eL fuTuro de La enseñanZa de Las Técnicas manuaLes de represenTación gráfica arquiTecTónica
El resultado de la praxis ha sido un divor-
cio entre la enseñanza de la expresión gráfica
manual y las necesidades del mundo profesio-
nal actual. En nuestra opinión, en el futuro la
tecnología digital continuará avanzando de
modo sorprendente y brindando nuevas he-
rramientas de representación. Sin embargo,
dado lo expuesto en este trabajo, es necesario
conservar la enseñanza de la representación
gráfica manual en las escuelas de arquitectu-
ra, adaptándola y dejando de lado las técnicas
que los ordenadores pueden realizar de ma-
nera más eficiente. De este modo, es posible
dedicar más tiempo a las actividades que po-
tencian el desarrollo de la imaginación visual,
así como la capacidad creativa y expresiva del
estudiante. Todo esto con la finalidad de agi-
lizar y enriquecer el proceso creativo del pro-
yecto de arquitectura.
La formación gráfica manual, tradicional-
mente, ponía mucho énfasis en la obtención
de destrezas técnicas, como, el dibujo de pla-
nos y perspectivas basadas en complejos mé-
todos de construcción geométrica. Actual-
mente, a nivel profesional ambos trabajos son
realizados casi íntegramente por ordenador.
Consideramos que es conveniente, en un ni-
vel formativo, continuar la enseñanza de planos
técnicos de modo manual, debido a que esto
permite al estudiante obtener destrezas motri-
ces, aprender a elegir correctamente las valora-
ciones de líneas y especialmente, internalizar el
sentido de escala y proporción. Poco se habla
del aprendizaje del dominio de la escala, que en
realidad es un aspecto fundamental en la
formación del arquitecto. Cuando solo existía la
gráfica manual, el aprendizaje de la escala era
un proceso natural que se daba con la práctica, y
del que poco se preocupaban los profesores más
allá de la explicación de sus fundamentos
teóricos. Sin embargo, las herramientas digi-
tales encierran un riesgo inadvertido en este
campo. A menos que se trabaje con una pan-
talla de grandes dimensiones (lo cual no es lo
usual), es imposible visualizar la totalidad del
formato de trabajo. Esto obliga a realizar per-
manentes alejamientos y acercamientos foca-
lizados conocidos comúnmente como “zoom”.
Al usar esta operación, el tamaño de los ob-
jetos varía a la vista lo cual no resulta un pro-
blema para una persona entrenada, pero para un
estudiante que todavía no domina el crite-rio de
escala, puede resultar contraproducente
y de hecho lo es. Durante la práctica docente
hemos encontrado planos donde los estudian-
tes, sin percatarse de ello, combinaron en un
mismo edificio una sala en escala 1/50
con una cocina y un baño en escala 1/100.
La reacción natural de los docentes es cri-
ticar el proceso de copiar y pegar elementos
de otros proyectos (otra práctica nociva para
el aprendizaje que es fácilmente accesible con
empleo de ordenadores), pasando por alto que
ese estudiante no ha desarrollado la capacidad
de diferenciar las escalas.
En los niveles formativos se vuelve casi
ineludible prescindir del ordenador, y utilizar
el dibujo manual, pero ya sin poner tanto
énfasis en el aspecto de la técnica refinada del
uso instrumentos, sino en el aprendizaje de los
conceptos de representación, asimilación de
las escalas y el desarrollo de la destreza del
dibujo técnico a mano alzada. ¿Cuál es la
razón de potenciar el dibujo de planos a mano
alzada? (Cosa que no se hacía en la enseñanza
tradicional) La respuesta es que el dibujo de
planos a mano alzada permite la elaboración
rápida de esquemas, croquis y planos,
brindando no solo capacidad de
representación y comunicación, sino, agilidad
en el pensamiento espacial que enriquecerá el
proceso creativo del diseño arquitectónico.
En cuanto a la enseñanza de las perspec-
tivas, también nos encontramos frente a la
interrogante de si es necesario continuar em-
pleando de manera exhaustiva métodos de
construcción geométricos con instrumentos de
precisión. En nuestra opinión, este trabajo se
realiza, actualmente, de manera más rápida
por el ordenador; sin embargo, es también im-
| cáTedra viLLarreaL | v. 6 | no. 1 | enero -Junio | 2018 | 65