Nécker Salazar Mejía
embargo, una “cultura de resistencia”. Con el
fin de formar la nación peruana, la élite del
poder impulsó una idea de “lo criollo” como
signo de la peruanidad, de lo cual, no obstan-te,
se alejó para dar paso al cultivo de prácticas
sociales europeas, lo que hizo que tuviera una
relación ambivalente con la “cultura criolla”.
En ese contexto, el “criollismo popular for-
ma la identidad de la costa peruana” y son los
descendientes de los africanos quienes “repre-
sentan a los criollos en su expresión más au-
téntica”; para Delevaux, la negritud en nuestro
país “es parte de la historia de este discurso
político-cultural criollo” (p. 139). En el inte-
rior de la dinámica de la sociedad y en el mar-
co de las relaciones culturales y de poder, se
logra una resignificación de la “herencia ne-
gra”, lo que se articula con la emergencia de
“una identidad y una memoria afroperuanas”.
Identificados con una cultura popular, donde
sobresalen el arte, la música y la tradición, los
afrodescendientes “producen sus propias re-
presentaciones y se afirman como portadores
culturales particulares de la Nación” (p. 141).
El segundo artículo es de Aura Luz Duffé
Montalván, quien discute acerca de la “especi-
ficidad del habla negra” desde un punto de vis-
ta lingüístico. Mediante un detenido estudio del
habla de los personajes de la cultura afri-cana
en cuentos de Antonio Gálvez Ronceros y
Gregorio Martínez, autores que transmiten
“desde dentro […] los valores, sentimientos y
las particularidades de la cultura negra en el
Perú” (p. 147), Duffé Montalván analiza los
rasgos particulares del lenguaje de la pobla-ción
negra respecto del castellano estándar. El habla
afronegra se caracteriza, a partir del cor-pus
estudiado, por la omisión y sustitución de
fonemas, el empleo apropiado de los tiempos
verbales, la utilización de enunciados simples o
complejos, el uso de un registro coloquial y de
expresiones propias de la cultura afrope-ruana,
y conceptos referidos al plano axiológi-co. La
autora concluye que, “si bien el habla de la
cultura afroperuana presenta una variación con
respecto a la fonética del español acadé-mico
haciendo usos de términos y frases colo-
quiales, su estructura lingüística demuestra un
empleo muy correcto del castellano a nivel de
la morfología verbal y la construcción de los
sintagmas nominales” (p. 162).
En el último estudio, Isabel Polo Gaona
propone, a partir de la lectura de las cancio-
nes de Miki González, “una aproximación a la
expresividad musical afro-peruana, desde las
intrusiones que realiza el cantautor como
individuo creador (culturalmente exógeno) a
esta otredad para aprehender y tomar algunos
atributos de su cultura” (p. 165). El estudio
divide la producción musical de Miki Gon-
zález en tres momentos, en los que predomi-
nan diferentes representaciones de la cultura
afroperuana, ya que se parte de una represen-
tación del negro como “un elemento exótico y
exógeno en la escena del rock nacional” (p.
173), para, luego, reivindicar “la dignidad del
sujeto afroperuano, al subrayar la riqueza y
fe-cundidad de sus aportes creativos a la
cultura nacional” (p. 181), y, finalmente,
mostrar “su autenticidad y su autonomía
cultural, logran-do convertirse en un
generador activo de su arte” (p. 185).
Para Polo Gaona, si bien el mercado es un
factor importante para la inclusión de los rit-
mos y géneros de la tradición musical afrope-
ruana en el concierto del rock nacional, este
proyecto responde más al interés del propio
cantautor en profundizar en los valores de la
música afroperuana como a la admiración que
siente por su riqueza y vitalidad.
Centrándose en la representación literaria o
discursiva de lo afroperuano, la propuesta del
libro editado por Richard Leonardo discute lo
que implica dicha representación en el ima-
ginario nacional. El texto, igualmente, apela a
nuestra conciencia y a nuestra memoria para
decirnos que somos una nación heterogénea, por
lo que se hace necesario indagar acerca de
nuestras identidades y del lugar que debe
corresponder a las otras matrices culturales y
sociales existentes en el país, que no suelen ser
incluidas en el discurso de la reflexión intelec-
tual ni en la agenda de la discusión académica.
| Cátedra Villarreal | V. 1 | No. 2 | julio-diciembre | 2013 | 199