Impacto socio ambiental en la ciudad de
Pisco después del terremoto
Socio environmental impact in the
city of Pisco after the earthquake
Emiliana Lévano Uchuya *
Carmen Flores Sánchez
Carmen Fuentes Pizarro
César Cabrel La Rosa
*E-mail: emilevano@hotmail.com
cfloressanchez@yahoo.es
cfp_13@hotmail.com
ccabral@yahoo.com
Recibido: junio 07 de 2013 | Revisado: setiembre 04 de 2013 | Aceptado:
octubre 16 de 2013
Facultad de Ciencias Sociales
Facultad de Ing. Geográfica Ambiental y Ecoturismo Universidad
Nacional Federico Villarreal
Abs t r act
The aim of the present research is to determine the socio-envi-
ronmental impact produced in the city of Pisco three years after
the 2007 earthquake. It’s a retrospective - descriptive study of
quantitative and qualitative nature. The quantitative study was
developed applying a questionnaire to 181 victims of the earth-
quake, living in the city of Pisco, with the purpose of knowing
the effects socio-environmental, and the strategies developed to
face the disaster. In terms of quality, the study involved three
fo-cus groups for leaders and affected habitants, and 5
interviews to representatives of the government and of the civil
society of Pisco, with the aim of analysing the role of the
government in the aid and reconstruction work. The results
obtained state that most of the victims live in precarious houses,
their physical and mental health is deteriorated, and their
strategy to face the di-saster was to strengthen the relation
between families and nei-ghbours. The aid and post-earth quake
actions regarding health and education were more inclusive.
Keywords:
Socio-environmental impact, family strategies, socio-
environ-mental issues, demands attention.
Re sume n
La presente investigación tuvo como objetivos determinar el
impacto socioambiental producido en la ciudad de Pisco a tres
años del terremoto 2007. Es un estudio retrospectivo, descrip-
tivo de naturaleza cuanti cualitativa. El estudio cuantitativo se
desarrolló aplicando un cuestionario a 181 damnificados del
terremoto residentes en la ciudad de Pisco para conocer los
efectos socioambientales y las estrategias desarrolladas para
afrontar el desastre. En términos cualitativos comprendió tres
grupos de muestra a dirigentes y vecinos damnificados y cinco
entrevistas a representantes del Estado y sociedad civil de Pis-co
para analizar el papel del Estado en las acciones de socorro y
reconstrucción. Los resultados obtenidos permiten señalar que la
mayoría de damnificados reside en viviendas precarias, su salud
física y mental está deteriorada; además fortalecieron redes
familiares y vecinales como estrategia para enfrentar el desastre.
Las acciones de socorro y post terremoto relacionadas con la
salud y educación fueron más inclusivas.
Palabras claves:
Impacto socio ambiental, estrategias familiares,
problemática socioambiental, atención a las demandas.
| Cátedra Villarreal | Lima, perú | V. 1 | N. 2 | 153 - 166 | julio-diciembre | 2013 | issn 2310-4767 153
Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
Introducción
La seguridad ha sido una de las preocu-
paciones centrales para la supervivencia de la
humanidad. La naturaleza de manera opuesta
nos ofrece dos escenarios: uno de abundancia
de riqueza, proveyéndonos lo que nos alimen-
ta y nos recrea brindándonos aquello que es
vital para nuestro bienestar integral; el otro de
riesgo y amenaza a nuestra integridad cuando
desata su fuerza en situaciones de desastre na-
tural y nos hace vulnerables.
Gidens explica que ofrecer seguridad ha sido
desde hace mucho tiempo una preocupa-ción de
los ciudadanos quienes han visto al es-tado de
bienestar como vehículo de seguridad, el cual
en materia de problemas ecológicos ha de
concederle importancia al riesgo.
La nueva prominencia del riesgo conec-ta
la autonomía individual, por un lado, con la
influencia arrolladora del cambio cientí-fico y
tecnológico, por otro lado el riesgo se
relaciona con los peligros que afrontamos-
entre ellos los creados por el propio hombre
- pero también sobre las oportunidades
que corren a la par (1999:78).
El lado positivo del riesgo es considerado
por el autor como un principio kinético de una
sociedad que ha roto con la tradición y la natu-
raleza. Cuando la tradición y la naturaleza son
transformadas se tiene que asumir decisiones
progresivas asumiendo la responsabilidad por
los efectos que se generen. Ello implica asumir
las consecuencias futuras de nuestros actos
presentes, siendo esta una de las principales
preocupaciones de la “nueva política”. En este
sentido, el Estado debe proporcionar a los
ciudadanos seguridad determinando cómo y con
qué recursos atender sus necesidades.
Gidens propone considerar la oportunidad
y la innovación asumiéndolas como el lado
positivo del riesgo, que llevan a explorar de
manera activa los entornos del riesgo como
componentes necesarios de la movilización
social y económica. El riesgo hace referencia
a los peligros que tratamos activamente de
afrontar. Todos necesitamos protección con-
tra el riesgo ante problemas ecológicos, pero
también tenemos la capacidad de afrontar y
contraer riesgos de un modo productivo que
garantice la seguridad de los ciudadanos; lo
que lleva a asociar el riesgo con la responsa-
bilidad. Concebir el riesgo de manera integral
en términos técnico, económico, social, polí-
tico, físico, ambiental conlleva a diseñar ac-
ciones preventivas y de asistencia desde una
perspectiva multidisciplinar.
