OBITUARIO
Federico Villarreal Villarreal
Un hombre de ciencia
José Livia Segovia
Facultad de Psicología
Universidad Nacional Federico Villarreal
Facultad de Psicología.
Universidad Nacional Federico Villarreal.
Av. Colonial 450 - piso. Lima- Perú
Correo electrónico: livsegio@yahoo.com
Escenario político
Federico Villarreal nació en 1850 en Túcume, distrito crea-do
en 1894 como parte de la provincia de Lambayeque. Ha-bían
transcurrido 29 años de la independencia del Perú, una república
caracterizada por los golpes de estado, lo que se convirtió en el
modus vivendi de la nueva sociedad peruana. (Núñez, s/f). De
acuerdo a Basadre (1939), podemos decir que Villarreal nació en
el periodo de la “prosperidad falaz”. Por esa época, gobernaba el
Perú, Ramón Castilla, quien había iniciado su primer gobierno en
1845. Este gobierno tuvo un significa-do de estabilidad política,
de progreso y “civilización”, unido a los efectos económicos de la
exportación del guano (Loayza, 2005), siguió el gobierno de
Echenique (1851-1855), el segun-do gobierno de Castilla (1855-
1862) y muchos periodos de inestabilidad que pusieron en
evidencia nuestra desorganiza-ción política, crónica de una crisis
anunciada, creando las con-diciones para la invasión chilena.
Cuando Villarreal concluye sus estudios secundarios en
1863, Pedro Diez Canseco era nombrado presidente interino
del Perú. En 1870 en Trujillo, previo concurso, Villarreal reci-
bió el título de preceptor y como profesor observó una relativa
estabilidad con el gobierno de José Balta (1868-1872), el mis-
mo que casi al final de su mandato fue derrocado y asesinado.
En 1871, se funda el Partido Civilista del Perú del cual Villa-
rreal participó como directivo en Muchumi-Lambayeque. En
1872, se elige a Manual Pardo y Lavalle como el primer presi-
dente civil, quien concluyó su gobierno en 1876. Durante este
periodo Villarreal desarrolló un método para elevar un polino-
mio cualquiera a una potencia cualquiera, siendo profesor de
instrucción media (Miranda y Medina, 2013). Se debe señalar
que dicho trabajo recién se publicó en 1886. Ingresó a la Fa-
cultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos en 1877 durante el gobierno del presidente Mariano
Ig-nacio Prado(1876-1879), quien en plena guerra con Chile
viaja a Europa dejando encargado el gobierno a Luis La
Puerta, para retornar recién en 1887.
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José Livia Segovia
Villarreal concluye sus estudios de mate-
máticas en 1879 y presenta su tesis de bachi-
llerato; en 1880 defiende su tesis para obte-ner
su licenciatura y en 1881 sustenta su tesis de
doctorado. Ese mismo año participa de la
Guerra del Pacífico con el grado de subteniente
en las batallas del Morro Solar y de Miraflores
(Basadre, 1939). Ya conocemos la grave crisis
que atravesó el Perú en este periodo habiéndo-se
nombrado seis presidentes, hasta lograr la
estabilidad con la elección de Andrés Avelino
Cáceres . Durante la permanencia de los chile-
nos en el Perú hasta su retirada en 1884, Villa-
rreal continuó estudiando, ahora como alumno
de la Escuela de Ingenieros (1882) donde cursa
ingeniería civil y de minas. Por entonces, era
presidente del Perú, Miguel Iglesias. La ocupa-
ción chilena de Lima significó nuevamente po-
ner en evidencia las luchas por el poder hasta
volver al cauce democrático con la elección de
Cáceres (1886-1890) y continuar con el perio-do
de la República Aristocrática (1895-1919)
considerada como la época más estable de la
vida republicana (Aljovín y López, 2005); es en
esta etapa, que Villarreal logra su plena madu-
rez y consolidación como un científico notable.
