actualmente en el Perú, las cuales vienen afectando e
involucrando básicamente al grupo etario en mención,
tal es el caso del Embarazo no planificado en esta
etapa,el cual durante el año 2014 prevalece en un 14,
6% en nuestro país, según cifras del Instituto Nacional
de Estadística e Informática (INEI, 2015). Del mismo
modo, el contagio de Infecciones de Transmisión Sexual
y VIH, se produce en la gran mayoría de casos en varones
cuyas edades oscilan entre 15 y 25 años, con la mayor tasa de
contagio en Lima (Ministerio de Salud [MINSA], 2015).
Respecto al consumo de drogas en el Perú, las de
tipo legal como el alcohol poseen como edad promedio
de inicio de consumo los 13 años, mientras que en
drogas ilegales como cannabis los 14.3 años edad (Comisión
Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas
[DEVIDA], 2013) igualmente, en lo referido a adicciones
a nuevas tecnologías, el 45% de la población adicta a
juegos en línea en nuestro país corresponde a púberes
y adolescentes entre 12 a 19 años, Cedro (como se citó
en “Dota 2 y Warcraft”, 2017).
Por otro lado, problemas como la delincuencia,
durante los últimos años han presentado cifras en
incremento, dando a conocer que en su mayoría se
encuentran involucrados victimarios con edades menores a
los 18 años, evidenciando también la existencia de
pandillas integradas por adolescentes entre 13 a 17 años
y otros que conforman organizaciones
criminales dirigidas en su mayoría por delincuentes en edad
adulta, quienes designan servicios como; sicariato,
cobro de cupos, entre otros, que se vienen registrando
desde el año 2008, con una taza de incremento del 30%
anual en Lima Metropolitana y Callao (Retamozo, 2013).
En relación a tales situaciones, Rodríguez (2008)
manifiesta que se ha percibido la inadecuada
comunicación familiar como uno de los factores
que predispone a los adolescentes en el inicio de alguno
de estos problemas, por tal razón, es importante conocer
y acompañar a dicho grupo poblacional en este periodo
de sus vidas, ya que representa crisis, así como
una alta exposición a conductas riesgosas, que
conllevan al desarrollo de problemáticas de gran
preocupación para la opinión pública, como lo
referido en los párrafos anteriores
Del mismo modo, resulta valioso reiterar, que las
inapropiadas formas de comunicación percibidas en la
familia representan muchas veces un punto de inicio a
conflictos en el hogar, los cuales si no son abordados a
tiempo suelen trasladarse a otros contextos, como el
escolar, social, etc., vinculando también esta dificultad
al desarrollo de problemas sociales como la violencia
escolar, accionar delictivo, entre otras que solo
influyen negativamente en nuestra sociedad
(Márquez, Villarreal, Verdugo y Montes, 2014;
Estévez, Murgui, Moreno y Musito, 2007).
En consecuencia, una comunicación adecuada se sitúa
como herramienta básica para el desarrollo sostenible
del adolescente, la prevención de conflictos familiares,
problemáticas psicosociales y de salud pública,
además, proveerá a la sociedad de ciudadanos
saludables, contrarrestando a una serie de dificultades a
las que se ve expuesto hoy en día nuestro contexto
(Arguedas y Jiménez, 2007; Montañés et al. 2008).
En síntesis, los aspectos mencionados, sugieren a la
población adolescente como un grupo necesario para la
investigación, donde el sector de mayor atención según
la problemática descrita, es aquel conformado
por adolescentes entre 13 a 17 años, los cuales suelen
ubicarse comúnmente en el tercero, cuarto y quinto
grado de nivel secundaria, además es importante tomar
en cuenta que dichos adolescentes se ubiquen en
sectores geográficos donde se haya reportado elevada
prevalencia de las problemáticas señaladas, tal es el
caso del distrito de San Juan de Lurigancho, pues
según el Instituto Nacional de Estadística e Informática,
el Fondo de Población de Naciones Unidas y el Ministerio de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables (INEI, UNICEF y
MIMP, 2016) además de reportarse como el distrito más
poblado de nuestra capital, es también donde se
registran mayor cantidad de madres adolescentes, de igual
manera, el distrito de Comas, ya que es considerado
según DEVIDA (2016) como uno de los sectores que
registra mayor consumo de drogas en nuestra capital.
Las razones expuestas, sugirieron seleccionar adolescentes
de tercero a quinto grado de instituciones educativas
públicas, procedentes de los sectores en mención y
establecer un análisis dadas las problemáticas actuales de
nuestro contexto, es decir, evaluar la comunicación que los
adolescentes perciben por parte de sus padres y
determinar su relación con los temas que puedan suscitar
conflictos familiares, con finalidad de informar sobre la
realidad familiar de nuestra sociedad y forjar aportes
actualizados frente a las principales problemáticas dadas
en esta etapa, cuyas cifras se encuentran en incremento,
generando preocupación en la población. Para tales fines, se
revisaron algunos estudios precedentes que guardan cierta
similitud con lo planteado en esta investigación, como el
referido por
42 Cátedra Villarreal | Lima, Perú | V. 7 | N. 1 | Enero - Junio | 2019 | e-ISSN 2311-2212