Para Hernández (2006), Lungo y Baires
(2007) el riesgo es el resultado de las amena-zas
que existen multiplicadas por la vulnerabi-lidad
de la población frente a ellas. La ecuación sería
Riesgo: Amenazas x Vulnerabilidad. Las
amenazas pueden ser previsibles (huracanes) o
tener carácter impredecible (terremoto). En
zonas con vulnerabilidad física, las amenazas se
multiplican por la ubicación de la población en
lugares propicios para el desastre, en tanto que
la vulnerabilidad social se produce cuan-do la
población amenazada carece de organi-zación
para responder a la amenaza.
Las amenazas tienen sus correspondientes
contrapartes en las capacidades sociales de las
personas, familias y comunidades para dismi-
nuir el riesgo del desastre. Aquí la ecuación
se-ría Riesgo= Amenazas / Capacidades. Se
trata de reducir la exposición a los efectos
dañinos de un desastre; de la capacidad de
resistir al impacto de las amenazas con un
ataque frontal de la pobreza con una
preparación medio am-biental, organizativa y
educativa; de la capaci-dad de recuperarse
después del impacto, de la capacidad para
reconstruir, de la capacidad de aprender de
los desastres ocurridos, para convertir la
calamidad en una oportunidad de cambio.
Al respecto, Cardona (2001:194) sostiene que:
…el riesgo mismo es el problema fundamental,
siendo el desastre natural un problema deri-
vado. La ciencia y la tecnología son necesarias
pero no suficientes para garantizar la reducción
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Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
del riesgo ante fenómenos naturales y la
gestión del riesgo debe surgir como un
componente fundamental de la
planificación y como estrate-gia ineludible
para lograr un desarrollo sosteni-ble.
de viviendas autoconstruidas que no reúnen
las condiciones de seguridad mínimas,
suma-das a otras causas configuran un
cuadro de riesgos ambientales crecientes.
El Instituto Nacional de Defensa Civil-IN-
DECI (2006) define la gestión del riesgo de
desastres como el conjunto de conocimien-tos,
medidas, acciones y procedimientos que,
conjuntamente con el uso racional de recursos
humanos y materiales, se orienta a la planifi-
cación de programas y actividades para evitar o
reducir los efectos de los desastres. La ges-tión
de desastres brinda los pasos necesarios que
permite a la población afectada recuperar el
nivel de funcionamiento después de un im-
pacto. Las acciones que se planifiquen deben
orientarse a minimizar los desastres y recu-perar
las condiciones de normalidad o con-diciones
pre-desastre, lo que es posible lograr mediante:
i) la prevención (antes), relaciona-da con la
estimación del riesgo y su reducción;
ii) la respuesta (durante) ante las emergencias
expresadas en la ayuda humanitaria y solida-
ria; iii) la reconstrucción (después) proceso
que toma tiempo y se desarrolla por etapas.
La reconstrucción es una tarea que in-
volucra al Estado y a la Sociedad Civil en un
trabajo articulado intersectorial e interinsti-
tucional, en el que las tareas se distribuyen de
acuerdo a las posibilidades de cada actor, lo-
grando la participación de todos. Este proceso
toma tiempo y se desarrolla por etapas.
En relación al manejo de eventos de desas-
tre natural en América Latina, Lungo y Baires
(2007) señalan que San Salvador es una ciudad
que a lo largo de su historia ha experimenta-do
sismos de regular intensidad. Se observa que los
riesgos ambientales urbanos tienen un alto
componente de participación humana: las
prácticas sociales dan cuenta de un bajo nivel de
conciencia en relación a los efectos de los
desastres naturales. El nivel de desregulación
prevaleciente en torno a la construcción de la
ciudad, la extrema descoordinación de las dis-
tintas instancias de gobierno y la proliferación
Bermúdez (1995) estudel manejo insti-
tucional y la percepción de la población en el
terremoto de Limón y encontque las auto-
ridades de protección civil carecían de un plan
maestro para el manejo de un terremoto grado
Ms=7.5, no contaban con un sistema de infor-
mación apropiado, lo cual generó caos y du-
plicidad de acciones, situación que incidió en
la eficiencia de los procesos de rehabilitación
y reconstrucción.
En tanto que la investigación de Hernán-
dez (1991) sobre el terremoto acaecido en la
ciudad de Limón en 1991 da cuenta que la
po-blación costarricense no tenía
conocimiento claro ni había interiorizado
las dimensiones destructoras que la fuerza
telúrica puede llegar a alcanzar.
Los desastres naturales impactan en la vida
de las personas y en las comunidades gene-
rando cambios perjudiciales. Se entiende por
impacto socio ambiental a las consecuencias
causadas por un desastre natural a las pobla-
ciones humanas que alteran el modo y la ca-
lidad de vida en que viven, trabajan, se rela-
cionan entre y organizan para atender sus
necesidades. La evaluación del impacto social
puede entenderse como un marco para eva-
luar todos los efectos en las personas y en la
forma en que las comunidades interactúan con
su entorno socio cultural, económico y
ambiental.
La costa del Perú se encuentra en el llama-
do Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las
zonas más activas sísmicamente del mundo.
Existen ciertos patrones de periodicidad que
indican que eventos de estas características se
registran aproximadamente cada cien años.
El 15 de agosto de 2007 a las 18:41 horas se
registró un violento sismo, cuyo epicentro se
localizó 60 kilómetros al oeste de Pisco a una
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
profundidad de 40 Km. Su magnitud fue de
7.9.en la escala Richter, según los registros
del Instituto Geofísico del Perú. El sismo tuvo
una duración aproximada de cuatro minutos
por la ocurrencia de dos sismos, ya que el
segundo sismo se produjo a los 70 segundos
después de haber ocurrido el primer sismo,
siendo de esta manera uno de los sismos más
largos de la his-toria peruana.