Durante la vida de Villarreal se sucedieron
16 presidentes que completaron su periodo y
19 encargados que tomaron el poder por
asal-to. Cabe entonces preguntarnos: ¿Se
puede ha-cer ciencia e investigación en esas
condiciones políticas? Solo la sabiduría de
Villarreal pudo generar una alta producción
científica bajo este panorama.
Escenario de la actividad científica
Señala Basadre (1968) que la revolución de
la independencia influyó desfavorablemente
sobre la educación profesional y universitaria ya
que el Estado dedicó todos sus recursos a la
guerra por la independencia y menos a la cul-
tura, se descuidó la universidad, siguiéndose el
mismo camino de la colonia. Cueto (1989) ha
indicado que la sociedad peruana de inicios del
siglo XIX vivió bajo las experiencias de guerras
civiles y crisis económicas, generando
una atmósfera poco atractiva para el desarro-
llo de las actividades culturales y educativas,
pero a pesar de ello hubo actividad científica.
Basadre (1939) destaca algunos
personajes de la vida científica entre 1895
a 1930, a la cual hemos incorporado otras
figuras repre-sentativas:
Sebastián Lorente (1813-1884). Español,
pedagogo y pensador liberal(Pensamientos
sobre el Perú ,1855), con amplia formación
académica, realizó estudios históricos (Histo-
ria general del Perú,1860), Decano de Letras
en San Marcos en 1868 y un gran organiza-
dor de dicha facultad, habiendo señalado Lis-
son(1887) que la historia de dicha entidad
está ligada a su nombre, habiéndose
considerado como el gran maestro de escuela
de la nueva historia republicana, liberal y
patriótica en el Perú.(Thurner,2005).
Antonio Raimondi (1824-1890).
Natura-lista, de formación autodidáctica
llega al Perú en 1850 y en 1874 publicó “El
Perú” una obra de 17 tomos (Valdez, 2004).
Delgado (1940) ha indicado:
El italiano enamorado de la nueva patria
traba-jaba en algo más que la investigación en
geografía y la historia natural: trabajaba por
dar al Perú la conciencia de la propia fuerza,
una conciencia ma-terial, de la que debía
surgir una conciencia moral. (p. 609).
Raimondi fue el primer decano de la
Facul-tad de Ciencias de San Marcos.
Sebastián Barranca (1830-1909).Investi-
gador y docente universitario, filólogo natu-
ralista y botánico, fundador de la Sociedad
Amantes de la Ciencias. (Basadre, 1969)
Ricardo Palma (1833-1912). Poeta, políti-
co, periodista, marino y escritor. Publicó sus
Tradiciones Peruanas en 1872, reconstruyó la
biblioteca nacional, producto de la destruc-ción
del ejército chileno. En 1912 renunció al cargo
de director de dicha institución y fue-
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Federico Villarreal Villarreal - Un hombre de ciencia
nombrado en su reemplazo su adversario Ma-
nuel Gonzales Prada, dice Podestá (1974):
El de ellos es el choque dialéctico entre dos
tendencias: tradición y renovación. Es el choque
entre un conservador, romántico- a su manera- y
un modernista, mezcla de místico y político. Al
mismo tiempo, es el encuentro violento entre dos
generaciones y dos épocas. (p.127).
Federico Villarreal también tuvo su desen-
cuentro con Palma, este último definió el espe-
ranto como: “Lengua embrionaria o jerigonza
que, como el volapuk, pretenden candorosa-
mente algunos chiflados convertir en idioma
universal. Que esperen los del esperanto hasta el
día del juicio, a la hora de encender faroles.
(Palma, 1903) p 23. Lozada y Puga (1933) al
respecto hace referencia a la “distancia espi-
ritual” que separaba a dos grandes hombres.
