Neotrop. Helminthol., 7(2), 2013
termine de comer completamente su gomita.
Las ratas inoculadas fueron custodiadas y
mantenidas en dos jaulas del Bioterio de la
Facultad de Medicina Humana (MH 113-2 y MH
113-3) de la UNSAAC (Fig. 2), a condiciones
ambientales controladas: temperatura entre 20 –
24ºC regulada por un calefactor de aceite Focus
2000 CATA, humedad relativa de 55 ± 10%
medidas por un termohigrómetro digital
Radioshack®, luz artificial mediante
fluorescentes con incidencia oblicua (Nail &
McKay, 2003), y un fotoperiodo de 12 h.
Además los lechos de las ratas fueron
acondicionados con viruta de eucalipto,
esterilizados en autoclave (121 ºC, 15 libras de
presión durante 15 min) (Sharp & La Regina,
1998) suministrando maíz, purina y pellet para
gatos como alimento también esterilizada en
autoclave, y como bebida agua hervida entibiada
(Sharp & La Regina, 1998). Diariamente se
recambiaron los lechos y se desinfectaron todas
las superficies de los ambientes del Bioterio con
solución de hipoclorito de sodio al 0,05%.
A partir del día 30 post-infección, se realizó los
análisis coproparasitoscópicos cualitativos,
colectando los escíbalos de ratas inoculadas para
verificar el día de inicio de la ovoposición de los
adultos de F. hepatica (periodo prepatente), día a
día. Posteriormente desde los 86 -100 días post-
infección, las ratas fueron distribuidas en jaulas
individuales para realizar los análisis
cuantitativos diarios, considerando que la
emisión de huevos por individuo muestra fuertes
fluctuaciones diarias en murinos (Ordoñez,
2009). Se colectó los escíbalos del día, de cada
rata en frascos de plástico que se transportaron al
Laboratorio de Parasitología debidamente
cerrados y marbetados, realizando el método de
concentración simple por sedimentación de
Lumbreras, especialmente útil para la búsqueda
de huevos F. hepatica (Beltrán et al., 2003).
Homogeneizándolas con varilla de vidrio en
agua declorada, para filtrarlas en tamices de 60
hilos/pulgada trasvasándolas a copa de
sedimentación de 250 mL, dejándolas
sedimentar por 30 min, descartando luego las 2/3
partes del volumen y aforando a 250mL con
agua declorada, repitiendo este lavado entre 3 ó
de Parasitología C-224 de la Facultad de
Ciencias Biológicas; situados en la Ciudad
Universitaria de Perayoc, Av. de la Cultura 733.
Seleccionándolos por poseer mayor tamaño
como indican Wilson & Denison (1980),
Ginetsinskaya (1988) y Dalton (1999); teniendo
en cuenta que los limneidos colectados
provienen de zonas endémicas para fasciolosis.
Se diseccionó 100 caracoles de cada grupo
mediante la técnica de Olazabal et al. (1999),
encontrándose estadíos larvales de F. hepatica
sólo en caracoles de más de 9 mm de longitud
con 1% de caracoles infectados en el grupo A, y 2
% de caracoles infectados en el grupo B,
evidenciando al microscopio el movimiento y la
morfología de redias y cercarías de F. hepatica,
las cuales fueron apartadas de los restos del
caracol con la ayuda de agujas enmangadas de
0,40 mm de ancho x 13mm de largo; una h
después, las cercarías iniciaron su metamorfosis
a metacercarias, perdiendo su cola y enquistando
en la superficie de cada placa Petri, éstas se
mantuvieron 7 días incubadas en agua a 26ºC, en
presencia de una lámpara de luz de 25 Watts,
para garantizar su maduración y viabilidad
(Ginetsinskaya, 1988; Alcaino & Apt, 1989).
Para la inoculación de metacercarias en seis R.
norvegicus de la cepa Holtzman, de sexo
masculino, de 32 a 36 g de peso y de 38 días de
nacidas, fueron marbetadas en la base de su cola
con un marcador permanente no toxico,
distribuidas en jaulas individuales y mantenidas
en ayunas hasta su inoculación, mediante su
primer alimento del día conteniendo 20
metacercarias de F. hepatica, dosis indicada por
Olazabal et al. (1999) y Ordoñez (2009).
Utilizando el método de administración oral en
ratas ideada por Dabrowski et al. (2004) que
consiste en la preparación de gomitas de gelatina
con leche y su administración como vehículo
aditivo oral de infección, que es ventajoso por
ser económico, práctico, sin estrés para el
investigador ni animales, y evita lesiones de
esófago. Transfiriendo con el uso de dos agujas
enmangadas, en observación simultánea de dos
estereoscopios 20 metacercarias del interior de
las placas Petri donde enquistaron, hacia la
superficie de cada gomita (Figs. 1).
Confirmándose después de 20 min que cada rata
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