Quiste pericárdico: Una
causa infrecuente de síncope
Pericardical cyst: A rare cause of syncope
Recibido: 15 julio de 2017 | Revisado: 20 setiembre de 2017 | Aceptado: 03 octubre de 2017
Arnaldo Geldres E chevarría1 Juan Rivera
Vizcarra1 Karen Jemina Gúzman Valencia 1
Yuri Vladimir Lazarte Villafuerte 1 Zuly
Deysi Trejo Sánchez1
1 Hospital Nacional Luis N. Sáenz PNP
E-mail: arnaldo_geldres@hotmail.com
Ab s t r ac t
Pericardial cysts are an infrequent entity. In the literature ref-
erence is made to a prevalence of 1/100000 over the general
population. They are usually of congenital origin and only
rarely are they acquired. Despite the fact that the most fre-
quent clinical presentation is asymptomatic and the progno-
sis is benign, important complications have been described.
The case we detail is interesting because the main symptom
was syncope and it was associated with an obstruction of the
right ventricle outflow tract. The diagnosis was made
through imaging tests such as transthoracic echocardiogra-
phy, transesophageal echocardiography, and magnetic reso-
nance imaging. The orderly and adequate use of the imaging
studies allowed to make the most appropriate decision for
the patient. We opted for surgical treatment due to the loca-
tion of the pericardial cyst and to avoid complications such
as rupture.
Key words: syncope, pericardial cyst
Re s u m e n
Los quistes pericárdicos son una entidad infrecuente. En la
literatura se hace referencia a una prevalencia de 1/100000
sobre la población general. Suelen ser de origen congénito y
solo en raras ocasiones son adquiridos. A pesar de que la
forma de presentación clínica más frecuente es asintomática
y el pronóstico es benigno, se han descrito importantes com-
plicaciones. El caso que detallamos es interesante debido a
que el síntoma principal fue el síncope y estuvo asociado a
una obstrucción del tracto de salida del ventrículo derecho.
El diagnóstico se realizó mediante las pruebas de imágenes
como ecocardiografia transtorácica, ecocardiografía transe-
sofágica, resonancia magnética. El uso ordenado y adecuado
de los estudios de imágenes permitió tomar la decision más
adecuada para el paciente. Optamos por el tratamiento qui-
rúrgico debido a la localización del quiste pericárdico y para
evitar complicaciones como su ruptura.
Palabras clave: síncope, quiste pericárdico
http:// dx.doi.org/10.24039/cv201752211
| Cátedra Villarreal | Lima, perú | V. 5 | N. 2 | 167-172 | julio-diciembre | 2017 | issn 2310-4767
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Arnaldo Geldres Echevarría, Juan Rivera Vizcarra, Karen Jemina Gúzman Valencia,
Yuri Vladimir Lazarte Villafuerte, Zuly Deysi Trejo Sánchez
Introducción
Los quistes pericárdicos son poco frecuen-
tes y por lo general, asintomáticos y su ha-
llazgo suele ser casual (Gómez, et al, 1999).
La afectación cardíaca en la hidatidosis es
poco común. En los pacientes, suele asociarse
a la presencia de quistes, aunque se han
descri-to casos de afectación cardíaca aislada.
Suele afectar al ventrículo izquierdo en forma
de quistes, principalmente intramiocárdicos.
La sospecha diagnóstica es baja debido a que
muy raramente produce sintomatología y
cuando esta sucede se debe a la presencia de
complica-ciones, muchas veces fatales por su
gravedad. (Gómez et al., 1999)
Para el diagnóstico diferencial de las tumo-
raciones quísticas cardíacas se utilizan distin-
tas cnicas de diagnóstico por imagen, la im-
portancia del uso de dichos estudios radica en
el diagnóstico y tratamiento precoz de algunas
patologías como la hidatidosis cardíaca debi-
do al alto riesgo que conlleva esta enfermedad
(Téllez, 2000).