Eduardo de Habich (1835-1909). Ingenie-
ro y matemático de origen polaco. En 1869 fir-
contrato con el gobierno peruano para eje-
cutar trabajos relacionados con su profesión,
sobretodo hidráulicos y con el compromiso de
fundar una Escuela de Ingenieros, siendo el
primer director de la Escuela Especial de
Ingenieros de Construcciones Civiles y Minas
que inició sus operaciones en 1876(de Lozada,
2012). Fue fundador de la Sociedad Geográfi-
ca, profesor en la Facultad de Ciencias y en la
Escuela de Ingenieros.
José Granda (1835-1911). Ingeniero,
ma-temático y educador. Ministro de
Fomento y Obras Públicas durante el
gobierno de López de Romaña, jurado de
Villarreal para su in-greso a San Marcos y
su profesor en la Facul-tad de Ciencias.
Pedro Ruiz Gallo (1838-1889). Militar
de carrera e inventor. Héroe del Combate
del Dos de Mayo, falleció durante la guerra
con Chile producto de un accidente,
construyó un reloj innovador y en 1878
publicó: Estudios de na-vegación aérea y
resolución de este importante problema, el
cual es una contribución a la ae-ronáutica.
Manuel Gonzales Prada (1844-1918). Es
considerado como una figura de la literatura pe-
ruana, señala Salazar (1973) que: “no solo fue
un hombre de letras en el sentido restringido de
la expresión; fue también un rebelde, un comba-
tiente social y un hombre de pensamiento.”p. 16
Fermín Tangüis (1851-1932). Puertorri-
queño, ingresó al Perú en 1873, dedicado a la
agricultura descubrió un nuevo tipo de algo-
dón producto de sus investigaciones y es con-
siderado el gran innovador en la agricultura.
Scipión Llona (1864-1946). Miembro
de la Sociedad Geográfica de Lima,
alumno de Vi-llarreal, escritor diverso,
interesado en la sis-mología y geografía.
Antonio Lorena (1849-1832).
Investigador ligado a la endocrinología y a la
antropología médica. Sus aportes al estudio
del bocio fueron significativos, al igual que al
conocimiento de las trepanaciones craneanas y
embalsamiento de cadáveres (Vera, 2007)
Daniel Alcides Carrión (1857-1885). Es-
tudió en el Colegio Guadalupe e ingresó a la
Facultad de Medicina de San Marcos en 1880;
falleció a los 28 años producto de haberse ino-
culado sangre con el microrganismo Bartone-lla
badihiformis que hoy sabemos produce la fiebre
de la Oroya. Dice Salinas (2009): “Salvo una
escueta nota en el Monitor Médico y en El
Comercio dando cuenta de la inoculación, no
hubo algún otro pronunciamiento por los medios
locales p. 203 La inmolación de Ca-rrión
permitió conocer el curso clínico de la verruga.
Es considerado el personaje más im-portante de
la medicina peruana.
Ernesto Odriozola (1862-1921). Compa-
ñero de estudios de Carrión, culminó su for-
mación médica en Francia y escribió un libro
en francés sobre la enfermedad de Carrión.
Fue decano de la facultad de San Fernando
por 12 años, vicerrector de San Marcos y un
referente importante de su época dentro de la
práctica médica.
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José Livia Segovia
Carlos Lisson (1868-1947).Geólogo,
hizo trabajos experimentales y fundó en
1925 la Sociedad Geológica del Perú.
Alberto Barton (1870-1950). Microbiólo-
go, descubridor del agente etiológico de la ve-
rruga, razón por la cual la bacteria fue llamada
Bartonella Bacilliformis.
Augusto Weberbauer (1871-1948). Alemán,
botánico, viajó por el Perú durante más de veinte
años, adquiriendo un gran conocimiento de la
realidad geográfica del Perú. En 1911 publicó en
Alemania la primera edición de”El mundo vege-tal
de los andes peruanos”, primer estudio de la
botánica del Perú (Basadre, 1939).
Javier Prado (1871-1921). Historiador,
filósofo y abogado, decano de la facultad de
Letras y rector de San Marcos (1915-1920).
