Aaron Caycho Cajau
riesgo de recaída (Burling, Really,
Moltzen y Ziff, 1989), ya que el paciente
se confía exa-geradamente en que puede
afrontar situacio-nes de consumo sin
ninguna dificultad (Bur-ling et al. 1989).
Por otra parte, no se encontraron pacien-tes
ubicados en los niveles de inseguridad y no
tiene confianza. El caso contrario resultaría
riesgoso, ya que el exceso o el déficit de auto-
eficacia puede implicar condiciones peligrosas
que pueden suscitar recaídas en los pacientes
(López-Torrecillas et al., 2002).
Al analizar las ocho subescalas el DTCQ
según la edad del paciente, se halló que exis-
ten diferencias significativas para las subes-
calas de presión social al consumo y mo-
mentos agradables con otros, encontrándose
puntajes más bajos en el intervalo de 18 a 30
años. Probablemente, la autoeficacia puede
relacionarse a componentes de personalidad
que a partir de los 30 años tienden a definir-se
y estabilizarse (McCrae y Costa, 2008) y que
les da mayor seguridad en situaciones de
consumo. La Comisión Nacional para el De-
sarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) (2010)
en la Encuesta nacional para Lima Metropo-
litana, en zona sur, halló que la prevalencia de
vida en los consumidores de drogas es más
alta en los intervalos de edad compren-didos
entre los 26-35 años y 36-45 años, casi el
mismo grupo etario que la presente inves-
tigación lo cual podría sugerir que a mayor
edad hay un mayor prevalencia del consumo
de drogas porque los individuos confían en
poder resistir situaciones de consumo. No se
hallaron diferencias significativas en las esca-
las restantes según la variable edad.
Además, no se encontraron diferencias sig-
nificativas en las ocho subescalas del DTCQ
según el diagnóstico, el nivel de instrucción,
edad de inicio de consumo, estado civil, tiem-
po de consumo de la droga problema, tiempo
transcurrido en internamientos anteriores y
tiempo transcurrido en internamiento actual
en comunidad terapéutica.
Probablemente la autoeficacia se asocia más
a la creencia en superar las tentaciones de
consumo (Bandura, 1995) y en las propias ha-
bilidades para resistir el consumo de drogas en
situaciones peculiares de riesgo (Annis, 1982).
Annis (1982) indica también que puede in-
volucrar variables como la motivación para
beber, dependencia física, deterioro neuroló-
gico, habilidades sociales, etc. El modelo biop-
sicosocial refiere que el mantenerse abstinen-
tes, que viene a relacionarse también con la
autoeficacia, depende más de factores de dis-
tinta naturaleza como la motivación asociada al
consumo de alcohol, la dependencia física, daño
neurológico, habilidades, etc., tal como han
indicado Brownell et al., Edwards, Rodrí-guez-
Martos y Wallace (citados en López-To-rrecillas
et al., 2002).
Para el caso del tiempo de consumo de la
droga problema, el no encontrar diferencias
significativas puede vincularse a que solo el
20% de pacientes ha consumido por más de
26 años. El 80% restante ha consumido por
menos tiempo, pero no necesariamente invo-
lucra que hayan tenido problemas asociados a
su consumo en todo ese intervalo de tiempo y
de manera continua. Respecto al tiempo de
tratamiento actual en comunidad terapéutica
no se encontraron diferencias significativas
probablemente por características de la pobla-
ción ya que el 12% de la población tiene un
tiempo de tratamiento de 13 a 18 meses y el
88% restante tiene entre uno y tres meses de
tratamiento. Tal condición puede estar afec-
tando en cierta medida los resultados al estu-
diar la variable mencionada.
Referencias
Annis, H.M. (1982). Situational confidence
questionnaire. Toronto, Canadá:
Ad-diction Research Foundation.
Annis, H.M. y Martin, G. (1985). Drug-
Taking Confidence
Questionnaire. Toronto, Canadá:
Addiction Research Foun-dation.
42 | Cátedra Villarreal | V. 5 | No. 1 | enero-junio | 2017 |