La clasificación de los tumores pericár-
dicos se divide en primarios y malignos. Los
tumores primarios pueden ser benignos o ma-
lignos: dentro de tumor benigno (quiste peri-
cárdico, lipomas, rabdomioma y teratomas) y
tumores malignos (mesotelomia, sarcomas y
linfomas) (Téllez, 2000).
El Perú, en la actualidad, es probablemente
el país de América con una mayor incidencia
y prevalencia de equinococosis quística. Entre
el 2001 y 2006 el número de casos por año
fue entre siete y 11 casos por cada 100 000
perso-nas; sin embargo, hay departamentos
con más altas tasas de incidencias entre 14 y
34 casos por cada 100 000 habitantes como es
el caso de los departamentos de Junín, Cerro
de Pasco y Huancavelica (Guerra, 2015).
En América Latina afecta mayormente a
Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. En nues-
tro país, se producen anualmente alrededor de
800 casos nuevos de hidatidosis con una
mortalidad que llega al 6-7%. La enfermedad
afecta a cualquier edad, siendo más frecuente
entre los 10 y 60 años (Guerra, 2015).
El compromiso cardiaco es raro. Repre-
senta el 0,5-3% de los quistes hidatídicos en
humanos. Las áreas de compromiso cardiaco
incluyen el ventrículo izquierdo (60%), ven-
trículo derecho (10%), pericardio (7%), arte-
ria pulmonar (6%), e inusualmente el tabique
interventricular (4%). (Espinoza et al., 2012)
La ecocardiografía bidimensional, la TC
torácica y la resonancia nuclear magnética
(RNM) son los principales estudios de imáge-
nes utilizados para diagnóstico de quiste peri-
cárdico. La RNM posee mayor precisión para
la visualización del pericardio y la naturaleza
del líquido en su interior. La ecocardiografía
transesofágica nos puede mostrar su localiza-
ción respecto a otras estructuras del corazón.
(Espinoza et al., 2012)
Presentamos el caso de un paciente
varón con un quiste cardíaco de origen
hidatídico, sin afectación extracardiaca,
detectado me-diante distintas técnicas de
imagen. Nuestro paciente ingresó con
síncope y dolor torácico por lo que fue
hospitalizado para efectuarle un estudio.
Caso clínico
Se presenta el caso de un paciente varón de
39 años natural de La Oroya que vive en Lima
desde hace cuatro años y cuya ocupación es
policía instructor. El paciente refirió presentar
episodios de sincopes desde aproximadamen-te
un año antes de su ingreso a nuestro hospi-tal.
Tres semanas antes de su entrada, el en-fermo
presentó un episodio de dolor torácico tipo
punzada y sincope; por tal motivo, acudió a
emergencia de nuestro hospital y por estar
asintomático al momento de la evaluación fue
enviado, inmediatamente, a un consultorio de
cardiología. Al ser evaluado el paciente seguía
asintomático. Se solicitó un electrocardiogra-
ma, evidenciándose bradicardia sinusal con FC
53 lpm, sin cambios isquémicos, ni blo-
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Quiste pericárdico: Una causa infrecuente de síncope
queo aurículoventricular. Se le indicó un es-
tudio Holter y ecocardiografia transtorácica.
Mientras esperaba la realización de dichos
estudios, el paciente presentó un nuevo epi-
sodio de síncope y dolor de pecho tipo hin-
cada, motivo por el cual acudió a una clínica
particular donde le solicitaron una tomografía
de tórax y en ella se evidenció una imagen
sugestiva de quiste cardiaco.
Por tal motivo, acudió con dicho resultado
a nuestro hospital. Se le realizó un Holter, el
cual evidenció ritmo sinusal de base, frecuen-
cia cardiaca mínima de 30 latidos por minuto,
frecuencia cardiaca máxima de 94 latidos por
minuto, actividad ectópica ventricular escasa,
actividad ectópica supraventricular escasa, R-
R de mayor duración 2843 msg, no bloqueo
aurículoventricular.
Se hospitalizó al paciente para el
estudio correspondiente y efectuó una
ecocardiogra-fía transtorácica (Figura 1).
