Pumacayo (2002), en un estudio sobre la infección
por G. intestinalis y algunos factores
epidemiológicos en 275 trabajadores de los
mercados “Don Alberto” y “Central” de la Ciudad
de Camaná, Arequipa, Perú, encontró una
prevalencia general de parásitos de 80,7%. En
nuestro estudio el mayor número de casos
parasitados fue por protozoos (72,68%);
predominando sobre los helmintos (47,31%). En
Arequipa, probablemente las características
ecológicas, climáticas y topográficas del suelo son
adversas a las helmintiasis; por cuanto no ofrecen
las condiciones favorables para la evolución de los
estadios infectantes (Pereira et al., 2010).
Dentro de los protozoos patógenos, se destaca a E.
histolytica y/o E. dispar, seguido de G. intestinalis,
siendo nuestros valores de prevalencia superiores a
la de otros autores (Pumacayo, 2002; Marcos et al.,
2003; Pocohuanca, 2005; Iannacone et al., 2006);
quienes señalan que estos parásitos tienen una
mayor prevalencia en niños, debido a la mayor
susceptibilidad que tienen estos menores (Ibañez et
al., 2003; Marcos et al., 2003; Pajuelo et al., 2005).
Ambos protozoos de distribución cosmopolita se
observan con mayor frecuencia en pequeños
grupos humanos, donde existe un alto grado de
hacinamiento, malos hábitos higiénicos, presencia
de vectores y roedores, contaminación de
alimentos y agua de bebida con materias fecales
humanas y/o de animales (Pascual et al., 2010).
Los protozoos no patógenos encontrados en
nuestro estudio fueron: E. coli, cuya prevalencia es
mayor a lo encontrado por otros investigadores
(Pascual et al., 2010); así mismo se identificó a E.
nana, B. hominis y Ch. mesnilli. Su presencia en el
intestino del hombre indicaría que la infección se
adquirió por contaminación feco-oral de agua y
alimentos, así como por los deficientes hábitos
higiénicos, como lavado de manos, factores que
influyen en la posible transmisión de estas especies
biológicas. En referencia a la presencia de
helmintos el más frecuente que encontramos en el
presente estudio fue H. nana, siendo superior a lo
encontrado por otros investigadores (Ayaqui &
Huanca, 2000; Huanca, 2000; Pinto, 2003; Marcos
et al., 2003; Ibañez et al., 2004; Pocohuanca,
2005).
Con respecto al caso de D. pacificum, este parásito
es propio de zonas costeras (Atias & Neghme,
1996). Se encontró un caso de F. hepatica, por lo
que se sugiere realizar estudios de esta especie y los
factores que permiten su existencia en otros
poblados aledaños, en vista que Pucchun no es zona
ganadera.
En cuanto a las asociaciones patógenas
encontradas en el presente estudio, se puede
observar un predominio de poliparasitismo
(42,63%), siendo el triparasitismo con 25,26% y la
asociación de E. coli, G. intestinalis e H. nana, la
más frecuente, con mecanismos de transmisión
fecal y de grupo. Estos valores son diferentes a lo
encontrado por Pocohuanca (2005) que registra un
predominio del monoparasitismo.
De acuerdo con el tipo de vivienda, la mayoría de
casas son de quincha/esteras y se caracterizan por
carecer de una buena iluminación y ventilación,
factores que podrían influenciar en el parasitismo.
La relación del parasitismo intestinal con el sexo,
mostró que los menores de ambos sexos están
expuestos a los mismos factores epidemiológicos,
estableciendo que el sexo no es un factor
condicionante en el parasitismo intestinal.
Con relación a los grupos etários se observa que el
parasitismo afecta mayormente a menores de 8 a 10
años, seguido del grupo de 5 a 7 años; destacando
que la prevalencia de los enteroparásitos es mayor
en niños pequeños, debido posiblemente a la falta
de resistencia natural o adquirida y a las diferencias
de comportamiento; ello reflejaría que los menores
en edad escolar pueden tener más posibilidad de
adquirir las infecciones parasitarias en el centro
educativo, por sus malos hábitos higiénicos, al
ingerir agua sin hervir y no lavarse las manos;
hábitos higiénicos de sus padres y de las personas
encargadas de la preparación de sus alimentos
(Pereira et al., 2010).
Al relacionar el aprovisionamiento del agua con el
parasitismo intestinal, se notó que el 97,98% de los
casos parasitados se aprovisionan de agua de pozo.
El agua de consumo del Centro Poblado de
Pucchún es agua no potable (agua del río Camaná)
que llega a los pobladores a través de una planta de
bombeo, y que la forma de consumo es hervida
(85,85%), dentro de los cuales, el 93,18% se hallan
parasitados, debido posiblemente a la forma de
almacenarlas, en depósitos no adecuados y sucios,
explicándose de esta manera la presencia de casos
parasitados.
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Neotrop. Helminthol., 5(2), 2011