El sismo causó daños en cinco departa-
mentos y en la Provincia Constitucional del
Callao, 22 provincias y 50 distritos. La
carre-tera Panamericana quedó interrumpida
en varios tramos, lo cual agudizó aún más el
pro-blema ya que no había manera de entrar
a la ciudad de Pisco, en donde se produjo el
90% de los daños.
En términos de pérdidas humanas, se re-
gistró un total de 655674 personas entre dam-
nificadas y afectadas, 1292 heridos y 139521
viviendas entre destruidas, inhabitables y afec-
tadas. De manera específica, el casco urbano de
la ciudad de Pisco fue gravemente dañado, un
80% de las casas ubicadas en el centro cayó por
efecto del sismo quedando sin luz, agua ni
comunicaciones; la red de desagüe colapsó to-
talmente, 11707 viviendas quedaron destrui-das
y 9550 viviendas afectadas. El sismo dejó
59971personas damnificadas, 50522 personas
afectadas, 701 heridos y 383 fallecidos. INDE-
CI (2007:405-406)
Los dos principales hospitales de la ciudad
de Pisco sufrieron graves daños, uno de ellos,
el Hospital San Juan de Dios, perteneciente al
Ministerio de Salud, sufrió daños moderados
en un 80%, lo cual fue un factor limitante para
la atención de los heridos cuyos requerimien-
tos de mediana y alta complejidad fueron tras-
ladados a Lima por vía aérea o terrestre.
El hospital Antonio Skrabonja del Seguro
Social de Salud (ESSALUD) sufrió daños en
un 100% (fachada y ambientes agrietados con
algunas columnas destruidas), lo que impidió
brindar servicios de atención médica. Bamba-
ren & Alatrista (2009) realizaron una investi-
gación sobre el impacto socioeconómico del
terremoto en Pisco en el sector salud perua-no
encontrando que el impacto del terremoto
ascendió a 139,1 millones de dólares, el 95%
correspondió a daños en los establecimientos
de salud y 5% a las pérdidas.
Este sismo movilizó a las autoridades des-de
la más alta jefatura del Sistema Nacional de
Defensa Civil (SINADECI), a la empresa
privada, a la comunidad internacional y a la
población en general. Se canalizaron 15 mil
toneladas de ayuda humanitaria a los damnifi-
cados. Sin embargo, la capacidad de respuesta
del Estado evidenció ausencia de una política de
manejo de emergencias, coherente y eficaz, lo
cual generó duplicidad, desorden, fricción y
confusión entre el gobierno central, gobierno
regional, gobierno local y organizaciones de la
sociedad civil (INDECI, 2007).
El gobierno central mediante Ley 29078
creó el Fondo de Reconstrucción Integral de
las Zonas Afectadas por los Sismos (FOR-
SUR), en la cual se declara en emergencia y
de interés nacional, la ejecución de planes y
proyectos destinados a la rehabilitación y re-
construcción de viviendas, centros educati-
vos, hospitales, postas médicas, así como la
infraestructura de comunicaciones, caminos,
riego, energía eléctrica, saneamiento, habilita-
ción urbana y otros servicios públicos en las
zonas declaradas en emergencia. La norma
fue modificada por la Ley 29136 que
declara de prioridad e interés nacional a la
construcción de infraestructura, de acuerdo a
los referentes técnicos elaborados con la
finalidad de redu-cir los efectos de la
actividad sísmica y otros fenómenos naturales
en las zonas declaradas en emergencia.
A dos años del terremoto, se observa pre-
cariedad en las condiciones de vida de los
damnificados quienes manifiestan desconten-
to por la ineficiencia de la acción del Estado
para la reconstrucción de la ciudad.
Los objetivos de este estudio fueron de-
terminar el impacto socio ambiental produ-
156 | Cátedra Villarreal | V. 1 | No. 2 | julio-diciembre | 2013 |
Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
cido en las familias de la ciudad de Pisco a
tres años del terremoto, identificar los efectos
socio ambientales existentes en las familias
damnificadas residentes en la ciudad de Pisco;
identificar las estrategias que desarrollan las
familias damnificadas de Pisco para afrontar
los efectos socio ambientales y analizar el pa-
pel que el Estado asume para la atención de
demandas socio ambientales de damnificados
residentes en la ciudad de Pisco.
Método
Este trabajo fue un estudio retrospectivo, de
naturaleza cuanti cualitativa de nivel des-
criptivo, que comprendió los años 2007 -2010.
Se realizó en la ciudad de Pisco- departamen-to
de Ica. Para el estudio cualitativo se asumió una
muestra de siete familias damnificadas del
terremoto de agosto del 2007 residentes en la
ciudad de Pisco; seis dirigentes vecina-les, de
organizaciones de base; cuatro repre-sentantes
de la Unidad de Gestión Educativa Local
(UGEL )Pisco, FORSUR Pisco, Comité Central
de lucha de los damnificados de Pis-co y de la
Organización No Gubernamental -ONG Pisco
Sin Fronteras.
La muestra para el estudio cuantitativo
estuvo constituida por 181 familias damnifi-
cadas elegidas al azar simple, residentes en la
zonas 5 Esquinas, Nueva Alameda y Molino
Alto y fue construida con 0.015 de desviación
estándar y 95% de confianza.
Los criterios de inclusión fueron ser familia
damnificada del terremoto de agosto del 2007 y
continuar residiendo en el distrito de Pis-co; ser
dirigente de una organización vecinal
u organización de base, comité; ser autoridad
de una entidad del gobierno central, regional
y local o representante de instituciones de la
sociedad civil comprometidas en la recons-
trucción del distrito de Pisco.