No se tuvo buena ventana transtorácica;
sin embargo, se pudo evidenciar una
imagen sugestiva de quiste fijo adyacente
al tracto de entrada del ventrículo derecho.
Figura 1. Ecocardiografía transtorácica: imagen quística adyacente a pared libre de
ventrículo de-recho
Así que, se realizó una ecocardiografía
transesofágica (Figura 2) la cual most una
imagen quística fija de 4cm x 4 cm dependien-
te del pericardio que desplaza y comprime la
pared libre del ventrículo derecho, la misma que
producía una obstrucción del tracto de sa-lida
del ventrículo derecho (mayor al 50% de su
diámetro). No se evidenció burbujas dentro de
imagen quística al realizar test de burbujas.
Para el descarte de una etiología parasitaria
se solicitó un estudio parasitológico seriado de
heces, doble difusión Arco 5 y ELISA IgG para
Equinococus Granulosis. Todas las pruebas
resultaron negativas. Se realizó una resonan-cia
cardiaca contrastada, evidenciándose en su eje
corto a nivel de los segmentos medios una
imagen redondeada no invasiva y adyacen-
te a la pared libre del ventrículo derecho.
Se observó que dicha imagen quística
producía obstrucción del tracto de salida
del ventrículo derecho. (Figuras 3 y 4).
Ante los hallazgos se decidió por el trata-
miento quirúrgico, el que se realizó bajo so-
porte de circulación extracorpórea. Luego
de aperturar la pared anterior epicárdica se
encontró un quiste pericárdico de aproxima-
damente 4 cm. de diámetro que fue tratado
con solución hipertónica y extraído. Pos-
teriormente, el estudio anatomopatológico
determinó que era un “Quiste Hidatídico In-
tramiocárdico”. El paciente evolucionó,
favo-rablemente ,en su postoperatorio y fue
dado de alta con la indicación de ingerir
Albenda-zol de 400 mg. dos veces al día.
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Yuri Vladimir Lazarte Villafuerte, Zuly Deysi Trejo Sánchez
Figura 2. Imagen en 0 grados (cuatro cámaras): quiste pericárdico que comprime pared
libre de ventrículo derecho.
Sangre negra Eje corto 1 Eje corto 2 Figura 3. Imagen quística
adyacente a la pared libre del ventrículo derecho
Figura 4. Imagen quística. Obstrucción del tracto de salida del
ventrículo derecho
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Quiste pericárdico: Una causa infrecuente de síncope
Discusión
Los quistes pericárdicos, en general, son
raros. Es el tumor pericárdico más benigno y
frecuente que representa el 20% de los de pe-
ricardio y corazón. Se produce por una alte-
ración en la embriogénesis de la cavidad ce-
lómica que es la más frecuente. En el caso del
enfermo, el quiste era adquirido (producido
por las larvas enquistadas de Echinococcus
granulosu. La incidencia de afección cardiaca
en los pacientes con hidatidosis es de un 0,5-
2%, y la implantación en el pericardio es poco
frecuente. El quiste pericárdico suelen ser
úni-co, uniloculado y con líquido claro en su
inte-rior. (Reyes-Irigoyen, et al., 2015).
La hidatidosis afecta sobre todo a personas
relacionadas con rebaños de ganado, mataderos
y a dueños de perros contaminados. En el Perú,
la prevalencia de hidatidosis humana en los úl-
timos cinco años oscila de 7 11 / 100 000
habi-tantes. Se localiza, principalmente, en el
hígado (> 65% de los casos) y en los pulmones
(25%) (Gómez-Aldaraví et al., 1999).
A pesar de que la mayoría son asintomáti-
cos, los quistes hidatídicos cardíacos son su-
mamente peligrosos porque se rompen a me-
nudo. Las manifestaciones clínicas dependen
del tamaño, localización e integridad del quis-
te, y en algunos casos no hay síntomas. En
este caso clínico, el paciente presentó
episodios de síncope asociado a obstrucción
del tracto de entrada del ventrículo derecho y
dolor to-rácico de tipo punzada esporádico,
probable-mente por irritación pericárdica.