También fue presidente del Consejo de Mi-
nistros durante el gobierno de Leguía en
1910, inaugura el movimiento positivista en
la uni-versidad peruana.
Oswaldo Hercelles (1874-1938). Médi-
co, trabaja sobre la verruga peruana y
realizó contribuciones a la medicina clínica
desde el laboratorio, creando los Servicios
de Hemato-logía y Microbiología.
Pedro Paulet (1874-1945). Inventó el motor
impulsado con combustible (1885) y el primer
sistema moderno de propulsión de cohetes
(1900) y diseñó el avión torpedo (1902). Fue
pionero de la astronáutica y de la era espacial.
Hermilio Valdizán (1885-1929).
Médico psiquiatra. Estudió en Europa y
modificó la atención de los pacientes con
enfermedades mentales; también se
interesó por la historia y la literatura.
Julio C. Tello (1880-1947). Médico, con-
siderado el padre de la arqueología peruana,
descubrió las culturas Chavín y Paracas.
Esta breve referencia a los principales hom-
bres de ciencia y letras del Perú tiene como
objetivo descubrir a los contemporáneos
de Federico Villarreal y ubicar el
escenario aca-démico que le tocó vivir.
Actividad científica
En estos dos escenarios Villarreal se con-
virtió en un hombre de ciencia, considerándo-
se como tal por su producción bibliográfica, su
participación en congresos, su filiación a
sociedades científicas, su labor docente y su
trabajo como editor de una revista científica.
Brezinski(1993) señala respecto de la
vida científica:
Más tarde, cuando el investigador haya ad-
quirido una cierta madurez, podrá llegar a dirigir
tesis, escribir libros, formar parte de comités de
redacción de revistas científicas, organizar congre-
sos, dirigir colecciones y, por qué no, a recibir pre-
mios o formar parte de la Academia de Ciencias.
Como vemos, esta vida apasionante del investi-
gador no se detiene jamás; viaja, investiga, escribe,
dirige, enseña, organiza, pero, ante todo, aprende y,
como dice el proverbio japonés: se comienza a
envejecer cuando se acaba de aprender. ( p. 170).
Villarreal vivió casi todos estos
aspectos y produjo hasta los últimos
momentos de su vida publicando
sobretodo en la Revista de Ciencias.
La producción científica de Villarreal
es-tuvo caracterizada por la publicación
de 550 trabajos distintos (Lozada y Puga,
1933). Mi-randa y Medina (2013) han
registrado 21 li-bros, 265 artículos de
revistas y 75 artículos periodísticos
firmados por Federico Villa-rreal.
Participó en diversos congresos: Congre-so
Científico Latinoamericano de Santiago de
Chile (1908), Congreso Científico de Buenos
Aires (1898), Congreso Científico de Monte-
video (1898). El científico debe buscar
contac-tos personales con investigadores que
trabajen en el mismo campo que él. Asimismo
la par-ticipación del científico en congresos es
un medio importante para socializar.
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Federico Villarreal Villarreal - Un hombre de ciencia
Perteneció a diversas sociedades científicas:
Sociedad Astronómica de Francia, Sociedad
Astronómica de Bélgica, Sociedad Científica de
Argentina, Sociedad Científica de Chile,
Amantes de la Ciencia , Ateneo de Lima, So-
ciedad Geográfica de Lima, Sociedad Geográ-
fica de Colombia, Sociedad Geográfica de Bo-
livia, Sociedad Geográfica de Brasil, Academia
Nacional de Medicina, Sociedad Esperantista
del Perú, Sociedad de Ingenieros, Sociedad
Astronómica de Argentina, Sociedad para la
Propagación del Esperantismo de Francia y
Sociedad para la Propagación del Esperantis-mo
de España. Fue presidente de la Sociedad
Amantes de la Ciencia desde 1891(Basadre,
2009). Brezinski (1993) refiere que el inves-
tigador, sea joven o veterano, debe participar
activamente en la comunidad científica a la que
pertenece. Una forma es ser miembro de una
sociedad académica, lugar privilegiado de
intercambio de información científica.