Las variables estudiadas fueron: a) socia-
les (indicadores: empleo, salud, alimentación,
vivienda, capacidad de respuesta de la pobla-
ción, ejercicio participativo de la población);
b) ambientales(indicadores: contaminación
del agua, contaminación por residuos sólidos,
necesidades de los damnificados no cubiertas
que afectan el medio ambiente, percepción de
los damnificados sobre el medio ambiente) ;
c) estrategias familiares para afrontar efectos
socio ambientales del desastre: capacidad de
adaptación para afrontar efectos durante y
después del sismo, estrategia de consumo ali-
mentario, estrategia de sobrevivencia, efecto
del desastre en la dinámica familiar, necesi-
dades y demandas ambientales, participación
de la población en acciones comunales de
reconstrucción; d) papel del Estado frente a
efectos socio ambientales (indicadores: opera-
ciones de socorro y rehabilitación del SINA-
DECI, proyectos de reconstrucción aprobados
y ejecutados por FORSUR); e) demandas so-
cio ambientales atendidas por gobierno local,
regional y central, integración Estado - comu-
nidad, protección de los procesos ambientales
(indicadores: educación, salud, vivienda, tra-
bajo y alimentación).
Para recoger la información se realizó: a)
un focus group con presencia de seis dirigen-
tes vecinales y de organizaciones sociales de
mujeres de la zona Nueva Alameda, b) un
focus group con vecinos damnificados de la
zona 5 Esquinas y Nueva Alameda (cuatro
mujeres y tres varones), c) cuatro entrevistas
en profundidad a representantes de FORSUR
Pisco, Coordinador del área estadística UGEL
Pisco, ONG Pisco Sin Fronteras y Comité -
vico de damnificados del distrito de Pisco.
Adicionalmente, se confeccionó y aplicó un
cuestionario estandarizado.
Durante el periodo de investigación se
organizó una base de datos relacionados con
los aspectos socio ambiental antes y
después del terremoto- años 2006 al 2009.
Se capa-citó al equipo de estudiantes de la
Facultad de Ciencias Sociales, con quienes
se levantó información en las zonas 5
Esquinas, Nue-va Alameda y el Molino
Alto de la ciudad de Pisco. Se procesaron
los datos de los cuestio-narios utilizando el
programa SPSS versión 16.0 para Windows.
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
Resultados
I. Impacto Socio-ambiental
En el departamento de Ica, los damnificados y
afectados por el terremoto 2007 en la pro-
vincia de Pisco solo representaron el 33%. Sin
embargo, el número de heridos y falle-cidos
superó el 65% de daños personales. Según
cifras oficiales del Ministerio Públi-co el
58.4% era de sexo femenino, el 17.8% eran
menores de 15 años y un 34.7% eran mayores
de 60 años. El mayor porcentaje de fallecidos
fueron personas adultas (51%) y adultos
mayores (28.8%).
El Censo del Sismo 2007 del Instituto Na-
cional de Estadística e Informática (INEI)
precisa, en cuanto al grado de afectación
de la vivienda, que en la ciudad de Pisco
i) un 34% se destruyó; ii) un 12% quedó
muy afectado; iii) un 31% que
afectado; iv) un 13% quedó levemente
afectado; v) un 10% no fue afectado.
En la emergencia se dio posada a 3412 fami-
lias en 15 albergues instalados en distintos
puntos de la ciudad de Pisco. El promedio de
personas por carpas fue: 7.7/ Parque zo-nal,
12.31/ CAP (Francisco Bolognesi) y 12/ La
Alameda. Datos del Ministerio de Sa-lud-
MINSA (2007) señalan que el 58% de
familias damnificadas pernoctó en carpas o en
chozas improvisadas y que el 8% fue al-
bergado por familiares o vecinos.
Un año después, según INDECI un 60% de
familias albergadas retornó a sus viviendas
de origen, invadió terrenos del Alto Molino
o migró a otras zonas. Las familias damni-
ficadas recibieron ayuda consistente en mó-
dulos de madera con esteras y de madera
machihembrada y de Oriented Strand Board
(OSB )de FORSUR (115), Caritas (282) y
Plus Petrol.
El monitoreo realizado por el MINSA en
los distritos de Pisco y San Clemente dio a
conocer lo siguiente: i) la distribución del
agua se realizaba de manera inter diaria o en
más de dos días; ii) la eliminación de excre-tas
en viviendas afectadas era: cerca del 27% en
campo abierto, 48 % en baño propio, el 10%
en letrina en casa; iii) deficiencias en la
distribución y mantenimiento de letrinas en
los campamentos. Se observó que una letri-na
era utilizada por un promedio que oscila-ba
entre 82 y 181 personas.
Acorde al contexto descrito, los sujetos de
estudio refieren que el 87% de sus viviendas
quedó inhabitable, algo más del 40% recibió
ayuda de familiares y del Estado para la re-
moción de los escombros y quienes lograron
reconstruirla (38%) lo hicieron principal-
mente con el apoyo de vecinos y familia.
Se observó que los damnificados analfabetos o
con nivel de instrucción primaria recibie-ron
ayuda del gobierno central o local; cerca del
13% logró acceder al bono de s/.6,000.00
nuevos soles del Banco de Materiales y des-
tinaron el 90% del dinero a la construcción de
una habitación de 4 mts. x 4 mts. con ci-
mientos, paredes y techo con caña.
A la fecha, un 45% habita en lotes
invadidos ubicados en un área de terreno
inhóspito en el que habitan en viviendas de
esteras caren-tes de servicios básicos y
menos del 30% no ha logrado rehabilitar su
vivienda. El 80% reside en viviendas con
dos piezas, en algu-nas de ellas la vivienda
es compartida hasta por tres familias.
