
INTRODUCCIÓN
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Neotropical Helminthology. Vol. 9, Nº1, jan-jun 2015
Los nemátodos de la familia Mermithidae son 
parasitoides  (Wise  de  Valdes,  2006,  2007), 
principalmente  de  insectos  acuáticos,  la 
mayoría  de  los  cuales  tienen  como 
hospedadores  a  larvas  de  simúlidos, 
quironómidos y mosquitos. El ciclo de vida de 
estos  nemátodos  implica  tres  etapas 
principales: huevo, juvenil parásito y adulto de 
vida  libre.  El  parásito  juvenil  localiza  a  los 
primeros  estadios  larvales  del  insecto 
hospedador y se ubica en el hemocele donde 
comienza  a  parasitarlo.  Finalizado  este 
período, emerge de su hospedador matándolo, 
y alcanzando así el estado adulto de vida libre,  
que copula y ovipone en el medio externo, este 
comportamiento los ubica como parasitoides 
(Wise de Valdes, 2006, 2007). La relación de 
los simúlidos con el hombre es perjudicial por 
sus  molestas  picaduras,  las  que  pueden 
producir prurito, edematización y en algunos 
casos  importantes  infecciones.  También  son 
vectores de nemátodos parásitos que afectan al 
hombre  produciendo  graves  enfermedades 
como  filariasis,  oncocercosis,  mansonelosis, 
entre  otras.  Además  de  su  importancia 
sanitaria,  también  afectan  al  hombre 
produciendo  pérdidas  económicas  agrícolas-
ganaderas  y  restando  atractivo  a  las  villas 
turísticas  donde  arruinan  días  de  pesca  y 
recreación (Cupp & Cupp, 1997; Adler et al., 
2004).  Los  culícidos  incluyen  numerosas 
especies  vectoras  de  filariasis,  malaria, 
encefalitis, fiebre amarilla y dengue en áreas 
urbanas y rurales de Argentina (García et al., 
1994). Los chironomidos adultos son atraídos 
por  las  luces  y  forman  enjambres  cerca  de 
lagos  y  ríos  grandes,  especialmente  al 
amanecer  o  atardecer,  si  bien  no  pican  al 
hombre forman una gran manga de adultos que 
además  de  las  molestias  dificultan  la 
respiración,  pudiendo  provocar  reacciones 
alérgicas en personas sensibles (Ali, 1991).
En  el  presente  trabajo  se  da  a  conocer  la 
biodiversidad  específica  de  nemátodos 
mermítidos parasitoides de dípteros acuáticos 
(simúlidos,  quironómidos  y  culícidos)  en 
Argentina.
Los muestreos se llevaron a cabo en humedales 
de  varias  provincias  de  Argentina, 
principalmente  en  Buenos  Aires  (río  Areco 
33º56´S, 59º 16´O y arroyo (Aº) Tatay 34º36´S, 
59º95´O  en  Carmen  de  Areco;  Aº  El  Loro 
38°11'S, 61°46'O, Aº San Bernardo 38º15´S, 
61º08´O, río Sauce Grande 38º98´S, 61º12´O, 
Aº Pantanoso 38º08´S, 61º48´O en Sierra de la 
Ventana;  Balneario  Tornquist  38º09´S, 
62º22´O; Aº La Ballenera 37º88´S, 57º30´O en 
Balcarce; Aº Sauce Corto 37º82´S, 61º94´O en 
Coronel  Suárez;  Aº  Las  Garzas  35º23´S, 
59º11´O  en  Lobos;  y  Aº  Miguelín  34º51´S, 
57º53´O  en  Punta  Lara);  Córdoba  (río  San 
Antonio  31º48´S,  64º52´O;  Aº  del  Medio 
31º89´S, 64º77´O en Villa Dolores); en Entre 
Ríos  (Aº  El  Sauce  30º98´S,  58º05´O); 
Misiones  (río  Iguazú  25º  32´S,  54º  31´O); 
Tucumán (Aº Las Cañas 26º 09´S, 65º 35´O); 
Neuquén (Aº Chapelco 40º 16´S, 71º 24´O, Aº 
Rancho  Grande  40º  22´S,  71º  20´O  y  Aº 
Quiltrahue 40º 20´S, 71º 11´O); y Río Negro 
(playa Bonita Bariloche 41º 13´S, 71º 29´O). 
Las muestras, se tomaron entre los meses de 
junio a octubre, al azar sacando las larvas de 
simúlidos (n = 1.000 larvas del 4to. estadío) 
adheridas en la vegetación o lavando piedras 
en  caso  que  estén  sujetas  a  ellas,  así  fueron 
colocadas en bolsas de plástico con agua del 
lugar, transportadas al laboratorio, aisladas de 
otros insectos acuáticos y colocadas en peceras 
con  aireadores,  a  la    espera  de  que  los 
mermítidos emerjan de sus hospedadores. Una 
vez que los nemátodos se hallaron presentes en 
el  exterior,  fueron  colocados  en  cápsulas  de 
Petri con arena de grano grueso nº 3 y agua 
destilada  para  su  maduración  y  poder  así 
identificarlos taxonómicamente. Para ello los 
machos  y  hembras  de  los  mermítidos  se 
MATERIALES Y MÉTODOS
Camino et al.