Fue docente de secundaria (1870-1876)
y profesor universitario en la Universidad
Na-cional Mayor de San Marcos (1880-
1923), en la Escuela de Ingenieros (1887),
en la Escue-la Militar (1890) y la Escuela
Naval del Perú (1898). (Watanabe, 2004).
Matemático: estudió en San Marcos en la
Facultad de Ciencias, Sección de Matemáticas
entre 1877 a 1880, generando tres tesis, la de
bachiller titulada: Fórmulas y métodos que se
deben computar en matemáticas puras, pre-
sentada en 1879; la de licenciatura titulada:
Efecto de la refracción sobre el disco de los
as-tros, en 1880; y la de doctorado titulada:
Clasi-ficación de las curvas de tercer grado, la
que le permitió obtener una medalla de oro,
siendo el primer doctor de dicha facultad
(Basadre, 2009).
Ingeniero civil e ingeniero de minas: inició
estudios de esta profesión en 1882 en la Sec-
ción de Construcciones Civiles en la Escuela de
Ingenieros, luego se matriculó en la sección de
minas, obteniendo el título de ingeniero ci-vil
en 1886 y el de ingeniero de minas en 1887.
Dictó los cursos de resistencia de materiales,
topografía, geodesia, mecánica, teoría general
de máquinas y motores. En 1889 presenta a
dos sociedades científicas un trabajo denomi-
nado: Viga empotrada en sus dos extremos,
considerado por Lozada y Puga (1933) como
una conquista portentosa. No cabe duda que la
actividad profesional de ingeniero civil fue la
que más desarrolló haciendo informes so-bre
irrigaciones, nivelaciones, inspecciones de
obras públicas y tasaciones.
Astronomía: su tesis de licenciatura estuvo
referida a esta área. Catedrático de astrono-
mía en San Marcos, publicó: Los cometas en
el tiempo de Huayna Capac, Calendario as-
tronómico, influencia mecánica de los astros
sobre la tierra, la astronomía en el tiempo de
los Incas, entre otros.
Lingüística: estuvo interesado en el Espe-
ranto creado en 1887 por Ludwig Zamenhof,
con el objetivo que dicha lengua sea un me-
dio de comunicación internacional. Villarreal
buscó su divulgación. En 1921 publica: La
len-gua yunga o mochica según el arte
publicado en Lima en 1644 por el licenciado
D. Femando de la Carrera.
Político: fue miembro del Partido Civil
y elegido senador por Lambayeque en va-
rias oportunidades:1894, 1911, 1912 y1914,
siendo presidente de la Comisión de Instruc-
ción y de la Comisión de Obras Públicas y la
Comisión de Presupuesto; luego participó en
el Partido Liberal, fundado por Augusto
Durand. Fue regidor de la Municipalidad de
Lima entre 1901 a 1904, durante el periodo de
Federico Elguera. En el ámbito universitario
fue Decano de la Facultad de Ciencias de San
Marcos: 1903, 1907,1911 y 1915 y nombrado
luego decano honorario, siendo encargado del
vicerrectorado y el rectorado de dicha
universidad (1921).
Como editor participó en la Gaceta
Cientí-fica, órgano oficial de la Sociedad
Amantes de la Ciencia; fundó en 1887 la
Revista de Cien-cias y luego la publicación
denominada Ade-lanto Esperantista.
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José Livia Segovia
Características psicológicas
Dice Lozada y Puga (1933) “El sabio ejercía en
su Facultad de Ciencias un verdadera dic-tadura
casi despótica; pero era terriblemente apasionado y
muy sugestionable. p 16. Por su parte Basadre
(2009) refiere: “Poco aficionado a la vida social,
contrario a su temperamento cerrado…”,
“Villarreal parecía muchas veces ab-sorto en “otro
mundo”… p 29. Basadre (1939) expresa: “los
testimonios hacen pensar que Vi-llarreal no fue un
sabio pacífico e inofensivo. Frecuentemente,
refutaba a presuntos expertos e inventores y
polemizaba implacablemente con ellos... p 82.
