47% respectivamente)
luego de lo cual decae en frecuencia. En
el análisis de acuerdo a los objetivos de
tratamiento de la hipertensión en
diabetes solo el 25.21% de los
diabéticos tratados alcanzaba las cifras
de presión óptimas.
Para la evaluación del sobrepeso y
obesidad (Dandona, Aljada, Chaudhuri,
Mohanty & Garg, 2005; López-Jaramillo,
2010; Von Bernhardi, Zanlungo, Arrese,
Arteaga & Rigotti, 2010), de acuerdo a las
Guías del NCEP ATP III (Castillo et al.,
2010; WHO, 2007), se evaluó el índice de
masa corporal, así como el perímetro
abdominal; encontrando que un 70.25%
se hallaba fuera del peso óptimo para la
talla. De estos, 26.34% es obeso,
correspondiendo un 19.74% para la
obesidad grado I. Estos datos obedecen a
una tendencia nacional, en la que la
prevalencia por obesidad ligada a
síndrome metabólico se encuentra
creciente; en el TORNASOL un 34.6%
tenía sobrepeso, llegando a la obesidad en
el 11.4%. No se encontró diferencia
respecto a la frecuencia por género. El
perímetro abdominal se encontró elevado
en un 47.11% con predominancia para el
género femenino en 36.15%; lo cual se
condice con la mayor prevalencia de
mujeres obesas en TORNASOL.
Respecto del análisis del riesgo
cardiovascular o coronario, la utilización
del score FRAMINGHAM es un método
válido (Castillo et al., 2010; WHO,
2007) con amplia aceptación (Rodríguez
& Gómez, 2010), enfatizando que sus
modificaciones paulatinas han permitido
adaptarlas a una determinada población;
su uso ha motivado el estudio de tres
generaciones cautivas durante los años
1948, 1971 y 2002; con aplicación en
los grandes registros internacionales
como el NHANES, ARIC, MRFIT,
48 | Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 |
Riesgo coronario en la hipertensión arterial sistólica asociada a factores de riesgo prevalentes. Hospital Nacional PNP Luis N. Saenz
INTERHEART; FRICELA, CARMELA,
AFRICA y PIFRECV (Grundy,
Pasternak, Greenland, Smith & Fuster,
1999; Lee & Htlatky, 2009). A nivel
nacional el registro TORNASOL (2004 y
2010) y PREVENCION (2008) establecen
el estudio conjunto de los factores de
riesgo y enfermedad cardiovascular;
constituyendo uno de los pocos registros
de referencia en nuestro ámbito; de igual
manera el registro RENIMA, también
describe a nivel nacional los factores de
riesgo asociados al infarto de miocardio.
El riesgo coronario se elevó de
acuerdo al grupo etáreo con una
frecuencia máxima en la séptima
década, luego de lo cual decae; siendo
inicialmente mayor para el género
femenino para luego ser más prevalente
el riesgo alto y muy alto en el género
masculino (21.31% vs. 5.45%; y 5.58%
vs. 0.41% respectivamente). Del análisis
de los resultados se desprende además
que un 63.24% tuvo algún riesgo
coronario entre intermedio y alto; cifras
que son consecuencia de la alta
prevalencia de los factores de riesgo
asociados a hipertensión arterial. En el
análisis por número de factores de
riesgo prevalentes concomitantes
considerando a la obesidad,
dislipidemia, diabetes y tabaquismo, se
encuentra que existe por lo menos una
comorbilidad en el 50.99%, dos
comorbilidades en el 14.77% y tres en el
0.14%; para luego analizar la
comorbilidad con alto riesgo coronario
(mayor al 20% de probabilidad) se
encuentra que existe por lo menos una
comorbilidad en el 15.66%, dos en
5.51% y tres en el 0.07%, siendo para
ambos casos la asociación más frecuente
dislipidemia más diabetes Mellitus (Ali
et al., 2010; Toth et al., 2009; U.S.
Preventive Services Task Force, 2009).