Un problema expresado por los sujetos
de estudio residentes en el centro de la
ciu-dad es la errónea asignación de la
propie-dad de vivienda al haberse
empadronado como propietarios de las
casas a vecinos sin que el Organismo de
Formalización de la Propiedad Informal
(COFOPRI) verificara exhaustivamente
la documentación proba-toria.
En los dos primeros meses de la emergen-
cia se brindó 43,067 atenciones diarias en
los establecimientos de salud, brigadas iti-
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Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
nerantes y albergues temporales en la pro-
vincia de Pisco. Los pacientes fueron mayo-
ritariamente mujeres y menores de 15 años
(49%), las atenciones médicas correspon-
dieron un 48% a infecciones respiratorias
agudas no neumonía, el 7.9% a causas ex-
ternas (heridas, contusiones, traumatismos
etc.), un 5.1% correspondió a afecciones a
la piel, el 4.4% presentó trastornos psico-
lógicos, un 7.5% tenían como diagnóstico
HTA, diabetes, EDA s/deshidratación y
conjuntivitis.
En la tabla 1 se observa que el comportamien-to
de la morbilidad entre los años 2006 y 2009
presenta significativas variaciones. Tomando
Tabla 1
como año base el 2006, el total de casos aten-
didos en el 2007 se incrementó en un 640%,
lo que obedeció al impacto de la situación de
emergencia. En dicho período los grupos
etáreos más afectados post terremoto fueron
los adultos de 50 años a más, quienes regis-
tran un incremento sostenido de atenciones,
mientras que el mayor número de pacientes
correspondió al sexo femenino. Las enferme-
dades de mayor incidencia fueron infecciones
a la piel, trastornos psicológicos, infecciones
intestinales y conjuntivitis; como lo describe
una damnificada “…los niños siguen enfer-
mándose… con alergias mi hijito ahora sufre
de asma…porque no hacen nada por la salud
ambiental...” (Julia).
Pisco: Morbilidad según grupo etáreo y sexo 2006-2009
Fuente: Dirección de Salud de Pisco
En relación a la alimentación, antes del
terremoto los sujetos de estudio consumían tres
raciones diarias basadas en el consu-mo de
pescado, pollo, menestras, cereales, verduras y
lácteos. En el 2008, consumían en promedio dos
raciones diarias basadas en menestras, atún
recibidas en calidad de donación; como lo
expresa una damnificada “…Siempre nos hemos
alimentado de la pes-ca ahora está muy caro el
pescado, en la etapa de emergencia
mayormente era menestras y atún los que nos
daban o lo que podían obte-ner de la chacra.
Cada vez nos iban bajando las raciones,
nosotros comíamos frejoles coci-dos, más o
menos”. (Rosa).
En la actualidad, las familias biparen-
tales logran consumir hasta tres raciones
diarias entre las que está ausente el pes-
cado. En la elección de los alimentos pri-
vilegian el menor costo; así lo ilustran los
entrevistados “…Ahora ya no comemos
pes-cado está muy caro…pero como
tres veces al día…” (Julia)
El nivel de educación constituye un indi-
cador de las condiciones de vida y da cuenta
de las potencialidades de una población. El
censo 2007 señala que en la ciudad de Pisco
el 72% de la población comprendida entre los
6 y 24 años se encontraba inserta en el
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
sistema educativo, un 37% de la
Población económicamente activa (PEA)
tenía estu-dios superiores y solo el 1.7%
de mayores de 15 años era analfabeto.
La tabla 2 da cuenta de la dinámica de
los centros y programas educativos en el
período 2007-2010. En relación a los pro-
gramas educativos del nivel inicial, se re-
gistra un incremento constante de alum-nos,
una mayor oferta formativa en centros
educativos públicos y una mayor asigna-
ción de docentes y aulas. Proceso contra-
Tabla 2
rio se observa en el nivel primario en el
cual disminuye el número de centros edu-
cativos, de alumnos matriculados y aulas;
sin embargo. se presenta un incremento
de docentes.
En el nivel secundario destaca la oferta
educativa de entidades particulares con el
correspondiente incremento de alumnos y
docentes. En este periodo la oferta educativa
de formación superior tecnológica brindada
por el Estado concentra el mayor número de
matriculados.
Pisco: Centros y Programas Educativos. Años 2007-2010
Fuente: Unidad de Gestión Educativa Local Pisco
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Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
Los damnificados valoran la educación en la
etapa post terremoto de la siguiente manera:
“…Lo primero es el estudio, es la única he-
rencia que se les va a dejar por eso es que no
podemos dejarlo, es prioritario…” (María).
Los sujetos de estudio manifiestan que el
terremoto no afectó la continuidad de su ocu-
pación en otras unidades económicas. Más del
62% afrontó dificultades para acceder a un
nuevo trabajo y señalan que mayor posibilidad
de insertarse en empleos con mayores ingresos
la tienen los jóvenes con estudios tecnológi-cos
mientras que la mano de obra no califica-da
(85.8%) accede a trabajos eventuales como
peones en el campo u obreros de construcción
civil. Un 59.6% realiza trabajos eventuales sin
protección social.
Según Blalock (2008) el ingreso familiar
per cápita en el distrito de Pisco es S/. 389.00
nuevos soles. La información brindada por los
encuestados refleja que el ingreso del jefe de
hogar se concentra en montos menores al
sueldo mínimo vital, el 25% cuenta con un
aporte familiar cercano a los S/. 300.00 nue-
vos soles, un 63% refiere que sus ingresos
solo le permiten atender algunas necesidades
del grupo familiar.