Estos pocos rasgos descritos pueden hacernos
hipotetizar el temperamen-to de Villarreal.
Tomando como referencia a Eysenck (1987) la
personalidad tiene dos di-mensiones: estabilidad-
inestabilidad e introver-sión-extroversión, en
función a ello Villarreal estaría considerado como
una persona inesta-ble e introvertida, con rasgos:
pasivo, pensativo, reservado, rígido, poco sociable
y excitable, lo cual nos permitirá identificarlo
como de tem-peramento melancólico. Desde el
aspecto cog-nitivo no cabe duda que Villarreal
presentaba un coeficiente intelectual superior, con
mucho dominio de la inteligencia gico
matemática. Ardila (2005) ha señalado que varios
estudios han comparado entre científicos y no
científi-cos llegando a las siguientes conclusiones:
los primeros son más dominantes, orientados ha-
cia el logro, con alto nivel de motivación, inde-
pendientes, introvertidos, poco sociables y más
controlados en sus impulsos. Este perfil en algu-na
medida coincide con Villarreal.
Esta revisión de la vida de Villarreal
nos lleva a preguntarnos: ¿Qué tipo de
científico fue?
Dyson (2008) tomando como referencia
a Isaiah Berlin, señala que los grandes cien-
tíficos pueden clasificarse en dos grupos:
Los “zorros” y los “erizos”. Indica que:
“Los Zorros conocen muchos trucos, los
erizos solo uno. Los zorros se interesan por
todo y pasan con rapidez de un problema a
otro. Los erizos solo están interesados por
unos pocos problemas que consideran funda-
mentales y permanecen aferrados a los mis-
mos durante años o décadas. Los erizos son
los autores de la mayoría de los grandes des-
cubrimientos, mientras que los zorros realizan
la mayoría de los pequeños descubrimientos.
Para conseguir una evolución saludable, la
ciencia necesita de ambos: de los erizos para
excavar profundamente en la naturaleza de las
cosas y de los zorros para explorar los
compli-cados detalles de nuestro maravilloso
univer-so.” p. 284
Bajo esta descripción podemos decir que
Federico Villarreal se inició como erizo, traba-
jando en matemáticas, pero luego se convirtió
en zorro al tocar diversos temas, como señaló el
poeta griego Arquíloco, el erizo sabe una sola
cosa y grande, pero el zorro muchas co-sas, por
ello Lozada y Puga (1933) señaló:”...he querido
mostrar a nuestros visitantes una gran figura de
sabio peruano: Federico Villarreal. Con el
mismo criterio con que les haría ver en las
ruinas incaicas y en las reliquias coloniales los
testimonios de un gran pasado, y en las mi-nas
de la Sierra o en las haciendas de la Costa la
actividad dinámica del presente, y con qué les
mostraría en nuestras selvas riquezas que solo el
porvenir podrá explotar, quiero ofre-cer a su
admiración una realidad intemporal: el espíritu
y la obra de un hombre insigne.” p 2.
Villarreal, hombre insigne, se sintió in-
comprendido y ello se refleja en una anécdo-
ta que refiere Víctor Raúl Haya de la Torre,
cuando fue Presidente dela Federación de
Estudiantes del Perú. Villarreal, Decano de la
Facultad de Ciencias de San Marcos, recibió
un homenaje de los alumnos y al terminar
dicha actividad expresó: “querido Haya de la
Torre, no cabe duda de que usted es un tonto y
yo otro… usted, porque me ha organizado y
rendido este homenaje, y yo porque se lo he
aceptado en un país como el nuestro en que la
inteligencia no es respetada ni estimulada…
Por eso es que yo me bebo mis copas y me
dedico a mi solitario y silencioso trabajo…
(Basadre, 2009) p.130.
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Federico Villarreal Villarreal - Un hombre de ciencia
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