Finalmente, se evidencia también
el compromiso de la función renal
mediante el cálculo de la depuración
de creatinina estimada, evidenciando
que un 37.64% se encuentra en
estadio III y el 1.57% en estadio IV y
V; lo cual constituye un predictor de
morbimortalidad de causa
cardiovascular, significa un factor de
riesgo, un marcador de injuria y en
estadios avanzados un “equivalente
coronario de manera similar al
antecedente de Stroke. Los datos
obtenidos para el tabaquismo son en
frecuencia menor a los obtenidos en
las series internacionales y estudios
peruanos, lo cual obedece
posiblemente a un subregistro al
momento de la toma de datos.
CONCLUSIONES
Y
RECOMENDACIONES
1.
La
hipertensión
arterial
por
misma
o
en
asociación
con otros factores de riesgo
cardiovasculares
prevalentes
incrementa el riesgo coronario,
siendo para nuestro estudio el
riesgo intermedio y alto los de
mayor prevalencia. La edad tiene
un rol determinante para este
cálculo, con variaciones menores
respecto al género.
2.
La
hipertensión
sistólica
y
la presión de pulso elevada
constituyen
factores
de
riesgo
establecidos, que
en
nuestro
estudio
obtienen
una
distribución mayor a los estudios
nacionales,
en relación directa
proporcional a la edad.
3. El factor de riesgo con mayor
asociación a hipertensión arterial
es la dislipidemia, seguido de la
obesidad y la diabetes, en donde
la asociación dislipidemia
| Cátedra Villarreal | V. 4 | No. 1 | enero -junio | 2016 | 49
Daniel Reyes Tamara, Arnaldo Geldres Echeverria, Juan Rivera Vizcarra
y diabetes constituyen la
comorbilidad más frecuente
en riesgo coronario alto.
4. El score Framingham tiene
utilidad pragmática en el
cálculo del riesgo coronario
en estudios de población con
parámetros clínicos y de
laboratorio accesibles al nivel
primario de salud.
5. La información contenida en
este estudio constituye la base
necesaria para el desarrollo de
estrategias de intervención
sobre los factores de riesgo
modificables; haciéndose
necesario estudios prospectivos
que delimiten una tendencia en
la disminución del riesgo
coronario.
IMPLICANCIA CLÍNICA
Nuestroestudiodemuestralafactibilidad
de aproximación diagnóstica al riesgo
coronario mediante métodos sencillos y
costos efectivos que ponen en evidencia
una situación de salud adversa o no
deseable como es poseer una población
en riesgo de complicación
cardiovascular y coronaria, susceptible
de mejorar tras la intervención sobre los
factores de riesgo modificables. Este
estudio es el punto de partida para un
examen más exhaustivo posterior sobre
otros aspectos relacionados como es el
estudio de la injuria cardiovascular en
etapa asintomática (evaluar hipertrofia
ventricular o micro albuminuria), causas
secundarias subclínicas (hipotiroidismo,
síndrome del mandil blanco,
hipertensión enmascarada),
impacto sobre enfermedades
emparentadas (fibrilación auricular,
falla cardiaca) entre otros. La reciente
publicación de las Guías de Práctica
Clínica de la Sociedad Europea de
Cardiología para hipertensión arterial
(17 de junio del 2013) nos permite ver
que algunos aspectos conceptuales y
metodológicos deberán actualizarse
y considerarse en estudios futuros
similares.
LIMITACIONES
Los datos obtenidos son comparables
a estudios nacionales en poblaciones
más grandes y expuestas a factores
socioeconómicos, geográficos,
académicos, culturales distintos; sin
embargo, no se han considerado
todas las variables que podrían
interferir en la toma de los registros
o mediciones (variables). Por otro
lado, algunas variables como son el
manejo de la diabetes, dislipidemia,
obesidad, tabaquismo corresponden
a otra disciplina médica ajena al
presente estudio. No hubo conflicto
de interés en el desarrollo de la
presente investigación.
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