En relación a la capacidad de respuesta de
la población, el Ministerio de Salud (MINSA)
(2007) indica que las intervenciones comuni-
tarias para la atención de la salud se relacio-
naron con la desmovilización en grupos, in-
tervenciones psicoeducativas, fortalecimiento
de redes comunitarias, trabajo con líderes y
agentes comunitarios. De manera concreta en el
estadio Campeones del 69 se desarrollaron
acciones de promoción y prevención fortale-
ciendo capacidades comunitarias para afron-tar
situaciones de crisis y emergencia.
El hacinamiento de la población en los al-
bergues motivó la organización comunitaria,
designándose a 107 delegados quienes organi-
zaron a las familias en las tareas de limpieza e
identificación de riesgos de salud, así mismo
se conformaron Comités Locales de Salud
Mental para el afronte de desastres.
Un segundo momento comprendió la
transferencia de capacidades al personal de
salud y a los líderes comunales capacitándolos
para que desarrollen efecto multiplicador en el
fomento de prácticas saludables al interior y
exterior de los albergues.
Bravo (2010) evalúa el Proyecto 00070077
del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) “Voluntarios para la re-
construcción sostenible tras el terremoto de la
región Ica, Perúidentificando como logro el
haber capacitado en talleres a 77 delegados de
la provincia de Pisco mayoritariamente muje-
res, los que desarrollaron la réplica a 323 de-
legados.
La población encuestada y los participantes
en los focus group de las zonas urbano margi-
nales Nueva Alameda y Alto Molino señalan
que para acceder a alimentos, agua y abrigo se
organizaron por manzanas, designando dele-
gadas mujeres y grupos de vigilancia y trabaja-
ron en red con deres de otras comunidades. Lo
captado era distribuido en lo posible en forma
equitativa. Estas líderes refieren haber sido
capacitadas en programas de prevención de
desastres, del mismo modo participaron en la
preparación de alimentos en ollas comu-nes con
el apoyo del Programa Nacional de Asistencia
Alimentaria (PRONAA).
Ellos refieren que la participación organi-
zada de la población en el diseño y ejecución
de acciones locales de reconstrucción es nula,
manifiestan que en las obras captan a varones
que residen en la cuadra para que se desem-
peñen como obreros o supervisores según su
nivel de instrucción.
Destacan la participación del Comi Pro-
vincial de la Lucha en Pisco, le reconocen como
actividades la canalización de demandas de
atención de población damnificada, énfasis en la
celeridad de los trabajos de reconstruc-ción,
exigencia de un manejo transparente de
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
los recursos materiales y financieros,
difusión de las debilidades del proceso de
reconstruc-ción.
Los problemas ambientales reconoci-dos son
la presencia de cúmulo de basura en distintos
puntos de la ciudad (67%), sistema de
alcantarillado colapsado con presencia de aguas
servidas (83%), plaga de insectos (34%),
presencia de roedores (29%) tal como lo refieren
los sujetos de estudio “…De vez en cuando pasa
el camión recolector…quemamos la
basura…aquí hay muchas ratas…somos los
olvidados aquí en el Alto Molino.”(Dora) “…
FORSUR está construyendo las pista, los ca-
miones recolector no pueden pasar…la gente
sigue botando la basura, proliferan las moscas
contaminando el medio ambiente con ese mal
olor” (Presidente del Comité de Lucha Pisco).
Estrategias desarrolladas por las familias
Los sujetos de estudio desarrollaron
estrategias individuales y colectivas para
afrontar los efectos durante y después del
sismo, según testimonios recogidos.
…Mi esposo fue a la chacra, a traba-jar
para traer los alimentos más básicos, las
mujeres en las organizaciones sociales de
base, en la cocina preparando los alimen-
tos,”. (Rosa) “…Con otros dirigentes de más
allá nos juntábamos, nos dejaban los víve-res,
los dividíamos…nos dejaban 180 sacos de
arroz, cada grupo recibía equitativo, em-
pezamos a organizar con los grupos de atrás
porque a ellas no le llegaba la ayuda” (Rosa).
En la zona urbana, ante el riesgo por las
réplicas de movimientos sísmicos, los jefes
de hogar enviaron a sus familias a un lugar
seguro dentro o fuera de la ciudad. Ellos
permanecieron al cuidado de sus vivien-das
ante la amenaza de robos o invasiones.
Durante parte del día, los varones buscaron
alternativas de trabajo temporal para cu-
brir la alimentación de sus dependientes.
Algunos de los residentes del centro de la
ciudad apoyaron en la remoción de escom-
bros, accedieron a una carpa, recibieron el
apoyo económico de sus hijos como capi-
tal para invertir en la comercialización de
productos, con relativo éxito. En la zona
Nueva Alameda, los sujetos de estudio per-
manecieron en sus viviendas, desarrollando
acciones colectivas para protegerse y
sobre-vivir.
El terremoto afectó la estructura y diná-
mica de las familias. En términos de estruc-
tura se observa el cambio de familia nuclear
a familia monoparental. El fallecimiento de
los padres de familia o uno de los cónyuges
cambió su estilo de vida. Los viudos o viu-
das viven con sus hijos e hijas o viven
solos, algunos refieren que sus hijos
menores de edad están bajo el cuidado de
los abuelos o hermanos(as) mayores. En
otros casos se dio el cambio de familia
nuclear a extensa. Los hijos e hijas con
pareja cuyas viviendas fueron destruidas
retornaron a su familia de origen o han sido
albergados por otros familiares.
En relación a la dinámica familiar, el ha-
cinamiento de las viviendas y la pérdida del
confort motivó que las actividades de espar-
cimiento de adolescentes y jóvenes se rea-lice
en la calle, siendo menor el control en
quienes perdieron a sus padres, manifestan-
do al respecto “… las madres adolescentes se
ha incrementado, han dejado de estudiar, no
tienen proyecto de vida, la juventud ha
cambiado mucho” (Rosa).
