64 Cátedra Villarreal | Lima, perú | V. 9 | N. 1 |enero - junio| 2021 | e- issn 2311-2212
CADEP.
Los Centros ACACIA o CADEP y la RIESC son el
resultado del Proyecto ACACIA. En el desarrollo
del proyecto ACACIA participaron 10 Instituciones
de Educación Superior de América Latina y 3 de
Europa: Universidad Pedagógica Nacional (Colombia),
Corporación Universitaria Iberoamericana (Colombia),
Universidad de la Regiones Autónomas de la Costa
Caribe Nicaragüense (Nicaragua), Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua, Universidad Nacional Mayor
de San Marcos (Perú), Universidad Continental (Perú),
Ponticia Universidad Católica de Valparaíso (Chile),
Universidad de Antofagasta (Chile), Universidad Federal
do Oeste do Pará (Brasil), Universidad Estadual Paulista
Júlio de Mesquita Filho (Brasil), Universidad Nacional de
Educación a Distancia (España), Universidad Nova de
Lisboa (Portugal) y 1 Decembrie 1918” University of Alba
Iulia (Rumania), bajo la coordinación de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas.
III. APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL
Dentro de la teoría de la organización el termino de
aprendizaje organizacional y las teorías de gestión del
conocimiento han tenido relevancia, donde el primero
tuvo su aparición entre los años 1958 (Alcover & Gil,
2002) y 1965 con publicaciones de autores como March
y Simon o Miller y Cangelloti, quienes propusieron el
modelo conceptual “adaptación aprendizaje” donde
hacían referencia a la permanencia de instituciones
en el tiempo. (Garzón-Castrillón & Fischer, 2008).
Garzón y Fisher en 2008 consideran característica
la condición de aprendizaje organizacional debido
a qué es lo que es conocido, dónde está presente el
conocimiento, cómo es posible utilizarlo y mejorar parte
de la productividad; de igual forma este tema de interés
es válido desde el punto en que en las organizaciones la
tendencia de cambio se está dirigiendo hacia la creación
y valoración del conocimiento, estando este, presente
en las personas, es decisivo para el desarrollo
económico y productivo, tomando protagonismo
y convirtiéndose en fuente de diferenciación en las
organizaciones el capital humano.
Una de las deniciones de aprendizaje
organizacional, es tomado como la competencia de
las organizaciones de elaborar, ordenar y gestionar
información desde respectivas fuentes, con el n de
producir nuevo conocimiento individual, de equipo,
organizacional e inter-organizacional, generando de
esta forma una cultura que permita las condiciones
para promover nuevas capacidades, diseñar nuevos
productos y servicios, así como incrementar la oferta
existente y mejorar procesos que perduren en el tiempo
(Castrillón & Fisher, 2010)
Otras deniciones mencionan el aprendizaje
organizacional como proceso mediante el cual “es
posible la adquisición y creación de conocimiento
institucional” (Easterby-Smith & Lyles, 2011). El proceso
que involucra “la exploración, adquisición, acumulación
y explotación de nuevas capacidades y recursos
basados en conocimiento” (Ordóñez de Pablos, 2003).
Una competencia que todas las organizaciones deben
desarrollar para tener mayores probabilidades de ser
innovadoras o de conocer los límites de la innovación
(Argyris, 1999) y nalmente, es el proceso que permite a
las organizaciones adaptarse a las condiciones
cambiantes del entorno, mediante la creación y uso
del conocimiento que realizan los trabajadores de
acuerdo a su nivel de desarrollo (Castañeda & Pérez,
2005), (Angulo-Rincón, 2016) .
Adicionalmente, es la capacidad de generación de
nuevo conocimiento por parte de las organizaciones
por medio de creación, organización y procesamiento
de la información, generando una cultura de nuevas
capacidades, productos y servicios orientados a la
mejora de los procesos donde la interacción entre
el desarrollo de las relaciones interpersonales e
inter-organizacionales y las competencias de los
trabajadores son condiciones necesarias para estimular
el aprendizaje organizacional (Angulo-Rincón, 2016). El
modelo presentado por March y Olsen en 1975 entiende
el aprendizaje organizacional de forma cíclica iniciando
en las creencias y acciones individuales para seguir con
respuestas a la organización y el ambiente, terminando
con un resultado que incide en las creencias de los
individuos implicados (March & Olsen, 1975), siendo
los sujetos fundamentales y necesarios en el proceso de
forma activa y a nivel colectivo.
De esta manera Alcover y Gil (2002) especican el
aprendizaje organizacional como un proceso
institucionalizado (el conocimiento individual se
convierte en organizacional cuando modica, crea o
remplaza las rutinas, reglas, procedimientos, etc.);
en torno a este conocimiento las organizaciones
se construyen y operan y las organizaciones pasar a
ser sistemas de interpretación
Evidenciando un proceso de cambio ante