Se han descrito distintos casos de embo-
lismo pulmonar, embolismos periféricos, ta-
ponamiento cardíaco, isquemia miocárdica por
compresión del sistema arterial corona-rio,
trastornos de la conducción eléctrica, al-
teraciones mecánicas valvulares y cuadros de
anafilaxia. En el electrocardiograma, se suelen
observar alteraciones inespecíficas de la re-
polarización o bloqueo de rama derecha y es
frecuente la presencia de ondas T negativas.
(Ozkan, Ali, Tuncer, Gursioy & Cogri, 2012)
En este caso, se obser bradicardia
sinusal con frecuencia cardiaca 53 lpm y
posterior-mente se solicitó el Holter. La
detección de los anticuerpos contra antígenos
equinocócicos específicos es la prueba con
mayor especifi-cidad y también se utilizan
pruebas de hema-glutinación indirecta, de
inmunofluorescencia indirecta o de ELISA.
Las técnicas de diagnóstico como la radio-
grafía torácica, la ecocardiografía transtoráci-ca
y transesofágica, la tomografía o la resonan-cia
magnética nos permiten definir la posición y
características de los quistes. En el caso clí-nico
de nuestro paciente el estudio se inició con la
tomografía que le fue indicada por un médico
particular. Dicho examen nos dio una
información acertada de la probable etiología
del sincope; posteriormente, se realizaron las
demás estudios de imágenes para orientar el
diagnóstico diferencial. La ecocardiografía es la
técnica de elección para el diagnóstico de los
quistes hidatídicos cardiacos, debido a su amplia
disponibilidad, alta sensibilidad, gran resolución
y capacidad de analizar al mismo tiempo las
consecuencias hemodinámicas.
La ecocardiografía transesofágica (ETE)
fue indicada debido a la mala ventana transto-
rácica que presentaba el paciente La ETE per-
mitió visualizar y entender el mecanismo del
sincope en nuestro paciente. La RM (resonan-
cia magnética) delimita la masa, la grasa pe-
ricárdica. Esta técnica es, especialmente, útil
para analizar la relación de la masa con otras
estructuras intracardiacas, así como su exten-
sión a estructuras vasculares y mediastínicas
adyacentes. (Saborido, Blanco, Rodríguez &
Nieto, 2012)
La RM es superior al ecocardiograma para
diagnosticar la infiltración del pericardio,
composición de la masa, diferenciar lesiones
sólidas de quísticas y estudiar su grado de vas-
cularización. Si bien no puede sustituir a la
anatomía patológica, permite obtener signos
indicativos de benignidad o malignidad y en
muchas ocasiones determinar la naturaleza de
la lesión. (Pérez et al., 2006).
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Arnaldo Geldres Echevarría, Juan Rivera Vizcarra, Karen Jemina Gúzman Valencia,
Yuri Vladimir Lazarte Villafuerte, Zuly Deysi Trejo Sánchez
Se optó por el tratamiento quirúrgico, dado
el posible riesgo de rotura y anafilaxis. Los
quistes pueden romper también la cavidad
pericárdica y causar un derrame pericárdico o
un taponamiento y la formación de quistes
hijos. En nuestro caso, el paciente fue operado
mediante evacuación del contenido del quiste
y escisión de las porciones redundantes de la
cápsula del tumor. Se utilizó una solución sa-
lina al 20% intraquística durante 10 minutos
para esterilizar el quiste y la irrigación pericár-
dica con solución salina hipertónica al 17.7%
para disminuir la recurrencia de la enferme-
dad en localización pericárdica.
El paciente recibió tratamiento médico con
un fármaco antiparasitario: el albendazol, que es
el medicamento que ha demostrado tener mayor
eficacia en el quiste hidatídico. Es el tratamiento
estándar de 10-15 mg/kg/ día por tres ciclos de
un mes con descansos de 14 días.
Se recomienda tratamientos de tres a
seis meses ya que han presentado índices
de éxito en el 49% de los pacientes,
respuesta parcial en 13%, y falla en el
tratamiento en 31.5% de los enfermos.
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