Papel del Estado frente a efectos
socio ambientales
El Instituto Nacional de Defensa Civil
(INDECI, 2007) movilizó personal del gru-
po de intervención rápida para organizar el
Centro de Operación de Emergencia. Se
estableció un puente aéreo entre el Grupo 8
- Lima y la base naval de Pisco, a fin de
dinamizar la ayuda humanitaria. Asimis-
mo envió a especialistas pertenecientes al
Grupo de Intervención Rápida GIRED,
quienes se establecieron en Chincha y a
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Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
personal especializado en Comunicaciones
con el equipamiento respectivo a fin de
ase-gurar las comunicaciones entre la zona
del desastre y las autoridades del INDECI y
del gobierno central.
El puesto de Comando de la zona 2 se
estableció en la ciudad de Pisco, que com-
prendía la atención de los ocho distritos de
la mencionada provincia. El INDECI coor-
dinó las acciones de emergencia de carácter
intersectoriales e interinstitucionales rela-
cionadas con la ayuda humanitaria de orga-
nismos nacionales e internacionales.
Las acciones de emergencia permitieron
canalizar recursos de socorro contenidos en
81 contenedores, distribuyendo 12,484 TM
en la región Ica y 28.218.750,000 raciones
alimenticias del PRONAA. Una de las pri-
meras tareas del Comando 2 en la Munici-
palidad Provincial de Pisco fue la confor-
mación del Comité de Defensa Civil. Los
instrumentos técnicos existentes para las
acciones a realizar fueron el programa de
recuperación y limpieza de cauce, la iden-
tificación de áreas inundables, estadísticas
de desastres más frecuentes y registro de
inspectores técnicos de Defensa Civil. El
comité careció de un plan de prevención y
atención de desastres, sistema de alerta
temprana, programas de protección contra
desbordes y del mapa de identificación de
alto riesgo.
De manera específica, el comando de
esta zona coordinó en la provincia de Pisco
la acción de instituciones de cooperación
internacional; la instalación de Hospitales
de Campaña; 910 centros de atención para
ollas comunes beneficiando a 30702 fami-
lias; 13 albergues en los que pernoctaron
1286 familias; instalación de 132 aulas es-
colares; entrega de 5,923 constancias para
ser ingresadas al Banco de Materiales.
FORSUR a setiembre 2010 había elabo-
rado 942 proyectos. El 18% se relacionaba
con la reconstrucción de la provincia de
Pisco; de ellos un 42% se ejecutó o ejecu-tan
en el distrito del mismo nombre, lo que ha
permitido la rehabilitación de redes de agua
potable, de colectores principales y se-
cundarios, de ejes viales, del Cementerio de
Pisco; la reconstrucción de infraestructura,
equipamiento educativo y losas deportivas,
así como la habilitación urbana de Map-fre-
Congreso de la República. Se invirts/. 51,
320,625.13 nuevos soles en 47 proyec-tos
ejecutados, mientras los 28 en proceso de
ejecución demandaron una inversión de
s/.135,036.00 nuevos soles.
En el 2008 se realizó el mantenimiento
básico a 75 aulas y se instalaron cercos de
esteras en ocho colegios del distrito de Pis-
co. Como parte de la Política de Vivienda
del Estado, se viene ejecutando el proyecto
Conjunto Residencial Renacer Pisco sobre
un área de 197,814.00 m2. Comprende la
construcción de 1,885 viviendas bajo el
programa Techo Propio del Fondo Mi Vi-
vienda.
En relación a la Infraestructura de Sa-
lud, el Hospital ESSALUD Pisco fue re-
construido, brinda servicio de consulta
externa y queda aún pendiente su equipa-
miento. En materia de prevención de de-
sastres el Comide Defensa Civil viene
organizando simulacros de sismo que no
logran congregar la participación efectiva
de las instituciones y de los ciudadanos.
“…Constantemente hacen los simu-
lacros, ya uno como padre de familia tie-
ne que hacerles tomar conciencia de qué
debe hacer, cómo debe actuar…” (Carlos)
El proceso de avance de las obras de in-
fraestructura de servicios básicos y vial es
percibido como lento por los sujetos de es-
tudio, lo que genera malestar en la pobla-
ción y motiva su desconfianza de las insti-
tuciones involucradas en la reconstrucción.
…FORSUR ha sido un fracaso a pe-
sar que en los últimos meses ha tratado
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
de cambiar un poco la figura…no
rinde cuentas, no realiza las obras de
prioridad que se requiere, por ejemplo
se ha cons-truido veredas y pistas pero
ahora se es-tán rompiendo porque no
hay desagües… (Teódulo)
Un aspecto fundamental que ha im-
pedido una real reconstrucción es la co-
rrupción que se encuentra presente en las
acciones del gobierno nacional, regional y
local…“…Se han inventado empresas
constructoras fantasmas para una recons-
trucción que no se ha dado…(Pablo).
Discusión
A tres años del terremoto Pisco 2007 aún
no se han superado los daños materiales y psi-
cológicos en las familias damnificadas. Se ob-
serva deterioro en sus condiciones y calidad
de vida. Ellas se perciben como ciudadanas
violentadas en su dignidad y excluidas del
proceso de desarrollo. Sienten que en su vida
cotidiana se reproducen barreras para acceder
a satisfactores. Un sector importante de dam-
nificados se asume como carenciados; en su
imaginario colectivo está presente la imagen
de un Estado benefactor responsable de su se-
guridad (Gidens, 1999).
