53Cátedra Villarreal | Lima, perú | V.10 | N. 2 | julio - diciembre | 2022 | e- issn 2311-2212
La columna vertebral de la tradición es su discurso
mítico, sobre todo, porque es el vehículo y soporte para
iniciar los caminos del entendimiento y la exploración
hacia el conocimiento. El tiempo lingüístico verbaliza
una cultura, la actualiza, la regenera, le impone nuevos
eventos vigorizándola con un orden semántico y
sintáctico en su interacción. También esto posibilita
que una cultura sea un objeto palpable, por supuesto, en
cada acto de habla de los miembros de esa comunidad
cultural.
No nos interesan las historias que nos cuentan, sino
la información como potencial de conocimiento: todo
ese mundo implícito que está más allá del argumento
de esa historia, es decir, la parte pragmática, lo que está
más allá de las palabras, en el mismo contexto de donde
se ha extraído ese discurso. Lo mítico está antes del
discurso (ha sido experiencia) en el centro del discurso
(es tradición) y después del discurso (por la transferencia
lingüística, por esa transversalidad discursiva que llegar
hasta nuestros días).
Con estos discursos se conformó un corpus, el cual
se circunscribe en la compresión lectora en el Perú tan
discutida a nivel internacional, ya que, según la prueba
del Programa para la Evaluación Internacional de
Estudiantes, PISA (Ministerio de Educación del Perú,
2018), aplicada a más de 70 países, en comprensión
lectora, si bien, ha habido una leve mejora con respecto
a la prueba anterior, nuestro país, lamentablemente,
sigue ocupando los últimos lugares entre los países de
la Suramérica.
Por ello, proponemos estos discursos míticos
fundacionales del Norte, Centro y Sur, que ya hemos
(1999), Garcilaso De la Vega (2007), Silva-Santisteban
(2008). Todos ellos son los más representativos, porque
tienen características universales dentro del mundo
andino prehispánico, y motivo por el que se presentan
para la compresión lectora, como objeto de estudio.
Previamente a nuestra propuesta, ya hubo quienes
se ocuparon de revisar algunos aspectos de los temas
que estamos tratando: a nivel internacional tenemos,
por ejemplo, a Cornejo (2019) y Piccolo (2015), quienes
con sus tesis doctorales discuten la importancia y
trascendencia de la tradición oral. De igual manera,
en el ámbito nacional, tenemos a Salazar (2015), quien
estudia estos aspectos, en su tesis doctoral, como
elementos primordiales en la narrativa de Ciro Alegría
(1944). Precisamente, uno de sus objetivos es analizar los
discursos de tradición oral en este tipo de narrativa.
En consecuencia, es preocupante el hecho de que
ocupamos el penúltimo lugar en la comprensión lectora
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, 2019). Por lo señalado, González-
Fernández (2004) hizo referencia a la ccomprensión
lectora en estudiantes universitarios iniciales indicando
la prevalencia de lectores dependientes en los textos
básicos informativos, documentarios y numéricos y de
la educación secundaria, donde la universidad debe
desarrollar programas de apoyo y consolidación de las
competencias lectoras
Si bien, en la actualidad, en la academia, se ven estos
discursos de tradición oral, Salazar (2015) y Cornejo
(2019), lamentablemente, en distintas universidades
los futuros docentes desconocen las narrativas de
identidad, que son los discursos de tradición oral, es
decir, las narrativas míticas como temática, en cuestión,
de esta investigación. Lo mencionado corresponde a la
míticos fundacionales” y sus dimensiones responden e
indicadores objeto de la investigación.
Ballester (2015) propone ver a los discursos míticos
como Literatura. En el mismo sentido también tenemos
las Estrategias de comprensión lectora, de Martínez
(2004), cuyos referentes son los condicionantes que
requiere la comprensión para solucionar los problemas
que se presenten. Al hablar de estos discursos míticos,
en la incidencia de la enseñanza de tradición oral como
literatura, en sí, involucra, también, a las prácticas que
tienen que ver con la escritura.
Este debate, que ya ha sido superado y explicado
por los especialistas que se mencionan a continuación,
ve a los discursos míticos como literarios, o a la misma
literatura, sobre todo, se tiene en cuenta a los discursos
de tradición oral. Entre ellos tenemos, por ejemplo,
a Espino (2003), cuyo trabajo académico es muy
estudiado, y Cornejo (2019), en su tesis doctoral dentro
de la temática de Literaturas Orales, vieja contradicción,
abordada ya en su tiempo. También tenemos en cuenta
los ya clásicos estudios de Bendezú (2003), Ong (2006),
González (2004), Huárag (2011), entre otros.
Esos muestrarios discursivos (de tradición oral)