La falta de capacidad del Estado para for-
talecer experiencias de asociatividad, de li-
derazgos locales, para sensibilizarlos sobre el
ejercicio consciente de sus deberes y derechos
ciudadanos, sobre el desempeño de su papel
fiscalizador en el manejo responsable y ético
de los recursos durante la emergencia y post
terremoto limitó el desarrollo de un aprendi-
zaje resiliente a partir del desastre y asumir
esta situación como una oportunidad para
impulsar un cambio social sostenido, coin-
cidiendo con los hallazgos de Gidens (1999),
Hernández (2006), Lungo y Baires (1996),
Cardona (2008).
Las demandas de habilitación de viviendas
del 90% de familias pobres y extremadamente
pobres aún no han sido subsanadas. En esta
situación, incide el no cumplimiento de requi-
sitos establecidos en el acceso a subvenciones
otorgadas por el Estado tales como la no la te-
nencia del terreno de la vivienda en que resi-
dían y que las viviendas se ubiquen en zonas
de alta vulnerabilidad.
El hecho de que aún no se ha asfaltado la
mayor parte de las obras de infraestructu-ra
vial y de habilitación de servicios básicos
asociados a los “vientos Paracas”, cúmulo de
basurales, presencia de roedores e insectos se
constituye en fuentes que mantienen como
daño trazador post terremoto IRAS, no neu-
monías, infecciones de piel, SOB asma y con-
juntivitis.
La política de salud del MINSA durante
la emergencia post terremoto privileg la
atención de la salud física observándose un
relativo impacto en las acciones educativas
relacionadas con el fomento de prácticas sa-
ludables y en la atención sostenida de tras-
tornos psicológicos aún presentes.
La estrategia trazada para transferir
ca-pacidades a docentes de aulas en la
identifi-cación y derivación de casos de
alumnos con depresión y ansiedad no
representa un recur-so para los sujetos de
estudio quienes asu-men esta tarea en sus
hogares, reconociendo la importancia de
contar con el servicio de profesionales
especializados en la atención psicológica.
Otro de los impactos del terremoto 2007 se
relaciona con el incremento de la tasa de
morbilidad en los adultos mayores de 50 años
damnificados, situación que se asocia con las
condiciones de vida en que subsisten las fami-
lias pobres y extremadamente pobres.
El gasto social del Estado en obras de re-
construcción, mejoramiento de la infraes-
tructura y equipamiento educativo así como
el incremento de docentes a nivel inicial y
secundario permitió sostener la asistencia
de alumnos. El mismo comportamiento se
registra en los centros educativos particu-
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Emiliana Lévano Uchuya, Carmen Flores Sánchez, Carmen Fuentes Pizarro, César Cabrel La Rosa
lares, lo cual se constituye en una fortaleza
para canalizar las aspiraciones de las familias
quienes conciben la educación como factor de
movilidad social; como en recurso poten-cial
para un desarrollo sostenible.
En términos generacionales y de género las
mujeres han desarrollado capacidades de re-
siliencia para hacer frente a carencias, activar
redes vecinales y familiares lo que les permitió
fomentar sus habilidades comunicativas, de
ayuda mutua, ampliar su capacidad de asocia-
tividad y solidaridad con la consecuente ex-
presión de liderazgos naturales en zonas peri
urbanas. El proyecto familiar de estas muje-res
durante la emergencia y post terremoto se
centró en garantizar condiciones mínimas para
la sobrevivencia cotidiana de su fami-lia. No se
aprecia el ejercicio de liderazgos más allá del
entorno vecinal.
Si bien el gobierno local reconoce la exis-
tencia de líderes vecinales como potencial, no
valora su aporte para canalizar acciones soste-
nidas en la reconstrucción de la ciudad. El alto
nivel de desconfianza de los damnificados en
el gobierno local contribuye a la débil partici-
pación ciudadana para un proceso de desarro-
llo a nivel local.
La emergencia puso en evidencia la inexis-
tencia de políticas preventivas para enfrentar
situaciones gravísimas. El desastre ocurrido el
15 de agosto en la ciudad de Pisco permi-tió
visibilizar la débil capacidad de gestión del
Gobierno Provincial y local, limitando el im-
pacto al esfuerzo de instituciones que brinda-
ron ayuda humanitaria en la emergencia y
en tareas de reconstrucción.
Conclusiones
El impacto socioambiental del terremoto
de Pisco en las familias damnificadas refle-
ja condiciones de vida caracterizadas por la
precariedad de las viviendas, hacinamiento
y promiscuidad, deterioro de la salud física
y psicológica, lo que aumenta las
condiciones de vulnerabilidad.
Las redes familiares proporcionaron a las
familias damnificadas el soporte requeri-do
para afrontar la situación generada por el
desastre natural acaecido en Pisco durante el
2007 y permit fortalecer las relaciones
con la familia de origen.
Las familias de las zonas peri urbanas
de-sarrollaron capacidad organizativa
activando y ampliando redes vecinales
para el acceso a recursos necesarios en
función de sus necesi-dades.
La acción del Estado durante la emergencia
y post terremoto privilegió la atención antes que
la prevención. Sin embargo, se destaca un
mayor énfasis inclusivo en la atención de de-
mandas educativas, de salud y no en vivienda.
El impacto de las acciones educativas vin-
culadas al desarrollo de capacidades locales es
relativo, siendo débil la presencia de líderes
comunitarios en acciones de reconstrucción y
afronte de situaciones de desastre natural.
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Impacto socio ambiental en la ciudad de Pisco a tres años del terremoto
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166 | Cátedra Villarreal | V. 1 | No. 2 | julio-diciembre | 2013 |